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Grandes clásicos del cine: Senderos de gloria

Rienzi Pared PérezSanto Domingo, RD

La disciplina militar es un código de conducta que implica normas y reglas con la finalidad de alcanzar los objetivos en pos de una socialización entre la cadena de mando para alcanzar un esmerado cumplimiento del deber. Sis no lo hace, el caos y la preservación de las vidas de los militares estarían en juego.

Ahora bien, ¿estaría esa cadena de mando en condiciones de aceptar una orden que vaya en detrimento a la conservación de la vida misma? Durante el juicio de Nuremberg salió a relucir que muchos de los militares alemanes -durante la atroz acción en los llamados Campos de Concentración- hicieron lo que debían, según ellos, porque estaban apegados a cumplir una orden superior. Esto llevó a la escritora Hannah Arendt a escribir sobre el término de la Banalidad del Mal, que consiste en un proceso burocrático para el exterminio de individuos que descansa en funcionarios incapaces de medir las consecuencias de sus actos.

Pues bien, traemos todo esto a colación, porque durante la Primera Guerra Mundial sucedió un evento en que un general del ejército francés, ordenó a uno de sus regimientos anclado en las trincheras, avanzar a la colina de las hormigas (Ant Hill) que era un punto estratégico para poder posicionarse y evitar el avance del ejército alemán. Sin embargo, esta orden era suicida, porque los militares franceses sabían que si la acataban, los muertos serían incontables. Todo este entramado está muy bien delineado en la famosa película del año de 1957 “Senderos de Gloria” dirigida por Stanley Kubrick.

Cuando el coronel Dax (Kirk Douglas) recibe la orden para que su tropa la acate, trata de convencer a sus subalternos a sabiendas de que asistirían al río del averno para su propia destrucción. Al amanecer del día convenido para el ataque, el coronel inicia el avance como buen líder que es, sin embargo, como se esperaba, dicha acción era una verdadera carnicería humana.

Esto lo obliga a tocar retirada, mientras que el general que había emitido la orden, ordena a uno de sus subordinados que lance ataques morteros contra la trinchera de sus propios compañeros.

A raíz de estos acontecimientos, el general Mireau (George Macready) principal responsable de dicho ataque, convoca un “Consejo de Guerra” para dar un escarmiento y elige al azar tres soldados de dicha compañía los que son acusados de manera falsa por cobardía. Estos soldados, inocentes, son condenados a ser fusilados, y todo por la megalomanía de un oficial superior por tratar de ser reconocido por su institución.

Definitivamente, a veces no logramos entender al Ser Humano; pero sí es seguro su condición de máquina perfecta para hacerse daño a sí mismo y a sus semejantes. El horror de la guerra saca a relucir los más bajos instintos del animal irracional que llevamos dentro, y lo dejamos fluir para convertirnos en bestias.

La película retrata con una fuerza contundente los rostros de espanto y de terror de unos soldados ubicados en un escenario muy diferente a lo que en sus mentes pudieran haber tenido.

“Senderos de gloria” es una cinta antibelicista con una excelente dirección y un guion espectacular que fue merecedora de varios premios internacionales. Por lo tanto, es perentorio ver esta película que destaca la manera de cómo no deben de hacerse las cosas.

CURIOSIDADES

Algunas de las curiosidades fueron tomadas de la página de cineol.net

-Tanto la cinta como la novela original están parcialmente inspiradas en acontecimientos reales: la ejecución durante la Primera Guerra Mundial, por insubordinación, de cuatro soldados de la Brigada 119 de infantería del Ejército francés. Las ejecuciones fueron declaradas improcedentes, y los soldados fueron rehabilitados en 1934, tras la reclamación de sus familias.

-La producción fue prohibida en España por la censura durante la dictadura de Franco, por su mensaje anti-militar. No fue estrenada hasta el año de 1986.

-Su proyección, en 1958, en Bruselas, desencadenó importantes incidentes por las presiones de las autoridades francesas y de las asociaciones de ex combatientes franceses y belgas, que se negaban a aceptar la imagen que se proyectaba del ejército francés.

-En 1992, la película fue considerada «cultural, histórica y estéticamente significativa» por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry.

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