LA CRISIS DEL PERREDEÍSMO

División, única salida en el PRD

Hipólito Mejía y Miguel Vargas Maldonado mantienen un enfrentamiento por el control del PRD, que se prolonga desde la convención del 2011 y hasta ahora han fracasado todos los esfuerzos de mediación, incluyendo el de los representantes de la iglesia Católica

La semana pasada fue la peor para el PRD desde el asalto a su Casa Nacional el 26 de enero, porque la división ya es aceptada como la única salida a la brega entre el sector del ex presidente Mejía y el presidente partidario, Miguel Vargas Maldonado. Se plantea actualmente en círculos internos del PRD que la larga lucha entre los dos sectores terminará con la división que dejaría a Vargas Maldonado con las siglas del que fuera principal partido del país y al grupo de Mejía con el chance de fundar un nuevo partido. Mejía reconoció hace días que la situación de pugnacidad en el PRD tiene hastiada a la ciudadanía, pero al mismo tiempo amenazó con lanzar su gente a las calles luego de un fallo del Tribunal Superior Electoral que fue adverso a su causa. La crisis del PRD se produce en momentos en que el PLD luce envalentonado y con su presidente, el doctor Leonel Fernández, diciendo que ese partido gobernará hasta el 2036, un poco más de lo que había vaticinado meses atrás, en parte por la crisis del perredeísmo. Un sabio de la vida nacional y mediador en mil crisis, monseñor Agripino Núñez Collado, le advirtió el pasado miércoles al PRD que “no llegará al poder si no recapacita”. Al darle vigencia a lo dicho por el doctor Fernández, el sacerdote vaticinó que el PRD quedará fuera “por el resto de lo que aquí se llame democracia”. PRD a las callesEl ex presidente Mejía llamó a la militancia del PRD a lanzarse a las calles como única alternativa tras perder el recurso de amparo sometido ante el TSE para que 69 de sus seguidores fueran incluidos entre quienes tienen derecho a participar en la reunión de su Comité Ejecutivo, lo que le habría permitido dominar con mayoría. El llamado del ex presidente Mejía pareció caer en el vacío y concitó también el rechazo no solamente de sectores oficialistas sino también de medios de comunicación, que vieron como un trastorno de la situación que el problema político interno fuera un factor de desestabilización. Parecería que Mejía y su grupo no encuentran alternativa a la crisis por lo que el ex gobernante revivió por segunda vez en los últimos meses la divisa que fuera original del doctor Peña Gómez en momentos de beligerancia contra el régimen del doctor Balaguer. La brega entre Mejía y Vargas Maldonado ha devenido al parecer en un fortalecimiento del segundo y el sector llamado “institucional” que gobierna el partido desde la última convención nacional que fijó una fecha para el término de la directiva ahora en franca discusión. Vargas Maldonado ha dado muestras de mesura y aplomo en sus declaraciones y posturas públicas, al punto que aceptó reunirse con Mejía en casa del mayor general retirado, José Miguel Soto Jiménez, presidente de la Quinta República pero amigo del PRD, cuando ya se creía que todo estaba perdido. La beligerancia de Mejía en el manejo del conflicto ha sobrepasado el consejo de algunos colaboradores quienes piden una reunión del Comité Ejecutivo Nacional de consenso, lo que parece imposible por la desconfianza mutua y el temor a un nuevo asalto a la Casa Nacional. Al insistir en su discurso de que la dirección institucional llevará el partido a su fortalecimiento con gente de paz y respetuosa de los estatutos, Vargas Maldonado buscó distanciarse de las amenazas de Mejía, que serían también contra el régimen del PLD. Con el cambio de tono por la situación de su partido, el ex presidente Mejía también varió su posición sobre el régimen de Medina, al cual había apoyado sobre todo en su enfoque de la problemática agrícola. El martes pasado lo calificó como “gobierno corrupto”, sin dar pruebas. Leonel amenazaLa amenaza del ex presidente Fernández, durante la apertura del Octavo Congreso Comandante Norge Botello, de que su partido gobernaría hasta el 2036, alteró los ánimos del sector de Mejía y posiblemente de muchos perredeístas que están en oposición desde el 2004. En el análisis del domingo pasado se dijo que a partir del Octavo Congreso se iniciaba la carrera por la postulación en las elecciones del 2016. El doctor Fernández ha estado mayormente silente en la Fundación Global, pero en el Octavo Congreso como antes, habló con insinuaciones. El momento del discurso fue en alguna medida una revitalización para el ex gobernante, quien parece preparado para disputar a lo interno de su partido la candidatura presidencial del 2016, enfrentando a aspirantes menores adictos a los cargos públicos que fueron sus funcionarios. Fernández tiene a su favor además de un cierto delirio de las masas de su partido que no quisieran correr riesgos, el hecho de que se le despeja el camino empedrado de denuncias tras haberse archivado por disposición judicial la querella presentada por Alianza País. Mientras se desarrolló el comienzo del Octavo Congreso, el presidente Medina se acomodó en su sillón porque, en cualquier situación futura que decida su partido, él será un ente fundamental como lo fuera el doctor Fernández para su elección el año pasado, y porque no tiene nada que perder. Quizás advertido de la seriedad de la situación del PRD, Medina respaldó que su ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul dispusiera la adopción de medidas para evitar que escoltas militares y policiales activos de Mejía y Vargas Maldonado pudieran involucrarse. El pasado viernes el jefe de la Policía Nacional, mayor general Manuel Castro Castillo se reunió con los jefes de escoltas de Mejía y Vargas Maldonado, mayor general, Carlos Díaz Morfa y general (r) Rafael Guerrero Peralta, PN, para acordar medidas de orden ante la proyectada reunión del CEN. Vargas Maldonado le había pedido semanas atrás al presidente Medina su intervención en la forma de resguardar la Casa Nacional del PRD por la reunión del CEN, recordando lo ocurrido en enero. Se anunció que hoy domingo el presidente del PRD dará un discurso al país sobre la crisis. Medina con la situación de reconocimiento de la opinión pública a su favor, no quisiera que un acontecimiento partidario le dañe el punto cuando está a pocos días de cumplir su primer año en la Presidencia, que espera celebrar con la entrega de un racimo de obras públicas.

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