DELINCUENCIA
Matan de un tiro a raso del Ejército
“¡Ay mi hijo, me sacrifiqué tanto para que te pudieras formar como un hombre de bien, y cuando lo hiciste la delincuencia no me permitió disfrutarte. No me dejó disfrutar tu talento!”, lamentaba cabizbajo el coronel del Ejército, Arcenio Céspedes, padre del raso del Ejército, Jesús Michael Céspedes, asesinado la noche del domingo para, supuestamente, quitarle su arma de reglamento.
Con la mirada perdida y notablemente afectado por el asesinato de su primogénito, de 27 años, Arcenio Céspedes explicó que su hijo salió la tarde del domingo a jugar pelota para un campo de béisbol, en el kilómetro 25 de la autopista Duarte, y pocas horas después salió de ese lugar porque tenía que trabajar temprano el lunes. Cuenta que a menos de 200 metros de su casa, en el residencial Colinas de Arroyo primero, próximo a Los Guarícanos, hay un terreno baldío donde se han cometido muchos atracos y lo denunciaron a las autoridades. “Y fue ahí donde cayó muerto mi hijo después de que esos delincuentes le hicieron el disparo mortal”, dijo.