Expresiones de dolor en el sepelio de alcalde

Ante el lugar donde reposarán los restos del alcalde de Santo Domingo Este, Juan de los Santos, su viuda, Berlinesa Franco, dijo que se queda sin palabras cuando los hijos de ambos preguntan si algún día regresará su padre.

“Mi amor no sé qué decirle a nuestros hijos cuando me preguntan por ti, el habla se me va, me enseñaste tantas cosas, pero se te olvidó enseñarme a vivir sin ti, yo te amo, fuiste todo para mí, fuiste mi príncipe azul”, expresó la destrozada esposa ante el féretro del alcalde.

El dirigente político y empresario fue enterrado ayer en el cementerio Puerta del Cielo, alrededor de las 6:00 de la tarde, en un ambiente de tristeza y bajo una pertinaz llovizna.

A su sepelio asistieron el presidente de la República, Danilo Medina; la vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández; sus hijos, otros familiares y una nutrida representación de diversos sectores de la sociedad.

También acudieron la primera dama de la República, Cándida Montilla de Medina, así como dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y militantes de la organización que llegaron al campo santo con banderas de su partido.

Cristina Lizardo, presidenta del Senado, aseguró que con la partida de De los Santos se ha ido de este mundo un hombre bueno, que se destacó por sus hechos. Mientras que miembros del Ministerio de defensa montaron una guardia de honor.

En el PLD “La mañana de hoy no pudo estar más triste, está nublada por tu triste partida repentina, Juancito. Por la jugada que nos hace la muerte, la tan odiada y nunca bienvenida muerte”, con estas palabras del secretario del PLD, Reinaldo Pared Pérez, la organización oficialista despidió al asesinado alcalde, cuando antes del sepelio el cortejo fúnebre hizo una parada en la casa nacional del partido.

La delegación de miembros del comité político que le despidió allí estuvo encabezada, además de Pared Pérez, por el presidente del partido, Leonel Fernández, y el presidente de la República, Danilo Medina.

En la primera guardia de honor, Medina estuvo acompañado de Fernández, Pared Pérez y Cedeño de Fernández, y a seguidas los demás miembros del máximo organismo de dirección del partido de gobierno, con el himno del PLD de fondo.

Las honras fúnebres de ayer iniciaron en el Congreso Nacional, adonde fue llevado el cadáver para recibir los honores por su condición de exlegislador.

El presidente de la Cámara de Diputados, Abel Martínez, dijo que De los Santos se convirtió por su forma de ser en un empresario y político exitoso, pero también en un amigo muy querido. Pidió que en este momento su alma se encuentre en el cielo, donde están los hombres buenos.

Rosas blancas en Fedomu Luego el cadáver fue llevado al local de la Federación Dominicana de Municipios (Fedomu), entidad que presidía De los Santos y donde fue asesinado de cuatro disparos el pasado martes por el ingeniero Luis Féliz, quien también mató al miembro de su seguridad Luis Alfredo Medina y luego se suicidó de un disparo en la sien.

Con rosas blancas en manos y ahogados en el llanto, familiares y decenas de personas rindieron honras fúnebres al alcalde en Fedomu.

El síndico de Azua, Rafael Hidalgo, primer vicepresidente de Fedomu, dijo en el lugar que el país está de luto y que para esa entidad este es un momento muy triste.

“Juan ha sido líder de un proceso de cambio, estaba comprometido con su trabajo y creía que si los gobiernos locales se unían con la sociedad civil y el gobierno central se contribuiría a una mejor sociedad”, señaló Hidalgo, quien ahora dirigirá la entidad hasta que concluya el actual mandato.

(+) BARRIO DONDE CRECIÓ TAMBIÉN LE DESPIDIÓ Los restos también fueron llevados al sector Villa Duarte de Santo Domingo Este, lugar donde De los Santos creció y se desarrolló, tanto en el campo político como comercial. Al llegar a la avenida 25 de Febrero una gran multitud esperó la caravana fúnebre con pancartas y afiches de sus campañas electorales. Varias mujeres lloraban al paso del carro fúnebre, mientras otros salieron de sus casas para colocarse a la orilla de la vía, desde donde dieron el último adiós a uno de sus connotados munícipes. En cada esquina se escuchaban alternadas las canciones “Ya no llores por mí”, de Tercer Cielo, y “Cuando un amigo se va”, de Alberto Cortez.