La República

Enfermero narra su atípica manera de curar las lesiones de la piel

El enfermero Daniel del Rosario muestra productos que elabora de la tierra para atender lesiones de la piel.

La tierra y el agua de manantial son sus únicos insumos para curar, asegura Daniel del Rosario, quien por muchos años se dedicó al ejercicio de la enfermería, de acuerdo a diplomas y nombramientos que conserva y muestra para convencer de sus conocimientos, quien dice prepara medicina natural para tratar lesiones de la piel.

Utilizando la arcilla como materia prima prepara sus compuestos, que coloca en envases etiquetados con el nombre “La Castellalita”, que aunque no tienen registro sanitario ni aval científico certificado, asegura dan excelentes resultados a la hora de tratar lesiones de la piel, incluyendo quemaduras y complicaciones como el pie diabético.

Daniel visitó la redacción de Listín Diario atraído, según dijo, por la preocupación que muestra este diario por las personas que sufren amputaciones producto de las complicaciones que puede provocar la diabetes, si no es tratada adecuadamente.

Llegó cargando un bulto repleto de diplomas, nombramientos de los años 70 del siglo pasado, documentos de laboratorios que muestran que la tierra que utiliza es rica en minerales, un cuaderno donde mantiene escritos nombres y teléfonos de pacientes tratados y frascos de diferentes tamaños donde envasa la arcilla.

Dice que si encuentra apoyo de personas interesadas en su producto podría traer solución rápida a quienes padecen lesiones en la piel, por estar encamadas por mucho tiempo o por complicaciones derivadas de otras enfermedades e instalar equipos de curas a domicilio.

Su preocupación por este tema, cuenta, surge mientras ejercía como enfermero en diversos hospitales tanto del Seguro Social, entre ellos el Salvador B. Gautier, como del Ministerio de Salud Pública, y veía cómo el personal de salud rechazaba a los pacientes que llegaban al área de Cura con lesiones y heridas infectadas, dejándole a él la tarea de limpiarlos y curarlos.

Dice que las curas que se les dan ahora a los pacientes en los hospitales no le convencen porque ve que luego de curar la lesión la cubren con gasas, lo que con el calor reproduce microorganismos que impiden su rápida curación.

Tras retirarse del ejercicio hospitalario, continúa explicando, se fue a su pueblo natal en Loma de Cabrera donde tiene un pequeño terreno, del cual extrae la tierra y el agua que utiliza.

Afirma que ha tratado entre 50 y 60 pacientes. La arcilla es tierra constituida por agregados de silicatos de aluminio hidratados, es de color blanco en estado puro, y mezclada con el agua forma una materia muy plástica que se endurece al cocinarla.

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