GABRIELA ROSA

Asambleísta criolla es ejemplo de tenacidad

DURANTE MÁS DE 15 AÑOS HA OCUPADO POSICIONES QUE LE HAN PERMITIDO AYUDAR A LA COMUNIDAD LATINA EN EEUU

“Mi límite es el cielo, no hay nada imposible, ni nada que no podamos lograr”. Más que una frase, es la filosofía de vida de Gabriela Rosa, primera mujer dominicana en llegar a la Asamblea Estatal de Nueva York. Durante una visita a LISTÍN DIARIO, la asambleísta compartió su vida, experiencia y labor en el cargo legislativo que ha logrado obtener por la tenacidad, constante esfuerzo y el apoyo de la gente y el equipo de trabajo que la acompañó hasta lograr el cometido deseado. Rosa se autodenomina como una dominicana “de pura cepa”, ya que fue en este país donde se crió y logró su formación académica antes de partir hacia la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, a la edad de 27 años. Su educación pre universitaria fue en el Colegio Quisqueya, luego se graduó de Técnico en Mercadeo en la Universidad Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) y después hizo la Licenciatura en Economía en el Instituto Tecnológico (Intec). Una vez radicada en la “Gran Manzana”, continuó sus estudios, pero en esa ocasión en el área de las Ciencias Políticas, con el fin de construir su camino hacia lo que hoy se ha convertido. Se define como emprendedora en su rol de madre, activista, amiga y solidaria. Rosa se ha destacado por ser una líder comunitaria durante más de 15 años, desempeñando diversas posiciones importantes que le han permitido ayudar a la comunidad, entre ellas jefa de personal de la oficina del asambleísta, Denny Farrell. “Yo hice una maestría en Ciencias Políticas, de los 12 años que estuve trabajando con otro asambleísta; es decir, antes de postularme para la posición que ostento hoy, yo me estuve preparando por 12 años entrenándome a nivel político, operativo y legislativo para obtener todas las herramientas necesarias de lanzarme a una campaña electoral y poder salir airosa”, expresó la asambleísta. Rosa recuerda lo intensa que fue la contienda electoral y cómo tuvo que batallar para lograr ocupar un lugar en la legislación estadounidense, y desde ese cargo poder dar apoyo y orientación a los dominicanos radicados en ese país, así como a la comunidad latina en general. LaborExplica que el rol de un asambleísta en Nueva York equivale a las funciones de un diputado en República Dominicana. Refiere que en ella no solo recae la responsabilidad de representar a los ciudadanos residentes en el distrito 72, que cubre Washington Height, Inwood y Marble Hill, sino también de otras nacionalidades.

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