PELÍCULA
Jesse Eisenberg explora el dolor y la memoria en "A Real Pain", que se exhibe en cines dominicanos
La película sigue a dos primos estadounidenses, David (interpretado por el propio Eisenberg) y Benji (Kieran Culkin), que emprenden un viaje a Polonia para reconectar con sus raíces judías y comprender el legado de su abuela, una sobreviviente del Holocausto

"A Real Pain" es una película profundamente personal que explora temas de memoria histórica, relaciones familiares y la herencia cultural de los sobrevivientes del Holocausto.
En su segunda incursión como director, Jesse Eisenberg nos presenta "A Real Pain" ("Un dolor real"), una película profundamente personal que explora temas de memoria histórica, relaciones familiares y la herencia cultural de los sobrevivientes del Holocausto.
A través de una narrativa que equilibra el humor y el drama, Eisenberg demuestra una sensibilidad única para abordar cuestiones universales con un enfoque íntimo y autobiográfico.
La película, que se exhibe en los cines domicanos, sigue a dos primos estadounidenses, David (interpretado por el propio Eisenberg) y Benji (Kieran Culkin), que emprenden un viaje a Polonia para reconectar con sus raíces judías y comprender el legado de su abuela, una sobreviviente del Holocausto.
En el transcurso del viaje, los primos confrontan no solo su historia familiar, sino también las heridas emocionales que los han distanciado a lo largo de los años.
La génesis de la película
La idea para A Real Pain surgió de una experiencia personal que Eisenberg vivió en 2008.
"Hice este viaje exacto que hacen los personajes, recorriendo Polonia con mi esposa, mochileando y explorando los lugares donde mi familia vivió antes de la Segunda Guerra Mundial", recuerda.
Este viaje, lleno de descubrimientos emocionales y culturales, sirvió como inspiración directa para la película.
Sin embargo, escribir el guion durante la pandemia de COVID-19 presentó desafíos logísticos inesperados.
La imposibilidad de viajar a Polonia obligó a Eisenberg a recurrir a herramientas digitales.
"Usé Google Street View para planificar cada escena. Caminé virtualmente por las calles, observando desde un monumento hasta un pequeño puesto de frutas, y eso me ayudó a crear una narrativa fiel a la experiencia que quería capturar", explica.
Una relación central compleja
En el corazón de A Real Pain está la relación entre David y Benji, dos primos que alguna vez fueron inseparables, pero que con el tiempo se han distanciado debido a sus personalidades y circunstancias.
"La película realmente se centra en esta relación tensa", comenta Eisenberg.
"Es una exploración de cómo mantenemos relaciones con personas con las que tenemos historia, pero de las que tal vez nos hemos alejado emocionalmente".
David, el personaje de Eisenberg, lidia con trastorno obsesivo-compulsivo y ansiedad generalizada, algo que el actor y director conoce de cerca.
"Mi personaje refleja mi experiencia personal con estos problemas", admite.
"Es alguien que maneja su dolor de forma interna, prefiriendo no compartirlo porque siente que no es lo suficientemente significativo".
Por otro lado, Benji, interpretado magistralmente por Kieran Culkin, es su opuesto.
"Benji expresa su dolor de manera abierta y emocional, llorando frente al grupo y obligando a los demás a lidiar con su duelo", explica Eisenberg.
Esta dualidad entre los personajes sirve como una reflexión sobre las diferentes formas en que las personas procesan el dolor y el trauma.
La conexión personal de Eisenberg con Polonia
La película está impregnada de detalles autobiográficos, desde los lugares hasta los personajes.
"Polonia es donde mi familia vivió antes de 1939, cuando fueron obligados a abandonar su hogar durante la Segunda Guerra Mundial", comparte Eisenberg.
"Incluso filmamos dentro de la casa donde vivió mi familia, en una pequeña habitación que aún conserva su esencia de hace un siglo".
Uno de los aspectos más emotivos de la película es el personaje de la abuela de los primos, inspirado en la tía abuela de Eisenberg, Doris, quien tuvo un impacto profundo en su vida. "Doris fue como una roca para mí.
Desde los 17 años, usé su dirección para poder asistir a la escuela pública en Nueva York, aunque vivía en Nueva Jersey.
Incluso viví con ella durante mi adultez temprana, y su fortaleza y sabiduría me ayudaron a mantenerme centrado", recuerda.
Este vínculo personal con su historia familiar convirtió la realización de la película en una experiencia transformadora.
"Algo cambió en mí al hacer esta película", confiesa Eisenberg.
"A mis 40 años, sentí que finalmente me convertí en un adulto. Dirigir, escribir y actuar en una película tan personal me hizo sentir en control de mi vida profesional por primera vez".
El papel del humor en el dolor
Aunque A Real Pain aborda temas profundamente serios, Eisenberg utiliza el humor como un medio para contar la historia.
"Vengo de una familia donde el humor era nuestra moneda de cambio", dice.
"Creo que incluso en los momentos más oscuros, el humor puede ofrecer una perspectiva que conecta a las personas de una manera única".
Para Eisenberg, el equilibrio entre el humor y el drama es crucial.
"No me interesan las películas que son completamente sombrías sin un toque de ironía o autoconciencia", explica.
Este enfoque está presente en A Real Pain, donde las interacciones cómicas entre David y Benji suavizan la gravedad de los temas tratados.
La evolución creativa de Eisenberg
Conocido por su carrera como actor en películas como The Social Network y Zombieland, Eisenberg también tiene una prolífica carrera como dramaturgo.
"He estado escribiendo principalmente teatro durante los últimos 20 años", dice.
"Mis obras suelen explorar dinámicas interpersonales complejas que son a la vez divertidas y profundas".
Esta experiencia como escritor teatral influyó en su enfoque para A Real Pain.
"Quería que los personajes se sintieran reales y auténticos, y que su relación permaneciera en el centro de la historia, incluso cuando los temas se volvieron más grandes y pesados", explica.
El proceso de dirigir también le permitió explorar nuevas facetas de su creatividad.
"Al dirigir, tuve que pensar no solo en el guion, sino en cada aspecto de la producción, desde la actuación hasta la ambientación", comenta.
Una colaboración invaluable
La película también cuenta con la participación de Emma Stone como productora, quien ofreció valiosos consejos a Eisenberg durante la producción.
"Emma me dijo que interpretar a un personaje tan emocionalmente exigente como Benji, mientras dirigía, habría sido demasiado para mí", recuerda.
"Gracias a su consejo, asumí un papel que se sentía más cercano a mi personalidad, lo que me permitió concentrarme en la dirección".
Eisenberg no escatima elogios para Culkin, quien interpreta a Benji. "Kieran es increíblemente talentoso.
Su capacidad para captar las emociones más complejas de su personaje es asombrosa", dice.
Un viaje personal y universal
A Real Pain* no solo es un viaje a través de la historia familiar de Eisenberg, sino también una exploración de temas universales como la identidad, el dolor y la conexión humana.
"La película no trata de predicar o imponer un mensaje político", aclara.
"Mi objetivo era simplemente contar una historia que resonara con las personas de una manera personal y auténtica".
Con A Real Pain, Jesse Eisenberg ha logrado crear una película que combina humor, drama y autenticidad en una narrativa que seguramente dejará una impresión duradera en el público.
Al reflexionar sobre su experiencia, Eisenberg concluye: "Esta película me cambió. Me hizo sentir más conectado con mi familia, mi historia y, en última instancia, conmigo mismo".