ANÁLISIS
Decisión de Leonel Fernández no ha sido entendida a plenitud
CREEN QUE LA BREGA QUE SE HA PRODUCIDO MÁS QUE NADA PERJUDICA AL PLD
La neutralidad que el presidente Fernández proclamó cuando anunció que no se presentaría a la reelección, quizá no es plenamente entendida, por lo que en torno a la misma se ha producido una brega que más que nada perjudica las posibilidades del PLD. El aspirante presidencial principal del PLD, Danilo Medina, declaró el pasado sábado 7 en Monte Plata, que quienes se quedan neutrales en la contienda interna de esa organización, serían unos “traidores” ya que si no lo prefieren a él hay otras opciones. La afirmación de Medina, hecha durante un acto público y en un discurso improvisado, ha causado indignación y rechazo entre los otros aspirantes presidenciales, y confusión entre la militancia partidaria, ya afectada por el retiro de Fernández y esposa. Hay quienes creen que el candidato Medina no ha sopesado bien la necesidad que tiene su candidatura interna de contar con el apoyo de los otros aspirantes a la nominación y con el presidente Fernández, dueño supuestamente de 2 millones de votos. Los estrategas de Medina han entendido que un grupo de senadores, diputados y otros dirigentes en todo el país, serían parte de una maniobra para perjudicarlo y alimentar la fuerza de otro de los precandidatos, porque proclaman que son neutrales. El presidente de la comisión electoral, doctor César Pina Toribio quiso anticiparse a los problemas internos cuando advirtió que el voto del militante es obligatorio e irrenunciable, por la disciplina y la mística que los caracteriza. La neutralidadEl presidente Fernández tenía que ser neutral ya que de no serlo tras su retiro podría haber dado la impresión de que beneficiaba a alguno de sus compañeros aspirantes y, por tanto, perjudicaba a otros, en una carrera que al parecer creen de vida o muerte. Quien se vería afectado por el hecho de que el Presidente no fuera neutral es Medina, que además arrastra la inconformidad que en el seno del círculo presidencial y en otros ámbitos del PLD, surgió cuando se separó del régimen y tras perder la convención. Los votos que acompañarían la decisión del Presidente cuando se escoja al candidato presidencial, son tantos, que podría asegurarse que sin los mismos, ni el aspirante Medina ni ningún otro harían un papel sobresaliente frente a la candidatura del PRD. El pasado domingo, según se publicó, el presidente Fernández sostuvo una reunión en su oficina de la Fundación Global con el aspirante Medina, en lo que se dijo que fue una primera de una serie de reuniones privadas con todos los aspirantes. Los precandidatos señalados como minoritarios por las encuestas, José Tomás Pérez, Francisco Domínguez Brito, Franklin Almeyda y Radhamés Segura, habían convocado una reunión ayer lunes en la cual se comentaba se firmaría un pacto, pero a último momento la cancelaron. Del grupo de cuatro, Almeyda ha sido el más agresivo contra la precandidatura de Medina. Ayer se publicó que ese político habría dicho: “yo he sostenido que Danilo Medina no gana esta candidatura”. La rigidez de la posición de los precandidatos y la impresión que tienen y transmiten al público de que cada uno de ellos podría ganar la candidatura y eventualmente derrotar la del PRD, es una presión adicional para el doctor Fernández quien tendría sus propios numeritos sobre cada quien. Las encuestas hablanLas últimas encuestas patrocinadas por Gallup-Hoy y Penn and Shoen-SIN, le otorgan ventaja al ex presidente Mejía, aunque los estrategas de Medina tratan de disminuir la importancia de las mismas con el alegato de que aún no ha sido proclamado, por lo que no se puede medir ahora las fuerzas de Mejía y Medina. Por su lado los partidarios del ex presidente Mejía, quien salió adelante dos meses antes de la convención del PLD el próximo 26 de junio, saben que las ventajas de las encuestas tiene un componente sicológico y otro material derivado de las recaudaciones. Para el PRD y su candidatura, con las recaudaciones en el piso luego de la convención que costó 30 millones de pesos, una bocanada de aire fresco de las encuestas podrían acercar a los “inversionistas” que siempre apuestan al que creen va a ganar. Cuando se ve el despliegue dado por algunos medios a los resultados de las encuestas que otorgan al ex presidente ventaja sobre Medina, si las elecciones fueran en el momento en que se hicieron hace un mes, se comprendería la presión de esos datos. Según Gallup-Hoy, al 46% de los electores les gustaría que Mejía fuera el próximo presidente de la República. En la Penn and Shoen-SIN, Mejía llegaría más lejos, hasta el 47% y una proporción de 9% de indecisos que lo haría ganar en primera vuelta. El apuro aparente en que estaría el PLD para sacar adelante su convención y postular al candidato más sólido, ha hecho que los ojos de muchos se fijen en la Primera Dama, doctora Margarita Cedeño en una fórmula que sería Danilo-Margarita. Para que la misma se materialice tendrían que concurrir varios factores: que los precandidatos lleguen a un acuerdo de que Medina es el preferido, que el presidente Fernández lo acepte y que pueda convencer a su esposa, desairada por la alta dirigencia del partido cuando la campaña a favor de su candidatura cobró fuerza.