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León Gieco, el Bod Dylan argentino y autor de "Sólo le pido a Dios", cumple 70 años

"Sólo le pido a Dios", presentada en 1978, permanece como su tema más célebre

El argentino León Gieco lleva cinco décadas “molestando” con sus canciones, denunciando injusticias que hoy continúa viendo en las calles y que, a su manera, le “obligan” a seguir componiendo, pero dice que no le interesa la política y que también tiene tiempo de cantarle al amor.

El argentino León Gieco lleva cinco décadas “molestando” con sus canciones, denunciando injusticias que hoy continúa viendo en las calles y que, a su manera, le “obligan” a seguir componiendo, pero dice que no le interesa la política y que también tiene tiempo de cantarle al amor.

El cantante León Gieco, uno de los máximos exponentes de la música popular argentina y autor de himnos generacionales como "Sólo le pido a Dios", cumplió este sábado 70 años entre el cariño de sus seguidores y de otros compositores de su generación.

Raúl Alberto Antonio Gieco, conocido popularmente como León Gieco, comenzó su carrera artística en 1973, con el lanzamiento de su primer álbum bajo el sello discográfico Music Hall.

La canción "Sólo le pido a Dios", presentada en 1978, supuso su reconocimiento a nivel internacional y todavía permanece como su tema más célebre.

Considerado por aquellos años como una suerte de "Bob Dylan argentino", Gieco siempre se ha caracterizado por la conciencia social de sus canciones, con referencias frecuentes a los derechos humanos y a la solidaridad con los más vulnerables.

La figura de Gieco trascendió, por mucho, los límites de la música, con mensajes de cariño del cineasta mexicano Modesto López, del conocido historiador Felipe Pigna o incluso del expresidente ecuatoriano (2007-2017) Rafael Correa, entre otras personalidades.

+ Felicitaciones

Desde primera hora de la mañana, las redes sociales del país suramericano se llenaron de mensajes de afecto hacia el cantante, nacido el 20 de noviembre de 1951 en la provincia oriental de Santa Fe.

El propio Gieco compartió a través de su perfil de Instagram varias felicitaciones, como las del cantautor español Víctor Manuel, el compositor argentino Gustavo Santaolalla o el gaitero Carlos Núñez.

"¡Feliz cumpleaños León, te amamos! Gracias por estar siempre en el camino de la lucha, por tu generosidad y por la belleza de tu música que se ha convertido en la banda de sonido de todo un pueblo", escribió en su perfil de Twitter la organización de derechos humanos Abuelas de Plaza de Mayo.

Las celebraciones por este 70 aniversario culminarán a las 18.00 hora local (21.00 GMT) de este sábado con un concierto de homenaje en el Centro Cultural Kirchner de Buenos Aires, que contará con la presencia de más de una veintena de artistas y que se retransmitirá en vivo a través de YouTube y de los medios públicos de Argentina.

Estos festejos continuarán el domingo con otro recital en el espacio Tecnópolis (provincia de Buenos Aires), en un evento con la dirección musical de Lito Vitale y cuyo cierre correrá a cargo de Gieco.

+ No huye de las etiquetas

León Gieco lleva cinco décadas “molestando” con sus canciones, denunciando injusticias que hoy continúa viendo en las calles y que, a su manera, le “obligan” a seguir componiendo, pero dice que no le interesa la política y que también tiene tiempo de cantarle al amor.

“A mí lo de artista comprometido no me molesta. Mientras la canción diga algo y moleste a algunos, mejor. El problema es cuando no se dice nada porque se la terminan comiendo otros temas”, asegura Gieco en una entrevista hace siete años con Efe durante una visita a Nueva York para presentar en la ONU su película “Mundo Alas” sobre la discapacidad.

En ese entonces, su disco “El desembarco” molestó por inspirarse en poesías de Ernesto “Che” Guevara para cantarle “A los mineros de Bolivia”, y removió conciencias entre sus compatriotas con “El argentinito”, una crítica ácida “a esa cosa facha” que, lamenta, “todavía corroe” a algunos en su tierra.

“Lo cierto es que nuestras canciones perduran. Ahora las grandes disqueras trabajan con cinco artistas y nos lo ponen en la radio 24 horas, ese es el poder del dinero. Pero yo todavía canto ‘Hombre de hierro’, que compuse hace cuarenta años, y ‘Canción para Carito’ la siguen aprendiendo los pibes en la escuela”, decía orgulloso.

Por “molestar” a los jerarcas de la dictadura fue condenado al exilio en su país. Corría el año 1978, tiempos oscuros en los que Argentina y Chile estuvieron a punto de entrar en guerra por el canal del Beagle y que le llevaron a componer su legendario “Sólo le pido a Dios”.

“Rápidamente la gente empezó a cantarlo, en contra de la guerra pero también contra la dictadura”, recuerda Gieco. “Me citaron en el Primer Cuerpo del Ejercito y me dijeron: ‘usted no puede cantar una canción de paz en tiempo de guerra, así que o deja de cantar o se va del país’. No quería irme pero empezaron las amenazas de muerte”.

Músico, cantante, poeta... si algo soñó siempre León Gieco era estar encima de un escenario, y aunque podría haber hecho “muchas cosas” de no haber terminado en el mundo de la música, en lo único en lo que nunca se vio es haciendo política. “Me han ofrecido cargos políticos muchas veces, pero a mí no me interesa”.

“Es innegable que la política ocupa, en mi caso, un espacio muy importante, no se trata de huir de etiquetas pero, a ver, ¡que yo también le he cantado muchas veces al amor!. En uno de mis últimos discos, ‘Verdaderas canciones de amor’, todos son temas descomprometidos políticamente”, responde.

Gieco empezó a tomar conciencia social a los 18 años, cuando al llegar a Buenos Aires de su pueblo de Cañada Rosquín se encontró con un gobierno militar y una juventud politizada que empezaba a pedir la vuelta de Perón. “A mi me dio por escribir, y así fue como salió mi primera canción, inspirado en Bob Dylan”.

Venía de un hogar donde la música nunca faltó. Su padre tocaba en la orquesta de su pueblo, “hasta sesenta canciones en una misma noche”, y aunque acabó alcoholizado, siempre le apoyó y fue él quien le animó a viajar a la capital. “Me mandó a Buenos Aires a continuar la carrera que nunca terminó de tener”.

“La idea era grabar dos discos y volver a mi pueblo y montar una frutería. Todavía me preguntan si monté el negocio, y desde entonces no he parado de grabar discos y cantar. Ya han pasado 43 años y al final llega un momento en tu carrera en que no puedes parar porque entras a formar parte del universo de la música”.

Aunque dice no ser político, “simpatiza” con la última hornada de presidentes en América Latina que eligieron “enfrentarse a las corporaciones y repartir un poco entre todos”, la América Latina de Evo Morales en Bolivia, la de Pepe Mujica en Uruguay o la de Cristina Kirchner en su tierra.

Ecologista a muerte y amante de la paz, prefiere seguir ayudando a los pueblos a tener “memoria” o a forzar a la gente a hablar de cosas como la discapacidad, como en “Mundo Alas”, el documental que surgió de una gira por el interior de Argentina con una veintena de artistas con distintas minusvalías físicas o mentales.

“De alguna manera me cambió la vida, no quiero sonar extremista, pero me hizo ser una persona más paciente, más tranquila, más sencilla. Estando con ellos me hizo creer en la hermandad de las personas y tener más de fe en la condición humana”, asegura Gieco, quien invita a la gente a aprender de ellos “aunque sea un poquito”.

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