ORLANDO DICE...
La Vice, mujer bendecida

IGUAL QUE TODOS.- No creo que Danilo Medina pensara reelegirse con otra compañera o compañero de candidato a la vicepresidencia que no fuera Margarita Cedeño. Tampoco creo que Margarita Cedeño dudara de que seguiría como segunda de abordo. Ahora se dirá esto o lo otro, o que Leonel Fernández aquello o lo demás, pero la reiteración de Margarita Cedeño se corresponde con el ánimo colectivo. ¿Cómo se explica que repitiera el Presidente de la República, y los senadores, y los diputados, y los alcaldes, y los regidores, y no la vicepresidenta? Entonces sí que se habría conjeturado y escrito hasta lo inimaginable. La escogencia de Margarita Cedeño, y no hay que dar más vuelta, fue más de lo mismo. Aunque lo mismo tampoco es cualquier cosa. La actual Vicepresidenta es una mujer bendecida políticamente, y sus números caen del cielo, pues no puede hablarse de endoso por parte del marido. El equipo político de Leonel Fernández se ocupa de Leonel Fernández, y es tanto el trabajo que no le sobra tiempo ni espacio para auxiliarla. En sus peores momentos, como cuando quiso meterse en la liza, tuvo que librarse sola. Margarita Cedeño es de Fernández, pero en la intimidad del hogar, que en política ella asume su destino...
LA INQUIETUD.- La inquietud de muchos, y fue intriga por un rato, es que si Danilo Medina tenía decidido repetir con Margarita Cedeño ¿Por qué no lo anunció desde el momento de su proclamación y dejó correr los días y que se acercara el plazo? Misterio de la campaña, o malicia calculada. Ningún apostador, y mucho más si es sabio, está obligado a virar todas las cartas sobre la mesa. Incluso, no tiene por qué guardarse una en la manga, sino que basta con que no la voltee y mantenga el suspenso como si fuera la escena de una película. Es más, la situación le aprovecha, pues Luis Abinader tardó en seleccionar compañero o compañera de fórmula esperando que Medina moviera primero la ficha. No es lo mismo Carolina Mejía desde hace meses que ahora. La misma persona, pero más conocida. Era fácil darse cuenta de que la vicepresidencia no era problema, pues en caso de dificultad, siempre quedaba la posibilidad de mantener a Margarita Cedeño. ¿Acaso no se recuerda en tiempos de Joaquín Balaguer, y en referencia a sí mismo, que “lo bueno no se cambia”...
ERA SABIDO.- Luis Abinader sabía por demás que en el mercado a que tendría acceso Danilo Medina, ninguna figura de su entorno o del partido superaba a Margarita Cedeño. La campaña de Abinader había medido a José Ramón Peralta, el Administrativo, y a Gonzalo Castillo, el Obras Públicas, y a Carlos Amarante Baret, el de Educación. Todos se quedaban en la gatera y Cedeño, la Vicepresidenta, les llevaba la milla. Lo mismo que sucedió la vez anterior, cuando las elecciones del 2012. Además, Cedeño hizo una gestión discreta y efectiva, y el primero en reconocerlo fue el jefe de Estado, que la elogió en su rendición de cuentas del pasado 27 de febrero, y la enalteció ahora al escogerla de nuevo como su compañera de fórmula. Distante el tiempo en que Cedeño quiso volar con alas propias, como la Supergirl, y se desconfiaba de ella, y no se le perdía ni pie ni pisa, y se movía por aquí o por allí, con toda libertad, pero con la soga a rastras. Eran los días en que se realizaban reuniones en la finquita que queda próxima al aeropuerto del Higuero...
EL BALANCE.- Lo importante es que las dos boletas están llenas, completas, y estas definiciones de las segundas de a bordo libra de sorpresa la competencia electoral. Danilo Medina sabe a qué atenerse con Margarita Cedeño, pues no en vano hicieron campaña juntos en el 2012 y compartieron por cuatro años el gobierno. Luis Abinader, por su parte, tuvo tiempo de observar a Carolina Mejía, en el día a día del trabajo político, y si bien es verdad que las encuestas internas no la favorecían, tampoco tuvo a manos una opción mejor. Hubo nombres que se barajaron, pero solo llenaban expectativas hacia afuera, y demasiados problemas tenía Abinader adentro para buscarse otros. ¿Qué era más importante ahora, recoger a los que se fueron o aventurarse en búsquedas de resultados imposibles? No hay dudas de que descuidó el flanco de Hipólito Mejía, cuyos seguidores se dan a la fuga sin que este haga nada por impedirlo. ¿Podría la hija hacer lo que no el padre? Esa es por ahora la primera cuestión...