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CINE

El nuevo reto de Netflix: de la animación de Disney

Fotograma de ‘Más allá de la Luna’, de Glen Keane.

Fotograma de ‘Más allá de la Luna’, de Glen Keane.

L a más clásica de las preguntas filosóficas (¿por qué algo y no más bien la nada?) hace ya tiempo que disfruta de su particular versión en la plataforma de Ted Sarandos: ¿por qué algo en vez de simplemente todo? Y no es tanto bulimia como otra consecuencia más de la pandemia. «La idea original era estrenar en cines. Y del despliegue de efectos en tres dimensiones de la película no conoce rival en el mundo de la animación. Todo eso, ahora que estamos sin cines, se perderá. Quién sabe, quizá una cinta como ésta sólo tenga sentido en la intimidad de las casas», razona Glen Keane (Filadelfia, 1954) resignado ante la que es su primera criatura en formato largometraje.

El que habla se refiere a Más allá de la Luna, una megaproducción que coloca definitivamente a Netflix a la altura de los grandes estudios como Pixar y Dreamworks (nada que ver en tamaño con, por ejemplo, el prodigio Klaus). Y lo hace a lo más grande con el estreno mundial hoy mismo y de forma simultánea en 30 idiomas. El hecho de que la mayor parte de la realización se haya llevado a cabo en los estudios Pearl de Shanghai y que se trate de la adaptación de una leyenda china desde el punto de vista chino (nada que ver con Mulan, por ejemplo) da una idea de la fiebre acaparadora. Mandan los que son más.

La pista definitiva la da la identidad de su director. En efecto, Glen Keane es algo más que un simple animador. Es leyenda. Pilar fundamental de la casa Disney durante cuatro décadas, suyos son los personajes míticos de la Sirenita, la Bestia o Aladdin. Sobre sus espaldas recaía hasta ahora haber formado parte de los herederos directos de los Nueve Ancianos, los padres fundadores de todo esto detrás de clásicos seminales coMundomo Blancanieves, Bambi o La bella durmiente. «La sensación que siempre he tenido es de levantarme sobre las espaldas de gigantes. Recuerdo que la primera vez que pise Disney, Ollie Johnston me dio un consejo en 30 segundos y esa enseñanza me ha perseguido toda la vida: ‘No animes lo que hacen los personajes, da vida a lo que los personajes piensan y sienten’», recuerda.

Para situarnos, Más allá de la Luna es un prodigio visual que tiene mucho de perfecto, calculado y hasta muy delicado pastiche. La historia firmada por Audrey Welles (que murió de cáncer antes de ver completada la película) habla de la aceptación de la muerte y de la experiencia de la pérdida donde el decorado mexicano de Coco es reconvertido en trampantojo asiático. La administración calculada de canciones perfectamente reconocibles en escenarios más propios del K-pop remite a Frozen con la misma claridad que el decorado de inspiración vanguardista del satélite terrestre recuerda a las mejores experiencias Pixar. El hecho de que la protagonista sea una niña, que no un niño, añade un elemento más no del todo coyuntural a la cinta que, a su modo, también es estrategia. Y así.

«De lo que se ha huido es de simplemente provocar una experiencia exótica. La idea es siempre el manual Disney: los personajes tienen que ser parte de la familia desde el primer contacto. Hay que pintar besando la piel del dibujo», comenta Keane con devoción casi mística.

El director llega a esta película tras el Oscar ganado por Dear Basketball en 2017 de la mano del jugador Kobe Bryant. «Aquél fue mi primer trabajo reconocible después de Disney y el destino ha querido que tenga un hilo de unión con éste. Para mí, este año tan desgraciado por tantas cosas empezó con la mayor de todas las desgracias imaginables: el accidente mortal de un gran amigo», comenta. De hecho, fue acabar el corto y empezar la aventura china que es ya una conquista mundial.

- Usted que ha vivido tanto tiempo en Disney, ¿cómo ve las advertencias sobre el racismo que la plataforma coloca ahora a algunos de sus clásicos?

- Todas las películas obedecen a un momento histórico. Un niño no tiene por qué conocer esa historia y conviene protegerles.

Sea como sea, queda Más allá de la Luna que es también sobre la misma Tierra. Toda ella.

SEPA MÁS

Ya Netflix está a la altura de los grandes estudios como Pixar y Dreamworks (nada que ver en tamaño con, por ejemplo, el prodigio Klaus). Y lo hace a lo más grande con el estreno mundial diario y de forma simultánea en 30 idiomas.

El creador de La Sirenita se propone pulsear con Disney gracias a la impronta de Netflix.

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