ESCRITOR

Marcio Veloz Maggiolo: el nacionalismo es un dogma y obliga al dogma

NO HAY QUE ENFILAR CAÑONES, LA CRÍTICA DEBE SER QUIRÚRGICA PARA BIEN O PARA MAL DEL ESCRITOR O DEL CRÍTICO MISMO

El paso de los años encuentra a Marcio Veloz Maggiolo construyendo historias, las historias vitales que han forjado en él una obra integral con trayectoria y un activismo incesante.

Novelista, ensayista, articulista, hoy lo consideran el escritor vivo más importante de las letras nacionales, con ese aliento largo, con un objetivo bien afincado en el hecho consuetudinario de que el escritor entregado, primero tiene el compromiso de ser fiel a su propio pensamiento y coherente con sus temas unitarios, vertebrados en un barrio capitalino, Villa Francisca, eje de sus obras emblemáticas y de nostalgia, así como traductor del sentir de etapas fundamentales.

A Marcio Veloz Maggiolo nunca lo asustaron los retos creativos, de ahí su fervor por el experimentalismo, sus inserciones en mundos enfrentados a partir de episodios bélicos de tensión que anuncian eventos y situaciones levantiscas en el imaginario de una obra que se consagra a partir de libros como El Buen ladrón, Materia Prima, incitaciones reflexivas como La Vida no tiene nombre, el retorno a la atmósfera y la nostalgia en Ritos de Cabaret.

De esos autores de raigambre, que marcaron una huella imborrable en la mejor tradición literaria nacional como Juan Bosch, Virgilio Díaz Grullón, Pedro Henríquez Ureña, Manuel Rueda, Pedro Mir, Manuel Del Cabral, Aida Cartagena Portalatín, Hilma Contreras, Ramón Marrero Aristy y a nivel internacional Rómulo Gallegos, Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez, entre otros de aquí y de allá, es preciso estudiar la obra de Maggiolo, sus cimientos, al igual que esos autores mencionados, están afianzados para sobrevivir a la posteridad.

En esta entrevista hace acopio de una sabiduría que enmarca sus criterios en una prudencia a veces desesperante.

Está convencido, y así lo refiere, de que su evolución cultural tiene que ver con la experiencia, el ejercicio de la literatura y el aprendizaje que dejan los años.

Está firmemente convencido a la vez, de que la novelística actual revela que muchos autores jóvenes tienen materia prima y la manejan de modo apreciable y con éxito.

Con los años ha aprendido que los valores universales no se limitan a las cuatro paredes de lo que considera dogmático, al entender que conceptos como el nacionalismo son limitantes en el crecimiento de un autor.

“El nacionalismo es un dogma y obliga al dogma. Nunca he sido dogmático”, es lo único que dice cuando le preguntamos: ¿Es usted nacionalista o las fronteras, en este mundo globalizado, no existen?

A continuación la entrevista:

Muchos consideran que es usted el escritor dominicano vivo de mayor importancia en el país, ¿sirve para algo esa consideración, en un país con tantas taras sistémicas en el entorno cultural?

MVM: Muchos creen eso, pero ello implica que mi "vida" puede borrar la obra, lo que considero falso. Creo que un autor vivo y uno muerto son buenos por su calidad, y no responden a la coyuntura de la superveniencia.

¿Cuál ha sido la evolución del Marcio Veloz Maggiolo desde El buen ladrón, De Abril en adelante, Los Ángeles de hueso, Materia Prima o el Sueño de Juliansón, de crecimiento o decadencia?

MVM: Mi evolución cultural, como sucede en muchos casos, tiene que ver con la experiencia y el ejercicio de la literatura y con el aprendizaje que dejan los años en mi vocación. No me encierro en épocas ni en un mismo estilo. Escribo según el momento en que vivo.

Un hombre de una trayectoria tan vasta nacional e internacionalmente hablando, con todos los reconocimientos habidos, incluyendo el Premio Nacional de Literatura de la Fundación Corripio y el Ministerio de Cultura, ¿es un consagrado, ejemplo para las nuevas generaciones?

MVM: Creo que lo de consagrado, ejemplo para las nuevas generaciones, no lo decido yo, sino aquellos que ven en mi honestidad con mi país el camino a seguir.

Si se le acercara alguien, un niño de diez años, un adolescente de catorce, un joven de veinte o un adulto joven de 40, qué libro de Marcio Veloz Maggiolo le recomendaría?

MVM: Les recomendaría un libro para su edad. Todas las edades son diferentes y cada edad tiene sus lecturas.

¿Sigue siendo República Dominicana un país de poetas y cuentistas, o la novela rompió esos esquemas?

MVM: La novelística actual revela que mucha gente, autores jóvenes, tienen suficiente materia prima y la manejan de modo apreciable y con éxito.

¿Hace falta una crítica literaria seria y objetiva o estamos bien a la libre, sin que nadie enfile los cañones hacia la novelística nacional?

MVM: No hay que enfilar cañones, la crítica debe ser quirúrgica para bien o para mal del escritor o del crítico mismo.

¿Qué cree que falta en República Dominicana para que el escritor real, quien trabaja en un ejercicio sincero, cuente con las herramientas que faciliten su ejercicio, tomando en cuenta un mercado editorial prácticamente complejo cuando no inexistente?

MVM: Se necesita un medioambiente cultural en el que todos podamos tener las mismas oportunidades y una cultura sobre lo que escribimos. Si somos novelistas todos debemos conocer a Faulkner, si cuentistas debemos navegar en el mar de Chéjov y Cortázar.

¿Puede República Dominicana presentar sin muchas dificultades a la comunidad internacional a un escritor con base sólida que califique para apostar por el Premio Cervantes, o el Nobel de Literatura? ¿En quién piensa? ¿En Marcio Veloz Maggiolo?

MVM: Pienso que los grandes premios honran al premiado, y que lo de presentar es cuestión de razones, pasiones y creencias según sea la formación cultural de los otros. Los otros son las voces clamando en el desierto de la aseveración y las dudas metódicas, porque nadie es al final, el conocedor de la interioridad del escritor y de sus personajes.

¿Qué opina del desdén que se muestra desde muchos ámbitos hacia los autores dominicanos y las preferencias de autores del exterior sobre nuestros escritores, es cierto que esto se debe a que tienen una mayor calidad o que se trata de una realidad impuesta por las propias deficiencias sistémicas del país?

MVM: El mercado es tanto nacional como internacional. Los premios son aves de paso.

¿Podemos competir desde nuestra realidad actual en un mundo editorial cada vez más competitivo y signado por poderosas casas editoriales, que en nuestros mundos literarios locales se rigen por el grupismo y la exclusión?

MVM: Las calidades son juicios de valor. La llegada a un público distante es un trabajo que a veces compite con los intereses en todos los campos. Podemos competir, y salir airosos. Solo falta que una obra alcance notoriedad y que los dueños de las editoriales crean en la posibilidad de superar a los otros, o de por lo menos estar a su altura.

¿Qué escritor o escritora dominicana le representa y por qué?

MVM: No aprecio bien esta pregunta, pero si habla de preferencias las hay según las épocas y los gustos. Como creo que la literatura local puede ser grande y desconocida, ausente de ecos comerciales, creo que muchos autores latinoamericanos con fama bien ganada en sus países, siguen siendo mejores que muchos premiados por el atractivo editorial que representan a pesar de su mediocridad.

¿Han sido responsables los intelectuales dominicanos con su realidad, sus valores o traidores como denuncia Manuel Núñez en su libro El Ocaso de la Nación Dominicana, al minimizar las luchas patrióticas de la Independencia contra las tropas haitianas?

MVM: No creo en juicios de valor absolutos. El autor no es responsable de la historia que lo acogota a veces.

¿Es usted nacionalista o las fronteras, en este mundo globalizado, no existen?

MVM: El nacionalismo es un dogma y obliga al dogma. Nunca he sido dogmático. Biografía activa

Marció Veloz Magrillo (nacido el 13 de agosto de 1936 en Santo Domingo) es un escritor, arqueólogo y antropólogo dominicano. Autor prolífico, tanto de temas académicos como literarios, ha sido traducido al alemán, inglés, italiano y francés.

Pasó su infancia y adolescencia en Santo Domingo, donde cursó sus estudios primarios y secundarios. Se recibió de bachiller en 1957 y en 1962 obtuvo una licenciatura en Filosofía y Letras en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. En 1970, recibió un doctorado en Historia de América de la Universidad Complutense de Madrid. También realizó estudios de periodismo en Ecuador.

Ha desempeñado los cargos de director del Departamento de Antropología e Historia de la Universidad de Santo Domingo, Sub-secretario de Estado de Cultura, director de investigaciones en el Museo del Hombre Dominicano, de Santo Domingo y del Museo de las Casas Reales. Ha sido embajador de la República en México, Perú y Roma.

Ha recibido diferentes premios como el Premio Nacional de Poesía en 1961 y Premio Nacional de Novela en 1962, 1981 y 1992. También en 1981 recibió el Premio Nacional de Cuento.

Obra Poética

Como poeta , Maggiolo ha publicado.:

El sol y las cosas. Ciudad Trujillo: Colección Arquero, 1957.

Intus. Santo Domingo: Colección Arquero, 1962.

La palabra reunida. San Pedro de Macorís: Universidad Central del Este,1982.

Apearse la máscara. Santo Domingo: Biblioteca Nacional, 1986.

Novelas y cuentos

El buen ladrón. Ciudad Trujillo: Colección Arquero, 1960.

Los ángeles de huesos. Santo Domingo: Editora Arte y Cine, 1967.

De abril en adelante. Santo Domingo: Editora Taller, 1975.

De donde vino la gente. Santo Domingo: Editora Alfa y Omega, 1978.

Bio-grafía difusa de Sombra Castañeda. Santo Domingo: Editora Taller, 1980.

Novelas cortas. Santo Domingo: Editora Alfa y Omega, 1980.

Florbella. Santo Domingo: Editora Taller, 1986.

Materia prima. Santo Domingo: Fundación Cultural Dominicana, 1988.

El prófugo. Santo Domingo: Ediciones Brigadas Dominicanas, 1962.

Creonte: seis relatos. Santo Domingo: Colección Arquero, 1963.

La vida no tiene nombre. Santo Domingo: Colección Testimonio, 1965.

La fértil agonía del amor. Santo Domingo: Editora Taller, 1982.

Cuentos, recuentos y casi cuentos. Santo Domingo: Editora Taller, 1986.

El jefe iba descalzo. Santo Domingo

La Verdadera Historia de Aladino: Editora Santillana Alfaguara 2007

Ritos de cabaret, 1992.

Memoria tremens, 2009.

La Mosca soldado, Ed. Siruela, 2003

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