Misael Abreu, pianista de Rubby Pérez: "Vi cuando cayó el techo, esa imagen la tengo en mi mente”

“Ese momento del impacto del desastre fue horroroso. Yo no lo podía creer. Pensaba que era temblor de tierra", recuerda el músico sobre la tragedia en Jet Set

Misael Abreu junto a la periodista Ynmaculada Cruz Hierro. El pianista relata los hechos vividos la madrugada del martes 8 de abril 2025 en Jet Set.

Misael Abreu junto a la periodista Ynmaculada Cruz Hierro. El pianista relata los hechos vividos la madrugada del martes 8 de abril 2025 en Jet Set.

Tomar terapias y pasar tiempo con sus padres ha sido vital para Misael Abreu, pianista que estuvo tocando durante el infortunio acaecido en la madrugada del martes 8 de abril en la discoteca Jet Set.

Todavía Misael cierra los ojos y aún cree que se trata de un sueño: “Ese momento del impacto del desastre fue horroroso. Yo no lo podía creer. Pensaba que era temblor de tierra. Pero yo vi cuando cayó el techo. Yo estoy fijo mirando el hueco que había que estaba cayendo polvillo. Y yo vi cuando cayó el techo ese, esa imagen la tengo en mi mente”.

En su hablar se le nota que aún anda aturdido por el impacto y desconsolado por el fallecimiento de Rubby Pérez y su compañero, el saxofonista Luis Solís.

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A un mes de la tragedia, Misael revela que aún no puede dormir, y que lo poco que duerme es soñando en medio de la tragedia y escuchando a Rubby cantar.

“Sueño con Rubby todas las noches… y ahora voy a un lugar y lo primero que hago es mirar para arriba y ver el techo. He tenido que posponer el trabajo, aunque sé que debo integrarme a trabajar en cualquier momento”, expresa.

Misael llevaba cinco años tocando con Rubby. Fue precisamente en el 2020 cuando tuvo la oportunidad de tocar para el merenguero en el teclado y luego lo contrató, a los tres años, entonces pasó a ser el pianista de la orquesta. 

Aunque no tenía una relación muy íntima con el artista, define a Rubby era una persona muy afable, respetuosa y responsable. “Si nos tocaba compartir camerino siempre estaba de buen humor y relajando con todos”, recordó.

También reconoce a Rubby como un líder fuera de serie, era de dar consejos en privado y sumarse a ayudar a todos”.

Misael Abreu, pianista de Rubby Pérez, ha tenido que tomar terapias y pasar tiempo con sus padres, para ir recuperándose de la tragedia en la discoteca Jet Set.

Misael Abreu, pianista de Rubby Pérez, ha tenido que tomar terapias y pasar tiempo con sus padres, para ir recuperándose de la tragedia en la discoteca Jet Set.

UNA VIBRA NEGATIVA

El día antes de la tragedia Misael aseguró sentir “una vibra” negativa. “Yo percibía cosas negativas”, aunque no lo explica precisamente, confesó que era una especie de desánimo.

Ese lunes 7 de abril recordó sentirse cansado, luego de darle seguimiento a sus niños, tomó café y cerca de las 10:00 de la noche le entró un sueño inexplicable. 

“Me tiré en la cama a echar una pavita, pero me desperté porque tenía el compromiso de la fiesta”, rememora. 

En ese momento Misael se lo atribuía a que los lunes son un poco pesados, pero se despabiló y comenzó a prepararse para asistir a su compromiso.

Al ver el acontecimiento en el que fallecieron 235 personas Misael reconoció que todos los que estuvieron ahí y salieron con vida, quedaron vivos para cumplir una misión o un propósito.

¿Hay un propósito distinto para cada persona que logró salir con vida de la tragedia del Jet Set? “Sí, yo trataré de saber cuál es el mío, captarlo y hacerlo. Porque si Dios me dejó vivo será por algún un propósito”. 

Con el impacto el músico recibió una herida en un pie y golpes en distintas partes del cuerpo.

Como creyente Misael dice que en Dios ha encontrado fortaleza para continuar. “Las personas que salimos vivas debemos reconocer, esto es un momento, que si estaba apartado debe venir a los pies de Dios. Esto no es religión, esto es convicción. Y esto también es relación con Él”.

El pianista invita a renovar la relación con Dios, porque entiende que hay un propósito en este acontecimiento. 

Mientras el deseo de Misael es que recuerden a Rubby como una persona alegre, “un artista que daba todo en tarima, por ese público sin importar que estuviera enfermo, sin un dolor, si está poquito ronco. La gente ni se fijaba, él daba el todo. Fue muy responsable con su público, con el horario, con sus músicos".