Santo Domingo 26°C/30°C few clouds

Suscribete

Justin Bieber: "Quiero luchar contra la injusticia"

Cuando tienes mucho tiempo para pensar, la amenaza de la crisis existencial acecha por muy superestrella de la música que seas. Ese estatus incluso puede traducirse en perfil de riesgo ante depresiones o crisis de ansiedad derivadas de la pandemia, ya que la rutina de trabajo de un ídolo pop es (era) muy distinta, infinitamente más vertiginosa que la del resto de los mortales. Para Justin Bieber, un muchacho que sólo ha conocido el estilo de vida de avión, hotel, escenario, hotel y vuelta al avión, el parón ha sido todo un reto psicológico. «Estuve muy mal hace un año, no sabía si las cosas volverían a ser normales algún día, la vida se había vuelto del revés», confesaba hace unos días en un jugosísimo encuentro digital con periodistas de todo el mundo.

Al convocar a la prensa en Zoom para escuchar su nuevo disco, Universal Music informó de que Justin «quizá» haría una aparición fugaz en el evento online. Pero para sorpresa de todos, el artista se conectó desde el minuto uno e hizo de maestro de ceremonias durante toda la sesión, presentando cada canción, explicando al detalle sus fuentes de inspiración y contestando a las preguntas que se le lanzaban. Incluso nos enseñó su casa con el iPad mientras se echaba unos bailes haciendo sonar su disco por sus interminables pasillos. Para comérselo.

Antes de comenzar el encuentro, hubo otra sorpresa. Cuando el moderador de Universal daba la bienvenida a los medios, uno de los asistentes le interrumpió a gritos: «¡Cállate ya y deja esa mierda!». El estupor general se diluyó al comprobar que se trataba del famoso Scooter Braun, manager de Justin y némesis de Taylor Swift (él fue quien le ‘robó’ aquellos famosos masters), que quiso hacerse el graciosillo poniendo una nota de dudoso humor para inaugurar la escucha de ‘Justice’.

Amplificando la voz del reverendo «Mi nombre tiene la misma raíz que la palabra ‘Justice’, pero he titulado al disco así porque en esta época de tanto sufrimiento, la lucha por la justicia y la verdad es un deber», dice el cantante al presentar ‘Die for you’, una canción que arranca con un discurso que Martin Luther King Jr. dio en Selma en marzo de 1965, en el que proclamó: «Un hombre muere cuando se niega a defender lo que es correcto. Un hombre muere cuando se niega a defender la justicia. Un hombre muere cuando se niega a defender lo que es verdad». Justin lo escucha con los ojos cerrados, en trance, y después dice emocionado: «El señor King pronunció esas palabras cuando se dio cuenta de que algún día le iban a matar. Escuchar este discurso me ha cambiado la vida, y ahora mi intención es amplificar su voz entre los jóvenes de mi generación. La gente está perdiendo su trabajo, su casa, todo, y quiero lanzar el mensaje de que no podemos dejar a nadie atrás. Si permitimos que triunfe la injusticia, dejaremos de ser seres humanos». Otra de las canciones en las que Justin se detiene con vehemencia es la que ocupa el octavo lugar en el repertorio, ‘Ghost’. «Va de perder a alguien a quien quieres», dice en tono apesadumbrado. «Todos hemos perdido a muchos seres queridos este año. Y a los que no hemos perdido, los tenemos muy, muy lejos. No nos relacionamos ni socializamos, y esa sensación está siendo asfixiante».

La primera mitad del álbum es, sin embargo, de lo más ligerita. Son cinco power-ballads con títulos tan explícitos como ‘Lonely’, ‘Too much’, ‘Deserve you’, ‘As I am’ o ‘Somebody’, en las que Justin da rienda suelta «al romántico sin remedio» que confiesa ser. «Amo a mi mujer, y esta canción, igual que muchas otras del disco, está dedicada a ella. Quiero que estas canciones reconforten al oyente igual que reconfortan a mi mujer. Quiero que sientan una conexión, que sepan que no están aislados en su casa, porque la música nos conecta a todos. Quiero que sepan que nunca los dejaremos solos, como dicen en el ejército».

Tanta baladita hace que al disco le cueste arrancar, pero la segunda parte es mucho más excitante gracias a las nuevas inquietudes sonoras de Bieber, que le han hecho poner la vista en las escenas africana y caribeña. «He colaborado con artistas nigerianos, australianos, jamaicanos… de muchas partes del mundo, y todos ellos son mis favoritos del panorama actual», explica el ídolo juvenil, que también ha fichado a colaboradores compatriotas como Daniel Caesar, otra aparición con guiño romanticón ya que fue el músico que contrató para que actuara en su boda con la modelo Hailey Baldwin. «Él me ayudó con la canción ‘Peaches’, que empezó a gestarse a distancia de una forma muy graciosa», cuenta Bieber. «La empecé a componer en el piano en mi casa, yo solo. Me grabé tocándola con el móvil, colgué un trozo en Instagram, y cuando la vio uno de mis productores, la desarrolló y me envió una propuesta para terminarla».

Justin asegura que ha podido «trabajar sin ningún problema» en el disco a pesar de las circunstancias «tan locas» en las que ha sido concebido, y termina el encuentro insistiendo una y otra vez en lo agradecido que se siente por ello. «Los músicos, los técnicos, los promotores, los dueños de las salas de conciertos y todas sus familias, están pasando la peor etapa de sus vidas. La industria de la música está en un punto crítico. Pero los estudios de grabación han sido de los pocos lugares donde se ha permitido trabajar. Lo único malo ha sido que he tenido que hacerme docenas de tests. En comparación con lo que ha vivido el resto del mundo, me siento como un privilegiado».

Tags relacionados