ILEGALES
Haitianos trajeron a sus hijos para que estudiaran aquí
La mayoría de los 88 haitianos indocumentados apresados por el Ejército de República Dominicana en las últimas 48 horas, cuando cruzaban la frontera y se internaban en los montes junto a niños, dijeron que su intención era inscribir a sus hijos en escuelas dominicanas, debido a que en Haití, por falta de aulas, millares se quedaron sin docencia.
Jenffrey Pierre, uno de los nacionales del país vecinos arrestados por las fuerzas militares en los lindes fronterizos, dijo a las autoridades que cruzó la frontera junto a su pareja y dos niños de ocho y 12 años de edad, y que igual que otros de sus compatriotas su intención era inscribirlos en escuelas dominicanas.
Sin aulas para docencia Dijo que en Haití todos los años se quedan millares de niños fuera de las aulas, porque no hay muchas escuelas y la demanda es cada vez más creciente.
De su lado, Mary Cinfá Baptiste, otra de las inmigrantes interceptadas por miembros del Ejército, proclamó que decidió cruzar a territorio dominicano junto a su más pequeño de 7 años, porque no ve futuro en Haití.
La inmigrante declaró, tras ser cuestionada sobre su propósito al emprender la travesía ilegal al país, que su intención era estabilizarse en República Dominicana y luego traer al país a sus otros dos hijos y a sus padres.
“Pero la guardia me agarró”, se lamentó la mujer.
Al menos 88 haitianos indocumentados, entre ellos 12 menores, fueron interceptados en las últimas 48 horas por miembros del Ejército de República Dominicana, cuando cruzaban la frontera de manera clandestina en dirección a esta parte de la isla.
Las autoridades castrenses informaron que parte de esos haitianos fueron arrestados en los puestos de controles militares de Santa María, Las Matas de Santa Cruz y Copey.
Los inmigrantes fueron trasladados a la sede del Décimo Batallón del Ejército en Mao en un autobús de la Dirección General de Migración y, posteriormente, fueron devueltos a su país.
Los 12 niños, de acuerdo a las autoridades, estaban acompañados de sus padres y familiares cercanos, por lo que consideran lógico que en estos casos tienen que regresar a su país con ellos.
La vigilancia ha sido aumentada en la frontera y comunidades del Noroeste, para evitar el trasiego de indocumentados y otras actividades ilícitas en la zona.