Lilo Vilaplana: “No siempre se puede hacer la película que el público quiere”

El 13 de julio próximo, las pantallas de Novocentro en Santo Domingo exhibirán la reciente obra del laureado cineasta cubano-americano: “Plantadas”, sobre las presas políticas cubanas y las Damas de Blanco.

Póster de “Plantadas”

Póster de “Plantadas”

El cineasta cubano-americano Lilo Vilaplana vive en la ciudad de Miami. Desde allí continúa su ascendente carrera. Sus filmes le han ganado una legión de admiradores por su coraje, cámara en mano. Su decisión de narrar denuncias sociales, prescritas por el poder para ser exhibidas dentro de Cuba, le ha aumentado su fama. Aunque no lo considere, en sus cintas se respira una verdad no manipulada que ya se hace sentir. El 13 de julio próximo se estrenará en Novocentro en Santo Domingo su más reciente producción: “Plantadas”, sobre la negativa de las presas políticas en Cuba de aceptar la disciplina del oficialismo dentro de las cárceles donde guardan privación de libertad, así como los véjames sufridos en las calles habaneras por el popular movimiento conocido como “Las damas de blanco”. La siguiente entrevista, concedida a Listín Diario vía internet, acercará al cine de este autor y a su más reciente filme.

Lilo Vilaplana (Nuevitas, Cuba, (1965) es un cineasta, dramaturgo y escritor cubano-colombiano. Fue aclamado mundialmente por su dirección de la teleserie colombiana “El capo”. Entre otras de sus obras reconocidas mundialmente se encuentran “La muerte del gato” (2014) y “Plantados” (2021).

La entrevista

Algunos ya te consideran como el Constantino Costa-Gavras del cine cubano. ¿Qué tiene de cierto este paralelo entre el gran cineasta griego y tú?

No creo que a Costa-Gavras, a sus 90 años le guste que lo comparen con un cineasta anticastrista radicado en Miami. No lo importunes de esa manera. Sería una crueldad de tu parte.

Tu cine, entre otras virtudes, se ha caracterizado por incluir una buena dosis de humor ácido. Pero en tus más recientes filmes, “Plantados” y “Plantadas”, acudes más al tono épico. ¿Volverás a deleitarnos con ese humor de “La muerte del gato”, por ejemplo.

El humor es una virtud, claro, pero en el fondo La muerte del gato cuenta una tragedia, es otra épica: la de lo cotidiano, la epopeya de las miserias diarias a que se ven obligadas las víctimas del disparate colectivista. Al final es sólo cuestión de tonos. Cada historia exige tonos diferentes. No siempre se puede hacer la película que el público quiere.

Anuncias que después de “Plantadas” proseguirás tocando el tema histórico cubano ¿Esto significa que entras de lleno en el cine político, como una nueva alternativa frente al oficialismo?

No se trata de hacer un cine alternativo al de la propaganda castrista, se trata de decir la verdad, de contar la verdad de aquellos que han sido silenciados. Es la hora de víctimas.

Trabajas con muy pocos recursos y logras películas de interés ¿Cómo lo logras?

El problema es que las grandes producciones con enormes presupuestos hacen muchos gastos inútiles. Yo invierto en el talento, tanto de los actores como del personal técnico y de producción, y ahorro en todo lo demás. Hay mucha gente talentosa con deseos de hacer cine y al final no se deciden, porque encuentran buenos pretextos para no hacer nada. Yo soy de los que pasa de las palabras a los hechos. Con poco o con mucho. “Hacer es la mejor manera de decir”.

Te esmeras tanto en los planos fotográficos como en los guiones. ¿Consideras que fotografía y guion son una especie de matrimonio bien llevado en tu cine?

La fotografía es básica, pero el guion también. No siempre van de la mano. Depende de muchos factores: hay buenas historias mal filmadas y malas magníficamente retratadas. Hay otros aspectos igual muy importantes. Lo ideal es que todo sea bueno. Yo, por ejemplo, además de trabajar mucho el guion, la fotografía, el sonido y la dirección de actores, le doy mucha importancia a la ambientación: trabajo de cerca con los escenógrafos, los vestuaristas, el maquillaje, porque todo eso forma parte esencial de la película. Recuerda que he hecho cintas sobre un país que tengo que reproducir fuera para un público que conoce muy bien sus escenarios y al que no se le puede traicionar visualmente. En Hollywood se pueden dar el lujo de filmar en Panamá una película sobre República Dominicana porque su público mayoritario no nota la diferencia. Yo no me puedo permitir esa falta de respeto. Ese es un reto importante.

Llama la atención en tus películas, el trabajo del casting y tu dirección de actores. Siempre cambias el elenco de una película a otra. Últimamente prefieres actores poco conocidos. ¿Has descubierto nuevos talentos para el cine?

Toda gran estrella fue antes un nuevo talento. Me encanta descubrirlos. De todos modos, si me consigues a Camila Cabello para mi nuevo proyecto, te lo agradezco.

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