“En los medios debe instalarse una mentalidad de innovación”

Alberto Ibargüen, presidente y CEO de la Fundación Knight, recibió ayer el Gran Premio Chapultepec 2016 de la Sociedad Interamericana de Prensa, reunida en Punta Cana, y aprovechó la ocasión para sembrar provocaciones sobre la necesidad de instaurar en los medios de la región una mentalidad de innovación.

La fundación Knight, que apoya y promueve el periodismo de calidad, la innovación en los medios y lleva proyectos que involucran el arte a las comunidades, busca, en palabras de Ibargüen, impulsar a las personas a “que sean audaces y visionarios, que sepan cómo manejar proyectos y realizar ideas, y que sean tenaces, porque esto (los problemas de la prensa) no se resolverá a corto plazo”.

Ibargüen, reconocido por la SIP por su labor contra la impunidad, planteó que muchos son los retos para la prensa que los firmantes de Chapultepec, en 1994, no pudieron anticipar: “Que la tecnología que nos permitió avanzar la libre expresión sería la tecnología que pusiera en riesgo el negocio de prensa”, ni el surgimiento de “una nueva y diferente guerra contra el periodismo, el periodista y la libre expresión... el cual el objetivo no es silenciar al periodista sino usar el asesinato de un periodista como arma en una guerra propagandística”.

LISTÍN DIARIO conversó con Ibargüen sobre las perspectivas de la prensa regional. Aquí sus reflexiones.

¿Qué le está faltando a los medios de la región para abrazar la innovación y lanzarse a tomar los riesgos que les permitan entrar en una nueva dinámica?

Hay problemas estructurales y hay problemas de imaginación. Los estructurales son sencillos y obvios. La mayor parte del ingreso de cualquier periódico viene, no de medios digitales, sino de prensa tradicional, entonces, como negocio, tienen obligación de cuidar esa parte del negocio. Segundo, los directores de periódicos y organizaciones de medios tradicionales han tenido éxito y se han hecho jefes bajo el antiguo sistema...

¿Hace falta un relevo generacional en los medios de América Latina?

Creo que, definitivamente, el que no sepa adaptarse tiene que apartarse. Ahora, lo que hicimos en la Fundación Knight fue darnos cuenta que teníamos nosotros una enorme oportunidad y privilegio de que no tenemos un “bottom line” (balance de ganancias o pérdidas). Nos pudimos dar el lujo de decir ‘aquí esto va a ser digital y de medios sociales’ y vamos a dejar de educar a los mejores periodistas en las mejores universidades para trabajos que pronto no van a existir. Por eso decidimos lanzarnos en una búsqueda de qué aparatos van a usar, cómo los van a usar...

¿El hardware va a definir la profesión?

El hardware va a tener mucha influencia igual que la prensa tiene muchísima influencia en la forma de diseminación de información actual y la tecnología de TV también, en el tipo de noticia que puedes dar. Como decía Chomsky, el medio es el mensaje.

Pero ahora las personas se han adueñado del medio, y las plataformas cambian a una velocidad vertiginosa... ¿no sería mejor cambiar la forma de pensar?

Creo que hay que saber qué van a usar, cómo lo van a usar, cómo se va a obtener valor según la plataforma. A lo que veo le doy un valor diferente a lo que leo. Y un valor diferente a lo que oigo. Cuando uso internet, tengo cierto escepticismo que no tengo si leo lo mismo en Listín Diario. Hace 10 años ni tú ni yo nos hubiésemos imaginado cómo íbamos a usar estos aparatos (refiriéndose al teléfono celular), entonces hay que estudiar la movilidad, el alcance de un aparato de estos, que tiene más información que la biblioteca de Alejandría, pues contiene toda la información del mundo. Es una maravilla, pero hay que entender cómo lo vamos a usar.

¿Qué posibilidades tienen los medios de América Latina de innovar juntos? ¿Existen las condiciones para que los medios de la región, que enfrentan dificultades económicas, unan fuerzas para crear un producto en mayor escala, que pueda servir a una audiencia mundial?

Existe la tecnología, obviamente, por algo se llama “World Wide Web” y por algo las organizaciones que han tenido más éxito han sido las que tienen más alcance. En Estados Unidos, por ejemplo, Washington Post, Wall Street Journal y The New York Times, pues para ellos el mundo es su comunidad local. Ahora, ¿existen en América Latina las condiciones en términos de mentalidad?, no lo sé.

Ayer se estuvo debatiendo la concentración de medios y, francamente, no sé si eso es lo importante, quién tiene cuántos periódicos. Para mí, lo importante es la concentración de información, quiénes son los dueños de la información. En Estados Unidos tenemos la experiencia, no en la generación de los fundadores, pero en la segunda o tercera, cuando ya las compañías no eran privadas sino que cotizaban en la bolsa, para los años 90, nos encontramos con que la gran mayoría de las instituciones periodísticas eran parte de otras compañías y los dueños no tenían un compromiso con la misión de la prensa, sino con devolver ganancias a sus inversionistas.

Por eso redujeron tanto las redacciones, con el daño que eso produjo...

Exactamente. Y pasa lo que me pasó en el Miami Herald, tuvimos que reducir el plantel, y en vez de tener a varios periodistas cubriendo la alcaldía y varios que cubrían el tema de educación, cosas importantes en la vida de la comunidad...

¿Qué impacto está teniendo eso ya en la democracia? ¿Existiría Trump sin ese fenómeno?

Esa es una pregunta interesante. Donde se ve más el impacto es en lo que no se está produciendo a nivel local.

Como el caso de la contaminación del agua en Flint, Michigan...

Exacto, ese es el ejemplo. Eso no podría haber pasado con una prensa local vigorosa.

¿Hacia dónde vamos... en qué debemos estar fijándonos los medios?

Obviamente, todo va a ser móvil, digital, pero aparte de eso, hay que tener una actitud de innovación, donde el experimento y la innovación no es un fin, es simplemente un vehículo para llegar a lo nuevo y al éxito futuro.