Sepultan los restos de Víctor Villegas

Ayer, entre las tres y las cuatro de la tarde, dieron el último adiós al poeta Víctor Villegas. Hubo emociones. El Cementerio Cristo Redentor, con el sol de la media tarde en su mayor despliegue, llevó a los familiares de Víctor Villegas, sus contertulios y compañeros inseparables, a llorar juntos. Orlando Jorge Mera, esposo de Patricia, una de las hijas del poeta petromacorisano, Premio Nacional de Literatura en el 2000, al leer un panegírico ante el pie del sepulcro, resaltó: “Fue tan noble en su vida, que a pesar del dolor provocado por la voracidad de la enfermedad que padecía, nunca tuvo una expresión de dolor o de queja. Al contrario, lo tomaba con ese alto sentido del humor que siempre le caracterizaba”. Dijo de su suegro que “tenía una extraordinaria creatividad, que en su vida diaria era muy fina la raya que separaba la ficción de la realidad”. “Extrañaré los cafés que me tomaba en su casa. Siempre le decía que este era el mejor café del mundo, porque cada encuentro era una enseñanza”, destacó.