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Los Platino se acuerdan de la isla de La Palma y de la dignidad en la vejez

La directora chilena Maite Alberdi. EFE

La directora chilena Maite Alberdi. EFE

El sufrimiento de la isla española de La Palma por la erupción de un volcán y el recuerdo de cómo la pandemia ha puesto de relieve "la necesidad de replantearnos nuestra relación con la vejez", tomaron peso este domingo en los Premios Platino, gracias al actor español Álex García y a la cineasta chilena Maite Alberdi.

"Hoy en nuestras sociedades ha aumentado la esperanza de vida; el cine y el arte son de los pocos espacios en los que nos podemos unir y ser fuente de inspiración para políticos y activistas por una vejez digna y no relegada al olvido", reivindicó la realizadora, directora de "El agente topo", que se llevó el Platino a mejor documental.

Pero fue el recuerdo a los "amigos y hermanos de la isla de La Palma" lanzado por el actor tinerfeño Álex García el que desató un caluroso aplauso del auditorio madrileño del Palacio Municipal Ifema Madrid, donde se celebraba la gala de la octava edición de los Premios Platino.

"Espero que los gobiernos les sigan apoyando cuando dejen de abrir periódicos y noticias, porque lo que hoy ocurre en La Palma, mañana pasará en otro sitio, la crisis climática no es una ficción. El cambio empieza hoy, y en nuestra mano está cambiarlo", dijo el actor de "Antidisturbios".

Hay que iniciar el cambio, insistió García. El planeta "tiene lugares hermosos que estamos destruyendo poco a poco".

Porque la crisis climática, agregó, "no es una ficción, la crisis humanitaria que estamos viviendo no es una ficción: empieza aquí y en cada uno de nosotros y si queremos, el cambio empieza hoy".

Los Premios Platino se reinventaron con esta gala tras un año de parón por la covid, como centro del audiovisual iberoamericano en una fiesta que ha sido más que celebrada por los cerca de ochocientos invitados que participaron en la gala, dando un primer portazo a la pandemia, apostando por la reflexión y animando a aprender de lo pasado.

"No podemos regresar a lo mismo, sería una pena regresar a donde estábamos y casi un suicidio colectivo. Debemos recuperar nuestra relación con esta tierra que hemos destruido en nombre del progreso y el desarrollo. Nos toca vivir con más empatía. Somos capaces de mucho más y ahí viene una segunda oportunidad", arengaba el premio de Honor, Diego Luna, largamente ovacionado en Madrid.

La noche, que empezó luminosa de la mano de los presentadores Juana Acosta y Luis Gerardo Méndez, estuvo acompañada por números musicales de estrellas de uno y otro lado del Atlántico y con los comentarios de Santiago Segura y Leo Harlem apostillando cada uno de los premios; incluso llegaron a sugerir que la próxima gala se transmitiera por Twitch.

Fue noche también de lágrimas, y de agradecimientos; también de algunas ausencias, algunas a su pesar, como la de Alfredo Castro, que ya obtuvo un Platino a la mejor interpretación masculina por "Los perros" en la quinta edición de los premios, que no pudo recoger esta noche su segunda estatuilla, esta vez como secundario en la película "El príncipe", por estar en cuarentena por la covid después de rodar los últimos días en Bolivia.

Una emocionada Nathalie Poza dedicó su Platino como secundaria en "La boda de Rosa", a su familia de la ficción: Ramón Barea, Paula Usero, Sergi López y Candela Peña.

"Siempre me soñé múltiple y diversa y con los años crece el deseo de transmutarme, si pudiera, incluso en otra raza", dijo la madrileña.

También Loreto Mauleón, Platino como mejor intérprete femenina de reparto en la serie "Patria", se emocionó hasta las lágrimas y compartió su premio con unas palabras en euskera.

Y Diego Luna se ganó al público con su emocionado "Ay, cabrones, qué chingona fiesta", mientras que Candela Peña, Platino a la mejor actriz de cine por "La boda de Rosa", provocó una carcajada general al decir que sentía como "Miss Mundo representando a España" al recoger su premio.

"Esta profesión es muy caprichosa, hay momentos que parecen buenos y no lo son y al revés", empezó a decir cada vez más emocionada hasta que dedicó su premio a su representante, Pedro Garay, a quien pidió que le busque trabajo: "No tengo ni un duro en la cuenta".

Y Javier Cámara bromeó con el hecho de que el escritor de la novela que inspira la película ganadora de la noche, Héctor Abad Faciolince, y que él protagoniza, "El olvido que seremos", decidiera darle el trabajo a él y no a un actor colombiano porque "yo me parecía a su papa".

"Y no hay nada que me haga sentir más orgulloso que haberme atrevida de decir que sí" al papel de Héctor Abad Gómez.

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