ENFOQUE

Negociación para comprar Tucano se inició en el 2000

ESTADOS UNIDOS SE OPUSO A QUE EL PAÍS COMPRARA LOS AVIONES PORQUE LO QUE NECESITABA ERA HELICÓPTEROS

Avatar del Listín Diario
Ruddy GonzálezEspecial para Listín Diario

Apenas tres meses después de iniciarse la gestión de gobierno de Hipólito Mejía, en el 2000, la empresa brasileña Embraer inició una ofensiva para vender una flotilla de aviones militares a la República Dominicana, lo que tras casi un año y medio para aprobarse la negociación, la compra de las aeronaves no llegó a materializarse por presiones de Estados Unidos, principalmente.

Las negociaciones, que envolvían la venta de 10 aviones Súper Tucano EMB 314 y cinco avionetas para entrenamientos, mas piezas, mantenimientos iniciales y entrenamientos de los pilotos y mecánicos, fue fijada en un monto de US$110 millones, en el 2002.

Y aunque el alto mando militar y el Poder Ejecutivo aprobaron la operación, en enero de 2002 la misma fue súbitamente abortada, dejada en una gaveta y no remitida al Congreso Nacional para su sanción y ejecución, toda vez que el pago sería realizado mediante un financiamiento con garantía del Estado dominicano.

Seis años después, y presionado por las escandalosas incursiones de aviones y lanchas ilegales a territorio dominicano cargadas de drogas desde Sudamérica, el gobierno del presidente Leonel Fernández materializó la compra de los Súper Tucano, en base a las negociaciones hechas en el gobierno de Hipólito Mejía, como forma de ‘continuidad del Estado’, según informara a la prensa el entonces Secretario Administrativo de la Presidencia, Luis Manuel Bonetti.

Las negociaciones que comenzaron en noviembre de 2000, se materializaron en noviembre del 2008 cuando se ejecutó la firma del contrato de compra a Embraer, esta vez de ocho aviones Súper Tucano EMB 314, por un monto de US$108 millones, lo que incluía las aeronaves, entrenamientos a pilotos y mecánicos, piezas y mantenimiento inicial. Los aviones, por unidad, costaron unos US$9.2 millones. El resto del financiamiento era para los entrenamientos a pilotos y mecánicos, piezas y mantenimiento inicial durante el primer año. El rango de precio de estos aviones, según la página de la Embraer era, en la fecha, entre US$9 y US$14 millones.

Esta operación de Embraer (Empresas Brasileñas de Aeronáutica, S.A.) y el Estado dominicano es centro hoy de un gran escándalo nacional e internacional por la admisión de la Embraer de que pagó unos US$3.5 millones en sobornos en República Dominicana para hacer posible la firma y ejecución del contrato, en el 2008.

Por el caso están encartados en un expediente judicial dos ex militares; el ex jefe de la Fuerza Aérea Dominicana y ex secretario de las Fuerzas Armadas, Pedro Rafael Peña Antonio, y el ex coronel de la Fuerza Aérea, Carlos Piccini Núñez, así como los empresarios privados Daniel Aquino Hernández y Daniel Aquino Méndez.

Todo el proceso de las negociaciones desplegadas durante un año y medio, a partir de 2000 durante el gobierno del presidente Hipólito Mejía, están consignadas en una demanda interpuesta por la empresa Silverstar Ventures, LTD, en un expediente actualmente en ‘estado de fallo’ en la Suprema Corte de Justicia, marcado con el número 2014-6173.

Este expediente establece una demanda en pago de comisiones por RD$961.8 millones ejercida por la empresa Silverstar Ventures, LTD, representante de la Embraer en el país en el 2000. El empresario privado José V. López Perrota es el presidente de Silverstar Ventures, LTD. Los abogados de los demandantes son el licenciado Marino Elsevyf Pineda y el doctor Virgilio Bello Rosa, mientras que los representantes de Embraer en el primer tramo de la litis son los licenciados Luis Miguel Pereyra y Angelo Gómez Encarnación.

La demanda fue consignada debido a que la Embraer vendió al Estado dominicano, ya en el 2008, una flotilla de 8 aviones Súper Tucano EMB 314, sin que se consignaran las comisiones que exige Silverstar Ventures, LTD por sus diligencias adelantadas desde el 2000 y que dejaron en ‘estado de ejecución’ la negociación entre la empresa brasileña y el Estado dominicano en el 2002, con un contrato firmado, cuando el caso habría caído en un limbo muerto, a decir de fuentes militares consultadas, por las duras presiones que habrían ejercido los Estados Unidos, al punto de que habrían advertido eventuales restricciones a la ayuda militar al país.

Las negociaciones Fuentes militares confiaron que la misión militar norteamericana asignada a la Embajada de Estados Unidos en el país mostró “serias preocupaciones” y hasta “muestras de enojo” por la decisión del Gobierno dominicano de firmar un contrato de compra de los Súper Tucano a Brasil, a principios de 2002. Los expertos militares norteamericanos opinaban que República Dominicana tenía más necesidad de helicópteros que de aviones para la lucha contra las incursiones ilegales, por aire y mar, del narcotráfico internacional.

Las versiones, confirmadas también en fuentes diplomáticas dicen que la situación de tensión entre la Embajada de Estados Unidos y el Gobierno dominicano en la época, se habría producido debido a que empresas fabricantes de equipos militares estadounidenses habrían formulado propuestas para la donación de 10 helicópteros Seeking, que podrían servir para los mismos objetivos de vigilancia y acción contra el narcotráfico, que las propuestas por Embraer, pero que a los mismos habría que invertirles aproximadamente US$1 millón a cada uno para ponerlos en óptima operación.

Las fuentes diplomáticas aseguraron que esta operación se enmarcaba en el proyecto que habrían iniciado los mandos militares dominicanos de la adquisición de una flotilla de helicópteros Robinson, Bell y Huges, bajo financiamiento del Eximbank, pero que fue abortada por los efectos de los atentados terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos, lo que modificó gran parte de las estrategias militares norteamericanas.

Al año siguiente de que el Estado dominicano abortara la compra de los aviones Súper Tucano a Brasil, en enero del 2002, el gobierno de Mejía dispuso el envío de soldados dominicanos a Irak -unos 602 en dos grupos de 300 y 302-, en una acción sin precedentes en la historia militar del país, para conformar la denominada ‘Brigada Multinacional Plus Ultra’, una coalición militar que reunía unos 2,880 soldados de varios países -España, El Salvador, República Dominicana, Nicaragua y Honduras- en la segunda fase de la guerra del Golfo. El último grupo de soldados dominicanos regresó al país desde Irak el 10 de mayo de 2004.

Los detalles La exposición de los demandantes cita varias fechas claves en las negociaciones de Embraer-Silverstar Ventures, LTD-Estado dominicano para la venta de los Súper Tucano:

ïï20 de enero de 2000: fue suscrito un contrato entre las compañías Embraer y Silverstar Ventures LTD autorizando a esta última a gestionar negocios para la primera “realizando todas las diligencias y gestiones frente a las autoridades del Estado dominicano a través de la Secretaría de las Fuerzas Armadas, logrando que dichas autoridades le compren a Embraer, S.A la cantidad de 10 aviones Súper Tucano y cinco avionetas Emb-202 Ipanema, así como provisiones, entrenamientos, repuestos, provisiones y equipos de aeronavegación;

En cumplimiento de este compromiso, Silverstar Ventures LTD indica en su demanda a Embraer que realizó los siguientes esfuerzos: ïïGestionó y logró que en noviembre de 2000 la Secretaría de las Fuerzas Armadas de la República Dominicana le enviara a la compañía Embraer una invitación para la presentación de sus aviones, especialmente el Súper Tucano;

ïïGestionó y logró que en diciembre de 2000, la jefatura de la Fuerza Aérea le solicitara a Embraer informaciones sobre los aviones Súper Tucano, costos por unidad, costos operacionales, especificaciones técnicas, etc.;

ïïGestionó y logró que el 14 de marzo de 2001 se aprobara el acta mediante la cual el Estado Mayor de la Fuerza Aérea diera su visto bueno y aprobación de la compra de los aviones Súper Tucano y que la misma fuera remitida a la Secretaría de las Fuerzas Armadas para fines de conocimiento, discusión y aprobación;

ïïGestionó y logró que el 27 de marzo de 2001, la Secretaría de las Fuerzas Armadas remitiera al Presidente de la República un informe con su consentimiento y aprobación para la compra del lote de aviones Súper Tucano a la empresa Embraer;

ïïGestionó y logró que el 6 de junio de 2001, la Secretaría de las Fuerzas Armadas solicitara a la Embraer los contratos comerciales y financieros que fundamentaran la compra de los aviones;

ïïGestionó y logró que en julio de 2001 se firmara el contrato comercial entre el Estado dominicano y Embraer mediante el cual dicha empresa se compromete a venderle los aviones al país y este a comprarlos. (Esta venta fue difundida y publicada por Embraer por diferentes medios de comunicación, no obstante el compromiso de confidencialidad de la operación, lo que al tiempo de ‘molestar’ al Gobierno dominicano, habría provocado que los norteamericanos arreciaran sus presiones);

ïïGestionó y logró que en enero de 2002 se enviara y se recibiera las copias del contrato de financiamiento a ser firmado entre el Estado dominicano y Embraer.

ïïEl 20 de diciembre de 2002 Embraer decidió dar por terminado el contrato de gestión de negocios para la empresa brasileña con Silverstar Ventures LTD, debido a que el contrato con el Estado dominicano finalmente no se ejecutó, sin que se dieran mayores explicaciones oficiales. Embraer se habría negado a pagar las comisiones por las diligencias hechas y logradas por Silverstar Ventures LTD, por lo que la empresa llevó el caso a los tribunales dominicanos.

ïïEl 11 de noviembre de 2008 Silverstar Ventures LTD radica su demanda contra Embraer, tomando como fundamento principal las declaraciones que hiciera el entonces Secretario Administrativo de la Presidencia, publicadas en el diario El Nacional el 27 de agosto de 2007, en que indicaba que el funcionario “niega que haya irregularidades en la compra de los aviones a Brasil ya que el contrato fue firmado por el ex secretario de las Fuerzas Armadas, general retirado José Miguel Soto Jiménez, por lo que se ha hecho es darle continuidad a este contrato, por ser un asunto de Estado”.

TRAZAS DEL NARCOTRÁFICO

Según las estadísticas de las organizaciones de lucha contra el narcotráfico en República Dominicana y la región del Caribe, entre los años 2003 al 2007 las denominadas ‘trazas’ (rutas de vuelos ilegales) entre sudamérica y territorio dominicano llegaron hasta contabilizarse más de 250 por año, lo que significaba un constante ‘bombardeo’ de cargas de cocaína sobre territorio nacional. Durante el año 2007 hubo al menos 200 incursiones de aeronaves cargadas de droga, las que sumadas a las 123 comprobadas en 2008 situaba en unos 49,000 kilos de cocaína llegada por vía aérea al país en su tránsito hacia Estados Unidos y Europa. En el año 2009 las ‘trazas’ de los aviones del narcotráfico comenzaron a descender por la presencia de los Súper Tucano en el país, registrándose unos 62 vuelos ilegales, que movieron unos 24,000 kilos de cocaína, ya en el 2010 solo se registraron 11 ‘trazas’ con unos 4,400 kilos de cocaína aproximadamente, mientras que a partir del 2011 las ‘trazas’ se redujeron a cero.

(+) EMBRAER EMB 314 SÚPER TUCANO

•Descripción: Modelo Embraer EMB 314 Súper Tucano, es un avión turbohélice diseñado para el ataque ligero, contrainsurgencia y entrenamiento avanzado de pilotos •Fabricante: Embraer •Nacionalidad: Brasil •Velocidad máxima: 593 km/h •Velocidad de crucero: 520 km/h •Peso: 3,200 kg •Alcance: 4,820 km •Motor: Pratt & Whitney, Canadá PT6 •Asientos: 2 •Costo unitario: entre US$9 y US$14 millones •Cantidad construidos (2015): 320 •Países que los usan: Brasil (100), Angola (6), Chile (12), Colombia (25), República Dominicana (8), Ecuador (18), Indonesia (16), Guatemala (6), Honduras (2).

Tags relacionados