Alto riesgo
Preservarán embarazo en mujer presentó sangrado
MEDIDA. DICEN QUE PACIENTE SE ENCUENTRA ESTABLE Y NO TIENE DAÑO NEUROLÓGICO

El doctor Amaury García, director del hospital Ney Arias Lora, junto a los doctores Lizardi de la Cruz, Omar de la Rosa y Próspero Díaz.
La interrupción del embarazo fue descartado ayer como opción por el equipo de médicos neurólogos y obstetras que atienden a una embarazada de 26 años, quien días atrás presentó un sangrado por malformación arteriovenosa cerebral y que se mantiene ingresada en el hospital Ney Arias Lora.
En tanto, de acuerdo al director de Salud de la Familia del Ministerio de Salud Pública, José Mordán, el protocolo en estos casos establece que la paciente debe ser tratada como un embarazo de alto riesgo y que debe tener un estricto control y seguimiento médico, porque el embarazo no impacta la evolución de la anomalía arterial cerebral que presenta.
Ayer, los doctores Amaury García, director del hospital Ney Arias Lora; Lizardi de la Cruz, gerente de neurocirugía del centro; Omar de la Rosa, endocrinólogo-ginecólogo del hospital Materno Reynaldo Almánzar, y Próspero Díaz, subdirector del centro, explicaron que la paciente se encuentra estable, no presenta daño neurológico ni emergencia y que el riesgo de nuevo sangrado es bajo.
Entienden que no hay conflicto entre su condición y el producto, por lo que puede continuar su embarazo, con un seguimiento permanente, debido a que es de alto riesgo. La respuesta de los especialistas va dirigida a inquietudes y controversias que ha desatado el caso desde que se dio a conocer a través de la prensa durante el fin de semana, donde se detalla que la paciente de 26 años y 18.2 semanas de gestación padece una malformación cerebral que le produjo una hemorragia y no había recibido el tratamiento médico que requiere su problema de salud, porque podría afectar el feto. El caso generó división de criterios entre médicos y sectores representantes de los grupos feministas. Juliana Fernández, madre de la paciente, quien además tiene dos hijos de siete y cuatro años, explicó que su hija presentó dolor de cabeza y mareo por lo que la llevó al hospital de Pimentel, desde donde la refirieron al hospital de San Francisco de Macorís y posteriormente al Ney Arias Lora, donde fue ingresada el pasado 22 de abril. Hasta ayer tenía 18.2 semanas de gestación.
El equipo médico explicó que se le continuará dando un manejo conservador del embarazo, tal como lo manda el consenso científico cuando no hay una emergencia y que podría ser dada de alta cuando el equipo de especialistas concluya sus evaluaciones, con la salvedad de que tendrá un seguimiento médico semanal.
Explicaron que cuando concluya el embarazo entonces se puede proceder a tratar la malformación arteriovenosa cerebral.
(+) PROTOCOLO DEL CASO A su vez, el doctor Mordán explicó que de acuerdo al protocolo que rige en este caso, lo primero que se hizo fue identificar el problema y determinar si compromete la vida de la madre, así como establecer vínculos entre el embarazo y el problema de salud. En este caso, dijo, la malformación es genética y la paciente ha tenido dos embarazos anteriores, y cuando se le practicaron estudios se determinó que había tenido un pequeño sangrado, que se detuvo sin dejar secuelas neurológicas.
Dijo que el consenso de expertos indica que cuando la condición del embarazo no impacta la evolución de la patología, como es el caso de la paciente ingresada, se debe continuar con el mismo, aunque entra a la categoría de alto riesgo, por lo que se le debe dar un estricto control y seguimiento médico.
Sobre el caso, el día anterior, el Foro Feminista Magaly Pineda exigió que la paciente sea tratada con los más altos estándares de calidad de atención en salud y criterio científico. Destacó que durante años se ha estado luchando por “la despenalización del aborto cuando la vida de la mujer está en peligro, o cuando el embarazo es resultado de una violación o incesto, o el embrión es inviable”.
Mientras, médicos católicos, sugirieron que un equipo multidisciplinario, dirigido por neurocirujanos, realice el procedimiento que a su juicio sea el más conveniente, de acuerdo a su criterio y a la condición de la paciente, descartando cualquier intervención conscientemente abortiva como medida del mínimo esfuerzo.
