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DESPUÉS DE TRUJILLO

Libertades públicas con trastornos

HISTORIADORES, JURISTAS Y SOCIÓLOGOS SOSTIENEN QUE EL PROCESO VIVIDO TRAS EL AJUSTICIAMIENTO DEL DICTADOR TRUJILLO SE HA DESARROLLADO CON MUCHOS TRASTORNOS

A 50 años de la desaparición de la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo Molina (1930-1961), la República Dominicana no goza plenamente del disfrute de las libertades públicas que requiere un país independiente y democrático. La afirmación surge de varios historiadores, juristas y sociólogos, entrevistados por Listín Darío, a propósito de conmemorarse el 50 aniversario del ajusticiamiento de Trujilllo, acontecimiento que se produjo el 30 de mayo de l961. Los juristas Negro Veras y Ramón Pina Acevedo, el historiador Antinoe Fiallo y el sociólogo Franklin Franco, coinciden en que a pesar de que es a partir del ajusticiamiento del dictador Trujillo que República Dominicana comienza a disfrutar de libertades públicas, el proceso se ha desarrollado con muchos trastornos, lo que ha impedido que en la actualidad los ciudadanos dominicanos disfruten plenamente de ese derecho. Para el jurista Ramón Antonio (Negro) Veras el 30 de mayo de l961 marca un espacio histórico de la lucha de todos los dominicanos por la libertad, el cual se fortaleció aun más con la llegada del profesor Juan Bosch al gobierno en l963, cuando el pueblo pudo ejercer sus libertades y verlas consagradas en la Constitución votada ese año, a pesar de que esa situación solo duró 7 meses. “Pero después de concluida la contienda bélica del 65 el país vio ahogado su derecho a la libertad durante los 12 años de gobierno del doctor Joaquín Balaguer que impuso el terror y la represión institucionalizada”, sostuvo Negro Veras. Sin embargo, precisó que desde esa época a la fecha el pueblo ha disfrutado tímidamente de libertades públicas que no son las que merece y a las que aspira, y por las cuales ha luchado. “Se puede hablar hoy en el año 2011 del ejercicio de tímidas libertades públicas, no en sentido total, porque la libertad como concepto general e institucional en nuestro país no existe”, consideró Veras. A su juicio, para el ejercicio pleno de la libertad no basta con que las mismas figuren estampadas en la Constitución, sino que ellas sean y formen parte de la vida coti diana del pueblo, combinadas con el ejercicio y disfrute pleno de los derechos económicos y sociales. Negro Veras considera que no se puede decir que en el país existe libertad de expresión por el hecho de que el pueblo pueda vociferar o manifestar tal palabra, sino cuando la sociedad tenga garantizados los medios a su alcance para el ejercicio de esa libertad de expresión. “La libertad plena en sentido general el pueblo dominicano no la disfruta, por ejemplo, la libertad de tránsito es una libertad condicionada a la posibilidad económica, porque para una persona que no tenga libertad internacional ese derecho no existe”, sostuvo. El destacado jurista considera que lo mismo ocurre con la libertad sindical y la libertad de expresión y difusión del pensamiento, porque las mismas están condicionadas, lo que impide que se ejerzan plenamente. Por esa razón, Veras considera que si se hace un análisis serio sobre las libertades publicas, se podría concluir en que desde el 23 de febrero de l930 cuando Trujillo inició su carrera política, hasta hoy, los métodos y cultura del dictador están presentes en el país. Pina Acevedo “Para mi las libertades públicas después de Trujillo se han ampliado infinitamente, porque hay que convenir, confesar y admitir que mientras Trujillo estuvo en el poder las libertades públicas estaban muy restringidas y recortadas, pero después de su muerte todo cambió en ese sentido”. Así inicia el doctor Ramón Pina Acevedo sus declaraciones respecto a las libertades públicas después de Trujillo, quien sin embargo, consideró que eso no signifi ca que al día de hoy las libertades públicas hayan fl orecido como debería ser, lo que atribuye a que las mismas se ejercen con cargo a las preferencias y conveniencias de quienes tienen el encargo de mantener ese derecho de los ciudadanos. “Porque, gracias a la hipocresía de muchos sectores en este país las libertades públicas muchas veces quedan recortadas”, agregó Pina Acevedo. No obstante, el destacado jurista considera que el sistema legislativo del país tiene todos los avances que requiere una nación civilizada y moderna. “Y en nuestra ley no hay ninguna disposición actual que restrinja las libertades públicas”. Puso como ejemplo la Ley 6132 sobre Expresión y Difusión del Pensamiento, la cual considera una de las leyes más completa con que cuenta el país. A juicio del jurista Acevedo, para que el país disfrute de verdaderas libertades públicas falta que los encargados de respetarlas sean más sinceros y menos hipócritas. Antinoe Fiallo Para el historiador y sociólogo José Antinoe Fiallo, después de la desaparición de Trujillo la República Dominicana ha ido pasando de una dictatura trujillista a una modalidad de dictadura en la que la mayoría de la población es excluida y manipulada, sin disfrutar plenamente de sus libertades. “Entonces hay una cierta mitología que se ha ido creando, en el sentido de que supuestamente después de la ejecución de Trujillo hemos ido transitando a un sistema que ha sido denominado democrático-representativo que efectivamente no es representativo, porque la mayoría de la población no tiene participación”, sostuvo. Estimó que la “supuesta libertad de expresión de que goza el país habría que llevarla a una discusión de fondo”, ya que a su juicio la mayoría de la población no tiene la posibilidad de opinar ni cuenta con los recursos para accesar a los medios de comunicación. “Incluso cuando en determinados momentos hay situaciones difíciles y algunas personas, como es mi caso, opinamos críticamente podemos tener la seguridad de que nos intervienen los teléfonos e incluso se nos hostiga social y políticamente, y se nos pretende presionar”, sostuvo. Franklim Franco El sociólogo Franco afirma que después de la desaparición del dictador el país ha avanzado, pero afi rma que ese avance no ha sido hacia la dirección que la inmensa mayoría de los dominicanos aspira. Franco puso como ejemplo el hecho de que ya las persecuciones políticas han desaparecido y que en el país se respeta la libertad de tránsito y de expresión y difusión del pensamiento, lo cual dijo no existía durante la tiranía trujillista. “La gente se restringe por los temores que todavía persisten en la mente de muchos dominicanos, pero hemos logrado ciertos avances, naturalmente, ha sido un avance tortuoso, porque esos logros que hemos alcanzado después de la desaparición de Trujillo fueron absolutamente opacados y amenazados durante los 12 años de gobierno del doctor Joaquín Balaguer”, explicó. Indicó que después de la desaparición de ese régimen República Dominicana comenzó a disfrutar plenamente de esas libertades, lo que considera es una de las conquistas más importantes que se le puede atribuir al Partido Revolucionario Dominicano (PRD), por la apertura que se registró en el año 1978 a partir del gobierno que encabezó el presidente de Antonio Guzmán Fernández. (+)APARENTE AMBIENTE “LIBERAL” DEL RÉGIMEN Y LOS ASESINATOS, PERSECUSIÓN Y ENCARCELAMIENTOS De acuerdo con expertos e historiadores durante los 30 años de la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo, el país solo vio algunos elementos de respeto a las libertades cuando fue formada la Organización de las Naciones Unidas y la carta de libertades, a la cual se adhirió el dictador por asuntos de conveniencia. En ese entonces promovió un ambiente “liberal” dentro de la dictadura, permitiendo el brote de una pequeña oposición que encabezó el Partido Democrático Revolucionario Dominicano, al cual se sumó la agrupación Juventud Democrática, que fungía como apéndice del Partido Socialista Popular, organizado en 1946. Trujillo ofreció además garantías para los hombres de ideas contrarias al régimen. También se formaron algunos sindicatos, pero poco tiempo después sus principales dirigentes terminaron siendo perseguidos, encarcelados o asesinados. No fue si no hasta la caída del régimen dictatorial cuando se comenzaron a manifestar libremente los dominicanos y se instalaron partidos políticos como el PRD y la Unión Cívica Nacional junto a otras ocho organizaciones.

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