NURYN SANLLEY
Sigue conflicto por ruido en anfiteatro
A casi seis meses de la inauguración del anfiteatro Nuryn Sanlley, ubicado en el parque Iberoamérica, continúan los disgustos de moradores del sector La Esperilla, quienes afirman que el Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) viola las normas ambientales para la Protección contra Ruidos y la ordenanza que el mismo cabildo creó cuando construyó el espacio.
Cuentan que las molestias por los ruidos y desorden que generan los espectáculos que allí se realizan los tienen desesperados, como ocurrió en el último evento artístico que se realizó el pasado sábado, el cual concluyó pasada la medianoche y excediendo los decibeles permitidos en zonas residenciales.
En respuesta a esta problemática, el alcalde del Distrito Nacional, Roberto Salcedo, dijo que se está rindiendo un informe como resultado de un levantamiento realizado por una comisión de la Procuraduría para la Defensa del Medio Ambiente y Recursos Naturales y del ayuntamiento, sobre las zonas afectadas, a fin de colocar sistemas que puedan mejorar significativamente esa situación.
“La posición de la alcaldía es una posición abierta, si alguna preocupación que podemos tener es que los niveles de armonía con nuestros vecinos siempre sean lo mejor y lo más óptimo, no queremos en modo alguno generar ningún tipo de perturbación a los vecinos”, expresó.
Salcedo dijo que en el anfiteatro las actividades no se realizan diariamente, pero que “lógicamente aun así nosotros entendemos que debemos tomar cuantas medidas sean necesarias para que el nivel de afectación sea imperceptible, y en eso estamos trabajando”.
Aseguró que están corrigiendo algunas situaciones, aunque admitió que hay otras que pudieron haberse escapado, pero que trabajan de manera rigurosa para corregirlas.
Reclamo Los residentes de La Esperilla dicen que a pesar de ser una zona residencial con dos centros de salud en su entorno, no han sido respetados y los constantes ruidos no los dejan descansar.
Según la presidenta de la junta de vecinos de La Esperilla, Bingene Salazar, la alcaldía se ha olvidado de que se trata de un parque que hay que preservar, además de la salud de quienes viven en la zona, que ya no pueden dormir debido a los altos ruidos.