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DESDE LA ÚLTIMA BUTACA

Secret Sunshine

Premiado en Cannes (“Poetry”, 2010 al mejor guión), en Venecia (“Oasis”, 2003, al mejor director y FIPRECI) y Nominado a la me­jor película Extranjera en los Sipirit Awards, 2005 por la propia “Oasis”, Lee Chang-dong lleva una exitosa carrera cinematográfica junto a su labor como escritor. Pocas veces un li­terato en plena madurez, comparte, con el mis­mo éxito, la realización de películas. Ministro de Economía y Turismo de su país (2003-2004) es, junto a Bong Joon-ho, Kim Ki-duk y Park Chang-wook, un maestro del cine que señorea con luz propia.

Con “Secret Sunshine” alcanza una so­briedad técnica reconocida en Cannes 2008, Festival que incluyó esta obra en su sección oficial. Allí recibió el respaldo unánime de la crítica, junto al trabajo de la protagonis­ta, Jeon Do-yeon, distinguida con la Palma de Oro como Mejor Actriz. La obra combina la elocuencia humanista con la hondura filosófi­ca. El desdoblamiento sorpresivo de la protago­nista en dos mitades, una (la segunda) mucho más “dura” y experimental que la primera, pu­so a prueba el talento de Jeon Do-yeon por su capacidad de trasmitir sufrimiento con tierna frialdad y buscar un apoyo en los rituales sa­grados del pensamiento utópico.

Este es un filme que sa­be respirar sin exabrup­tos; emociona por sus riesgos al enfrentar la ca­tarsis religiosa, y transpira realismo por su sencillez y su economía de recursos.

Le Chang-dong no le te­me a los extremos porque sabe que el ser humano, en última instancia, está hecho de ellos. Se mete en la vida de la protagonista como una luz desconocida pa­ra manejar a su antojo sus sentimientos y po­nerla a prueba de las peores circunstancias. La registra, la enaltece, la conmueve y expul­sa de su ser la neutralidad porque solo desea trasmitir que la vida puede ser tan cruel como hermosa, y al final, siempre se retorna al pun­to de partida con una sonrisa en los labios, so­bre todo cuando no hay nada más que perder y los remordimientos se transforman en aire sobre el rostro ajeno. Su protagonista, quien aprende que, ante el dolor, lo más importante es aferrarse a la vida sin perder lo más valio­so de sus sueños. Aquí hay cine del bueno, de ese que no se lleva en cantimploras; aquí hay un director que no juega a policías y ladrones, ni subvierte en busca de taquillas; aquí está la mano de un artista que trabaja en favor del mundo donde vive.

Ficha técnica:

Título original: Miryang. Dirección: Lee Chang-dong. País: Corea del Sur. Año: 2007. Duración: 142 min. Género: Drama. Re­parto: Jeon Do-yeon, Song Kang-ho, y Seon Jeong-yeob. Sinopsis: Al fallecer su esposo, ella se traslada con su hijo a la ciudad natal de su difunto marido para comenzar una nueva vida. Sin embargo, allí le aguarda otra tragedia.

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