La avenida Cayetano Germosén de corredor expreso no tiene nada

La avenida Cayetano Germosén, de una vía expreso que fue una alternativa para salir de los tapones de la Prolongación Independencia, se está tornando un tramo muy difícil para circular en vehículos por la arrabalización y la falta de respeto a las normas y las leyes.

Esta vía, que se extiende desde la avenida Luperón hasta la avenida Italia, entre el Mirador Sur y la carretera Sánchez o Prolongación Independencia, es utilizada principalmente en las primeras horas de la mañana para penetrar al centro del Distrito Nacional desde la región sur y los barrios del sector Herrera, en Santo Domingo Oeste.

Su construcción durante el período de gobierno 1986-1990 del doctor Joaquín Balaguer significó un cambio radical para el aprovechamiento de amplios sectores residenciales que solo tenían como punto de entrada la carretera Sánchez. A su singular belleza con sus cuevas, escaleras para subir al Mirador Sur, curvas y ligeras pendientes, se agrega la posibilidad de ser una vía verdaderamente expreso porque no tiene semáforos en toda su extensión, aunque sí cruces a nivel, construidos como parte de la obra original, y otros que han sido improvisados por sobre aceras y contenes, e incluso por escalerillas diseñadas para transeúntes, pero que también utilizan motociclistas para pasar de un sentido a otro de la vía.

Uno de los ocho expresos Las autoridades comprobaron que esta avenida es muy importante para la entrada y la salida de la ciudad, y por eso la incluyeron formalmente entre los ocho corredores viales organizados en agosto de 2016 para agilizar el tránsito en el Distrito Nacional.

El día 8 de agosto de 2016, el gobierno presentó un Plan Piloto para la implementación de ocho corredores viales que entrarían a funcionar dos semanas después en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, coincidiendo con el inicio del año escolar 2016-2017.

En esa ocasión, el ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, durante una presentación a ejecutivos de medios de comunicación, informó que los corredores eran los ubicados en la Prolongación 27 de Febrero y en las avenidas Luperón, Los Próceres, Abraham Lincoln, Núñez de Cáceres, Anacaona-Mirador Sur, República de Colombia hasta la Sol Poniente, el expreso V Centenario, Cayetano Germosén y la Autopista 30 de Mayo.

En los ocho corredores Obras Públicas se comprometió a mantener “un sistema permanente de mejoramiento vial, embellecimiento, señalización, mantenimiento, que incluye recogida de basura y servicios de gestión operativa en conjunto con la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET)”.

En el Plan Piloto, encabezado por Obras Públicas, quedaron integrados, además, el Ministerio de Defensa, Procuraduría General de la República, Policía Nacional, el Ayuntamiento del Distrito Nacional, la Dirección General de Migración, y el Sistema Nacional de Emergencias y Atención al Ciudadano 911. En esa ocasión Castillo dijo que con solo mejorar el 10% de la fluidez del tránsito vehicular, el país se economizaría 840 millones de dólares al año.

El ministro dijo que en esa labor intervienen tres elementos fundamentales: “construir, mantener y obligar a cumplir con las normas” y solicitó “el apoyo y la ayuda de los medios informativos en su labor de concientizar a la ciudadanía, a fin de que el plan que se pone en vigencia tenga éxito”.

¿Qué ha pasado en la Cayetano? Pese al anuncio de hace casi dos años, la Cayetano Germosén no es un expreso, porque en esa avenida se permite el parqueo en plena vía y hasta en las aceras, incluso el doble parqueo, sin que los vehículos de Obras Públicas que se movilizan por allí dando auxilio a los conductores que sufren averías, ni la AMET, intervengan para poner el orden. Pero en plena vía también se improvisan talleres de reparación de vehículos, muebles, camionetas “plataneras”, que pasan la mayor parte del día parqueadas vendiendo viandas y frutales, lo que no les permitirían hacer en la avenida 27 de Febrero ni en la John F. Kennedy.

Grandes charcos y basura El drenaje de la vía tiene un deterioro grave, pues en los días de aguaceros se forman charcas grandes que bloquean el paso a los peatones y dificultan el tránsito a los vehículos.

Aunque en la avenida hay varios lugares donde los vecinos de los barrios kilómetro ocho y ocho y medio tiran la basura en plena vía, los camiones recolectores del Ayuntamiento del Distrito Nacional las recogen cada día, pero a falta de disciplina de la gente, siempre hay fundas llenas de desperdicios, en mayor o menor cantidad.

Incluso la recogida de basura se convierte en un problema para transitar, pues a pesar de que el Ayuntamiento prometió recoger los desperdicios en horario nocturno, en la Cayetano Germosén siempre lo hacen en la hora pico: entre las siete y las nueve de la mañana, cada día.

Cuando los conductores observan un tapón a la distancia en esta vía rápida, ya saben qué pasa: un camión recogiendo basura a las 7:30 de la mañana cuando empleados van a su trabajo o padres encaminan a sus hijos a las escuelas o universidades.

Si no es el camión de la basura, entonces es un accidente de algún conductor que no pudo maniobrar a tiempo para esquivar un vehículo estacionado desde hace años porque está inservible en la vía “expreso”, o se trata de un chofer temerario que quiso cruzar a nivel de sur a norte, sin tomar en cuenta que sale de una calle secundaria hacia una avenida.

De aquella promesa del ministro de Obras Públicas en agosto de 2016 de que se iba a “construir, mantener y obligar a cumplir con las normas”, el balance es muy fácil de establecer: no se ha construido nada, el mantenimiento se ha limitado a cortar gramas y arbustos en forma regular, pero del cumplimiento de normas tampoco se puede hablar porque no ha habido una sola intervención para poner orden.

LA POLICÍA SÍ Recuperar las vías públicas es una obligación de las autoridades sin que tengan que lanzar operativos y anunciar planes piloto, pero peor aun es que los anuncien, y en el caso de la avenida Cayetano Germosén, no hagan nada.

Mucho más hace la Policía Nacional, que de una vía que parecía una zona dominada por asaltantes y violadores en perjuicio de niños, mujeres y hombres decentes de esos sectores residenciales, con sus obserpatrullas frecuentes en motocicletas y camionetas, prácticamente han eliminado la actividad delictiva en esa ruta en los últimos tiempos. Ahora las familias se movilizan por la vía con mayor seguridad y no se registran asaltos y violaciones con la frecuencia que se veían hace dos años.

Y la Policía lo ha logrado con mucho trabajo las 24 horas, que todos ven, sin pasar facturas ni hacer fanfarrias.