Rebase
Chocan dos patanas en la 6 de Noviembre
Dificultades. El siniestro vial ocurrió entrada la noche y provocó el bloqueo en la autopista.
Un prolongado embotellamiento ocasionó la tarde de ayer el choque de dos patanas en la autopista 6 de Noviembre, en el carril de regreso a Santo Domingo.
El siniestro vial se produjo próximo a Quita Sueño y, según testigos, fue el resultado de un rebase que hizo uno de los dos conductores.
La Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) informó que una de las patanas estaba cargada de blocks y la otra se desplazaba vacía, y que ninguno de los conductores resultó con lesiones.
El vocero de la institución, Hilman Pimentel, explicó que los agentes de la Digesett se trasladaron al lugar en cuanto fueron informados e iniciaron las labores de viabilización del tránsito.
Agregó que los dos vehículos bloquearon la vía, ocasionando un tapón en dirección oeste-este de la 6 de Noviembre, pero fue restablecido el tránsito normal.
“El accidente se produjo casi frente a Huevos Papito a la altura de Quita Sueño”, dijo Pimentel.
El toque de bocina, el intento de cruzar por un pequeño trecho que quedó entre los dos vehículos convirtieron la escena en un pandemonium que terminó cuando las autoridades lograron desbloquear la vía.
El siniestro vial atrajo a decenas de curiosos que se congregaron en el tramo, situación que por momentos limitó el trabajo tanto de los agentes de Digesett como de las unidades del Ministerio de Obras Públicas.
Las patanas se han convertido en un peligro en las carreteras del país, al punto de que no pasa un día de la semana sin que uno de estos vehículos se accidente.
Los conductores de patanas han impuesto sus propias leyes en las vías públicas, pues transitan a altas velocidades y también intimidan a los conductores de vehículos pequeños, con el toque fuerte de bocinas para que les abran paso.
En su mayoría, los patanistas son jóvenes, los cuales trabajan horarios extendidos y se trasladan a largas distancias transportando cargamentos pesados, pero circulan por la carreteras sin mostrar respeto alguno por las leyes y las vidas de los demás choferes.
Hacen rebases temerarios y viajan a altas velocidades, aún cargados.
En agosto del presente año, un raso de la Policía Nacional en servicio murió atropellado por un camión, cuando el chofer perdió el control.
El agente, vestido con su uniforme, quedó literalmente aplastado por el vehículo a las 11:30 de la mañana, a la altura del kilómetro 10 de la autopista 30 de Mayo, en sentido oeste-este.
Las versiones recogidas en el lugar de los hechos dan cuenta que el conductor se desplazaba a alta velocidad y no pudo maniobrar.
El camión pasó al otro carril e impactó al raso Pablo David Pozo López, quien se desplazaba en una motocicleta. Murió en el acto.
