El tortuoso camino de la reforma migratoria

Luego de aprobarse en el Senado de EEUU, el proyecto de reforma migratoria tendrá que pasar la prueba en la Cámara de Representantes. Hay un marcado positivismo en torno a la propuesta por la rapidez que se logró el consenso en la Cámara Alta y por tratarse de un proyecto bipartidista. Sin embargo, no es un hecho consumado. Allí reposa un proyecto alternativo para enfrentarlo al aprobado, y más que una reforma integral prefieren discutir temas puntuales como medidas para reforzar la seguridad fronteriza. Los argumentos de que la reforma no puede ser una vía para alcanzar la ciudadanía, los indocumentados no deben acceder a beneficios federales mientras regularizan su situación y de que se alargue el proceso más allá de 13 años, atentan con desvirtuar el proyecto del Senado. Por un lado, el Partido Republicano es consciente de que el desliz durante la campaña del candidato Mitt Romney de proponer deportar a los indocumentados, le costó el apoyo hispano, obteniendo solo un 27 por ciento del voto hispano en las elecciones de 2012; mientras que en las dos elecciones pasadas el candidato republicano ob- tuvo aproximadamente un 35%. Pero por otra parte, las preferencias del voto nacional difieren del distrital y la cantidad de miembros de la Cámara de Representantes, cuatro veces mayor que el Senado (435 versus 100), dificultarían llegar a un acuerdo. La próxima elección parlamentaria, en la cual la mayoría de los legisladores de esta cámara se reeligen, podría presionarlos a votar de un modo u otro. Hay zonas conservadoras en donde existe un marcado rechazo a los indocumentados porque consideran que los despojan de sus trabajos y no merecen la “amnistía”. Representantes republicanos podrían perder el apoyo de la base más conservadora del partido, como ha sucedido con el senador por la Florida, Marco Rubio, por su soporte al proyecto. Además existe el temor de que, aún los republicanos contribuyan a la causa, la reforma se perciba como un logro de la administración Obama, y que el voto positivo en el Senado de 14 republicanos no sea suficiente para presionar a sus pares, ya que, aunque se llegó a un acuerdo en un tema tan controverti- do, representa sólo el 30 por ciento de la totalidad de los senadores del partido. A pesar de las trabas para aprobar el proyecto, la disminución de la presión migratoria en la última década y las cifras que muestran que con la legalización se aumentarán los ingresos del Estado y se estimulará el crecimiento económico, podría crear un entorno favorable. De igual manera, la posición a favor del representante republicano por Wisconsin Paul Ryan (candidato vicepresidencial 2012), de posiciones ultraconservadoras, podría persuadir a los detractores del proyecto. Habrá que evaluar el peso que tendrá en el debate las consideraciones nacionalistas. Los que entienden que con la aprobación se modificará la cultura angloprotestante del estadounidense frente a los que defienden que cumpliendo con el requisito del manejo del inglés los inmigrantes podrían ser asimilados, reafirmando el melting pot en donde se mezclan los ingredientes y quede la misma esencia, y los que simplemente arguyen que con la reforma se estará reconociendo una situación ya de facto e histórica; EEUU: una nación de inmigrantes. PUNTOS CLAVES DEL PROYECTO APROBADO (( Una ruta para que los inmigrantes que llegaron ilegalmente antes del 31 de diciembre de 2011 obtengan la ciudadanía . (( Millones de dólares para reforzar la seguridad fronteriza antes de empezar el proceso . (( Programas de visado para inversionistas extranjeros, trabajadores no profesionales y el sector agrícola . (( Un programa para verificar electrónicamente el estatus legal de los empleados en el período de cuatro años .