ODONTOLOGÍA

Falta de empleos amenaza calidad de la Odontología

REPÚBLICA DOMINICANA TIENE ONCE ESCUELAS QUE GRADÚAN CADA AÑO A UNOS 200 DENTISTAS

El país cuenta con 11 universidades o escuelas de Odontología que cada año gradúan a unos 200 odontólogos que salen sin tener un mercado laboral que les garantice su inserción. Esto, de acuerdo a conocedores del área, ha dado paso a una generación de odontólogos subempleados por redes aseguradoras que reciben sueldos entre 5,000 y 15,000 pesos mensuales con horario de ocho o más horas diarias de trabajo. Otros, en cambio, no reciben sueldos, sino que trabajan por una comisión entre 25 y 30 por ciento del costo del servicio que paga el paciente. Esta modalidad de pago convierte la profesión, para muchos de estos profesionales, en una peligrosa bomba de tiempo porque lleva al odontólogo a anteponer la cantidad por encima de la calidad del servicio que brinda. En otros casos, aseguran, crece la práctica de diagnosticar al paciente tratamientos que no necesita, sobre todo descubrir caries donde no las hay, como forma de abultar sus porcentajes de ganancias. Esa realidad es conocida y preocupa a profesionales del área y a la Asociación Odontológica Dominicana, afirma su presidente, Adolfo Rodríguez, que define la situación como muy peligrosa. El profesional de la salud bucal la atribuye al crecimiento “desproporcionado e incontrolable” de las escuelas de Odontología en el país, muchas de las cuales reconoce que están muy bien preparadas en esa área, pero también propician una masificación de la profesión. “Antes había dos, ahora hay 11 escuelas, y se está en proceso de abrir otra más”, reflexiona Rodríguez. A su juicio, cuando un odontólogo es contratado por porcentaje eso implica una baja en la calidad del servicio, porque mientras más gente se atienda, más se gana. Critica que los gobiernos hayan aprobado escuelas sin ninguna regulación, lo que lleva a que existan universidades donde no se justifican. “Imagínate un país de apenas 32 provincias tiene 11 universidades de Odontología, es verdad que hay mayor acceso para que la gente pueda estudiar, pero al masificarla se le hace daño a la profesión”, afirma. Dice que es indudable que en el país hay muy buenas escuelas de Odontología, pero que a la Asociación le llama la atención que la Secretaría de Educación Superior Ciencia y Tecnología ha hecho evaluaciones que no ha publicado, por lo que no hay datos precisos sobre cuáles cumplen o no con los requisitos indispensables. Hasta hace unos años, los odontólogos que querían especializarse en alguna área de la salud oral tenían que salir del país a cursar la especialidad en el extranjero. Sin embargo, actualmente varias universidades dominicanas, entre ellas la Autónoma de Santo Domingo (UASD), Iberoamericana (Unibe) y la Universidad Católica, imparten programas de post grado. La mayoría de las universidades tienen también escuelas de pre-grado. Mala prácticaOtra modalidad que preocupa a pacientes, como es el caso de la periodista Cándida Acosta, es el hecho de que centros privados traen al país especialistas extrajeros a realizar operativos de colocación de implantes odontológicos, que se realizan a más bajos precios, pero sin tomar en cuenta las medidas de control y seguimiento necesarias. Refiere que a ella le colocaron un hueso artificial que fue rechazado por su cuerpo y le provocó una infección. Precisó que acudía semanalmente a la clínica aquejada de dolor, pero nunca le dieron la importancia que merecía su caso, ya que los odontólogos decían que era una dolencia pasajera. Esto conllevó que a un mes del tratamiento, la paciente tuviera que recurrir a otro centro de salud donde especialistas determinaron que había una grave infección masilofacial, lo que puso en riesgo su vida, la obligó a una intervención quirúrgica y al gasto de más de 100 mil de pesos en medicamentos y procedimiento quirúrgico. Dice que ante esa mala práctica se sintió desamparada. TasaNormas internacionales establecen que un país debe tener un dentista por cada 2,500 habitantes, pero en República Dominicana se estima que actualmente hay uno por cada 1,000 habitantes. “De continuar el auge de la profesión se llegaría a 500 por uno o el uno por uno”, comenta Rodríguez con preocupación. Dijo que contrario a lo que puede pensarse, esa masificación de la profesión no lleva más opciones a la población, porque el problema no es de cantidad de dentistas, sino del poder adquisitivo de la población, de facilidad de acceso y de educación. “Eso significa baja calidad, pobreza de la profesión y dependencia, porque una profesión que nació como liberal hoy es esclavizado por los mercaderes de la odontología. Hay gente que vive de la Odontología y no es dentista, hay gente que tiene negocios de la Odontología y no es dentista”, afirma Rodríguez. DatosSegún datos de la Asociación Odontológica Dominicana apenas el 20 por ciento de los odontólogos dominicanos trabaja a nivel privado; el 30 por ciento está empleado o subempleado y el 25 por ciento no ejerce la profesión. Sólo entre el 10 ó 15 por ciento de los que egresan pueden instalarse de manera independiente a ejercer la profesión. Actualmente entre 700 y 1,000 dentistas dominicanos ejercen la profesión en Nueva York y otros Estados norteamericanos, y entre 500 y 700 hacen lo propio en España. REDES ODONTOLÓGICASLa Seguridad Social ha dado paso a la proliferación en el país de redes o centros odontológicos que son contratadas por las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) para ofrecer a sus afiliados la cobertura de servicios odontológicos establecidos en el Plan de Servicios de Salud (PDSS).

Muchos de esos centros son manejados por empresarios que contratan dentistas para brindar servicios a pacientes asegurados, pero la Asociación Odontológica ve con preocupación que las autoridades del sistema ejercen poca supervisión en los servicios que brindan.

Para odontólogos recién graduados, estos centros, la mayoría con altos volúmenes de usuarios, representan su principal alternativa para insertarse al mundo laboral dentro de su profesión, aunque reconocen que muchas los explotan y que son muy mal pagados. También han abierto la puerta a miles de dominicanos que no pueden acceder a servicios odontológicos privados y que no tienen cupo en los servicios públicos.

“Nos tratan como esclavos, pero nosotros no tenemos otras alternativas”, afirma un joven odontólogo que declinó identificarse. Dijo que cuando se egresa de la universidad hay muchas dificultades para alcanzar un nombramiento en el Estado y que es imposible pensar en abrir su propio consultorio, debido a los altos costos que eso implica.

Se estima que el 80 por ciento del mercado de la Odontología está en manos de los seguros de salud, mientras que el 20 restante se reparte en la consulta privada.

Estos centros también se han convertido en alternativas para especialistas de la Odontología que son contratados para ofrecer servicios a cambio de recibir entre 25 y 30 por ciento del pago en efectivo que hace el paciente como co-pago, no de acuerdo al valor del tratamiento.

De acuerdos a conocedores del área, los especialistas que más recursos reciben son en las áreas de ortodoncia y rehabilitación, porque el seguro cubre menos y el paciente se ve obligado a pagar más de su bolsillo.

No obstante, hay otras como la odontopediatría y endodoncia que no les son rentables porque toma mucho tiempo trabajar al paciente y la diferencia de co-pago es poca. No obstante, algunos especialistas lo aceptan porque la compañía de seguro les da la comodidad de trabajar en un consultorio equipado por la empresa.

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