PROCESO DE RECUPERACIÓN
Pacientes describen momentos de pánico
UNA ABUELA, SU HIJA Y UNA NIETA RECIBEN ASISTENCIA
Como una experiencia que no olvidará fácilmente, definió Yilda del Carmen Bernal Liz, desde su lecho del hospital, los momentos vividos durante la explosión ocurrida ayer en una envasadora de gas ubicada en el sector Los Ríos, justo cuando se preparaba para salir rumbo a su trabajo.
Yilda es una paciente que resultó afectada por inhalación y con trauma en la rodilla izquierda al sufrir una caída mientras corría del estruendo y la explosión, ya que su casa está ubicada al lado de la envasadora.
Cuenta que tiene tres años viviendo en la zona y que cerraba la puerta de la casa cuando escuchó la explosión.
“Ese fue un estruendo grandísimo, fue mal, no me quiero ni acordar de eso, me impresioné mucho”, añadió, tras precisar que una pared divide la envasadora de su casa, pero que tiene entendido que no sufrió daños.
La paciente se encuentra en observación por 24 horas en el área de emergencia del hospital Ney Arias Lora, adonde fueron llevados por lo menos 11 pacientes, de los cuales seis están en unidad de cuidados intensivos, dos de ellos con pronóstico reservado.
En la misma área de emergencia se encuentran recibiendo atenciones médicas Altagracia Ortega, de 48 años, y su hija Altagracia Berigu¨ete Ortega, de 28 años, la primera con quemaduras en uno de sus brazos y en la espalda, y la segunda por lesión por inhalación y con una herida en el talón provocada cuando salió corriendo descalza y las ventanas de cristal de su casa se rompieron.
Altagracia Ortega relata que estaba preparada para irse a trabajar, mientras su hija, que vive detrás estaba aún acostada, y que al escuchar la explosión su nuera empezó a llorar y todo el ambiente se veía nublado de gas.
Dijo que desde el tercer piso bajó a llamar a su hija. “Salimos todos descalzos, como locos, y al ver que el gas se esparcía decidieron volver a buscar calzados, y entonces hubo una mayor explosión; yo me tiré al suelo porque he oído que cuando ocurre una explosión hay que tirarse al piso y empecé a llamar a mi hija y al ver que no salía de la casa, me levanté y entonces me quemé”.