CADENA DE SOLIDARIDAD
Un compromiso social
La Fundación Futuro Cierto busca cambiar las viviendas de todas las personas que viven en barrios marginales.
La ilusión de hacer realidad la frase bíblica “Dios da casa a los desvalidos” motivó hace cinco años al sacerdote Fray José a crear la Fundación Futuro Cierto, con la misión de cambiar la realidad de las miles de familias de escasos recursos que viven en los barrios más marginados del país.
La intención de crear una cadena de solidaridad, busca motivar a todos los dominicanos que viven en el país o cualquier parte del mundo, a integrarse a la iniciativa de cambiar la vida de las personas que debido a su condición económica no pueden vivir en condiciones óptimas.
Esta fundación que desarrollará este proyecto a largo plazo, solo podrá comenzar a cambiar la vida de los residentes de los barrios marginados del país, dependiendo de los ciudadanos, los cuales tienen en sus manos la materialización de una iniciativa cuya finalidad es construir una vivienda digna a todos los habitantes de los sectores empobrecidos del país.
Integración El sacerdote Fray José considera que si los 10 millones de dominicanos que viven en el país, aportan un mínimo de RD$50 cada año, la fundación podrá cambiar la vida de todo un barrio en tan solo un año.
“Si todos los dominicanos del país aportan el mínimo de RD$50 cada año podremos intervenir una localidad, pero nosotros confiamos en que la sensibilidad de las personas harán que donen más de ahí, ayudando a cambiar la vida de miles de familias en un solo año”, expresa.
Dice que los dominicanos que están en el exterior también tienen la posibilidad de participar.
“Solo en Estados Unidos viven aproximadamente 2,500,000 de dominicanos, para ellos también hemos destinado una cantidad mínima de US20 para que se integren a esa gran iniciativa”, manifiesta.
Dice que en el caso de Europa, el mínimo a aportar por los dominicanos que viven en ese país es 20 euros.
Los dominicanos que están en cualquier país del mundo también lo pueden hacer según sus posibilidades.
“Nosotros hemos elegido el mes de diciembre para que los dominicanos puedan realizar sus donaciones, porque hay una efervescencia de alegría y gozo. Además, en la conciencia cristiana celebramos el nacimiento de Jesús, que es el gran regalo que Dios ha dado a la humanidad”, dice.
Aclara que diciembre no es el único día en el que las personas pueden aportar su ayuda, sino que la cuenta está abierta durante todo el año “diciembre es el mes para que todos se puedan motivar”.
La gran apertura de esta iniciativa comenzará a partir del primero de diciembre de este año y se convocará a las principales autoridades del país.
El inicio del proyecto El religioso comenta que el gran cambio de los barrios marginales comenzará en El Caliche de Villa Duarte, sector donde vive, el cual lo componen más de 1,000 familias de escasos recursos.
“Mi intención principal era comenzar en el sur, donde están los más pobres, pero los miembros de la fundación propusieron que se comience por aquí, porque ya conozco a las personas y las limitaciones que tiene esta localidad, entonces trabajaremos para este sea el modelo que servirá de paradigma para todo el trabajo que se quiere realizar”, comenta.
El proyecto creará una gran evolución social, no solamente en el país, sino en el mundo entero “estamos seguros que con este proyecto vamos a ayudar a lograr los objetivos del milenio”.
Comenta que los trabajos comenzarán con los barrios pobres de Santo Domingo, teniendo en cuenta que es un proyecto a nivel nacional, el cual llegará a todos los lugares marginales.
“Tengo más de 50 años conociendo esta localidad y los gobiernos van y vienen y la pobreza solo se incrementa. En este lugar cuando llueve se inunda totalmente”, asegura.
Sin calles para que los vehículos puedan transitar ni espacios para los pequeños del hogar jugar, con un gesto esa realidad puede cambiar.
Con el sueño de que el próximo barrio sea Valiente, Fray dice que ese lugar es uno de los más empobrecidos de la parte oriental.
A pesar de que los trabajos comenzarán en Santo Domingo, Fray tiene la intención de cada año invertir una gran cantidad de los recursos recaudados en Elías Piña, porque según dice, ahí se concentra el mayor índice de pobreza en el país.
“En Elías Piña de cada 100 personas 77 viven en condiciones de pobreza”, asegura.
Al terminar con los varios de Santo Domingo, el cambio en la vida de miles de familias lo quiere realizar en el sur del país y lo harán en un orden descendente, según la escala de pobreza a nivel provincial.
“Yo tengo fe de que nosotros vamos a comenzar en El Caliche, por lo menos con 500 familias, pero todo va a depender del monto recaudado”, dice.
Alfabetización digital Revela que la iniciativa, además de viviendas, también busca crear centros tecnológicos para el pleno desarrollo de los habitantes de la localidad.
“También habrán infraestructuras digitales, para que las personas tengan acceso a la tecnología. Pero lo adiestraremos para el buen uso de estas tecnologías”, expresa.
Del mismo modo, dijo que enfatizarán en los valores con la creación de iglesias para que las personas puedan trabajar en su vida espiritual y centros meditación, para que los habitantes puedan conocerse mejor.
“Este proyecto quiere ir más allá de cambiar la apariencia de un barrio marginado a un gran sector, sino que también quiere cambiar la mentalidad errónea de muchas personas, para que vayan por el camino correcto”, dice.
Las viviendas Cuenta que tiene un equipo compuesto de dos arquitectos, quienes se encargarán de dirigir la obra. “Ellos han diseñado casas de un valor aproximado de RD$500,000 a RD$ 600,000, las cuales son antisísmicas y anticiclónicas. Las casas tienen unas cuatro habitaciones. Queremos combatir la realidad de que casi el 99 por ciento de las familias que viven aquí duermen todos en una sola habitación. Entonces lo que queremos hacer es que los niños duerman en una habitación, las niñas en otra y los padres también tengan las de ellos”, expresa.
Dice que el proyecto será totalmente ecológico “donde se cuidarán los ríos, el suelo y toda la naturaleza”.
Precisó que todo el procedimiento para hacer las construcciones dependerá de las donaciones, y si consiguen un gran porcentaje de dinero antes de comenzar el trabajo “iríamos al Estado para que el presidente declare la zona como utilidad pública y ellos también puedan intervenir en coordinación con nosotros”.
Expresa que los cambios en esos barrios marginales buscan contribuir con tres elementos fundamentales: cambiarle la vida a las personas a través de una mejor vivienda, mejorar su educación, disminuir el índice de la violencia y desarrollo del país.
Dice que los ingenieros tienen la idea de construir edificaciones de tres niveles para unir tres familias y ahorrar espacio para los complementos de las viviendas. Entienden que si cada miembro de la familia se integra a la construcción de las casas, sentirán que aportaron en el gran cambio en sus vidas.
(+) UN LLAMADO A COOPERAR Dice que para poder cambiar la vida de miles de personas, necesitan la ayuda de las principales agencias de remesas del país.
“Nosotros contamos con cuentas en cuatro de los principales bancos del país, pero necesitamos el apoyo de las principales agencias de remesas como Western Union y Caribe Express, las cuales solo incluyen envíos familiares”, expresa.
Dice, además, que quieren llamar la atención de las iglesias evangélicas, Testigos de Jehová, Mormones, Bautistas, Adventistas y a todas las otras denominaciones religiosas, para que motiven a la feligresía a formar parte de esta noble causa.
“Igualmente queremos hacer un llamado al empresariado, al sector político, para que apoyen la causa una vez al año, y a los inmigrantes que viven en el país”, dice.
Igualmente llamó a las diversas organizaciones preocupadas por las personas de escasos recursos del país, para que aúnen esfuerzos y trabajen en coordinación, ya que entiende que juntos pueden realizar un mejor trabajo.
Entiende que en coordinación con el Estado pueden realizar un mejor trabajo en los barrios, la fundación encargándose de realizar las viviendas con los recursos de las donaciones, y el Estado con el aporte de las vías, alumbrado, alcantarillado, agua potable, entre otros complementos que garantizan una vivienda digna.
“También queremos hablar con el presidente de la República para que proclame mediante un decreto el mes de diciembre como el mes dominicano de la solidaridad”, dice.