El genio del saxofón: La mirada del cine a un músico mayor
Existen individuos que su paso por la vida es fugaz. Viven de forma acelerada, al borde del peligro y logran revolucionar el oficio al cual se dedican. Esto le pasó al destacado al virtuoso genio del saxo: Charlie Parker.
Durante la crisis de los años treinta, los norteamericanos buscaban un medio de salida a las frustraciones imperantes, y se refugiaron eran la música y el alcohol. En un bar, se busca desconectarse de todo. Los amantes del jazz, encontraron espacio y tiempo para disfrutar a genios como: Louis Armstrong; Duke Ellington; Miles Davis y muchos más. Pero Charlie Parker puso su estilo y su forma para cautivar a una generación amante del jazz.
Un gran cineasta como es Clint Eastwood quiso inmortalizarlo en la pantalla grande con su película “Bird” (1988) que ha sido uno de los mejores biopic para explicar el ascenso y la caída de un genio producto del alcohol y las drogas.
La obra recorre la vida íntima de Charlie Parker sin dejar cabos sueltos. El guion de Joel Oliansky se esmera en diálogos y una depurada cinematografía. Clint Eastwood fue sumamente fiel a ese guion que lo hizo sentir muy satisfecho.
¿Cómo una figura como él, fue capaz de bajar a lo más profundo del alma humana, dejándose arrastrar por el vicio hasta morir a la edad de 34 años?
Los adictos a las drogas buscan en ellas, una manera de escapar del mundo que les rodea. Es posible que dichos adictos posean una baja autoestima. Por eso pueden caer fácil en el vicio o mostrar inestabilidad emocional y poca confianza en sí mismo. Pero en el caso de Charlie Parker, un hombre con una legión de seguidores, es posible que el entorno sociocultural del mundo del entretenimiento le facilitaba el acceso a ellas; pero no cabe duda que en el fondo de su identidad pudo haber algo de cierta inestabilidad emocional que lo llevara a la muerte por causas del vicio. El fallecimiento de su pequeña hija a causa de una neumonía fue un golpe duro para él, lo que le llevó a un cuadro depresivo severo, refugiándose en las drogas y el alcohol.
La fotografía de la película bordea ese aspecto sombrío; ya que la cámara quiso pretendió esta perspectiva del protagonista donde la oscuridad de su “yo” interno era reflejada en su vida, como epitafio de su inestabilidad personal, no así en la música y el escenario.
Forest Whitaker en el papel de Charlie Parker fue sensacional, tanto así, que fue aplaudido y vitoreado en el Festival de Cannes por esta soberbia demostración que lo llevó a ser nominado a los Premios Globos de Oro como mejor actor dramático.
Para los amantes del Jazz, en esta pieza no solo permitirá el disfrute de la música de Charlie Parker, sino, de su interacción con los músico de su generación que hoy día son referentes del jazz clásico o la llamada verdadera “Era del Swing”.
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Algunas curiosidades de la película:
Forest Whitaker había trabajado en pequeños papeles secundarios cuando Clint Eastwood le ofrece su primera gran oportunidad con esta película.
Para tener una idea sobre el abuso del alcohol y las drogas por parte de Charlie Parker, cuando fallece el 12 de marzo del 1955 contaba con 34 años de edad, sin embargo, el médico legista dictaminó que poseía 65 años por lo acabado que se encontraba.
El filme solo estuvo nominado a Mejor Sonido en los Premios Oscar, y obtuvo ese galardón; ya que se reconoció el gran trabajo realizado por los sonidistas con la mezcla para que se pudiera escuchar más la oferta musical.
La peosuxión tuvo un costo de nueve millones de dólares; y solo pudo recaudar dos millones de dólares, lo que pudiera traducirse en un fracaso comercial; pero no en lo artístico.