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Cinco años sin él: Echavarría: la sonoridad poética del buen fusón

Fernando Echavarría murió hace cinco años.

Fernando Echavarría murió hace cinco años.

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Roberto MonclúsSanto Domingo, RD

Este sábado 10 de octubre se cumplen cinco años de la par­tida de Fernan­do Echavarría. Murió como lo que fue: un “místico” del arte popular antillano. Fa­lleció cuando esperaba su turno para subir a cantar su sonoro y poético repertorio.

A mediados de la déca­da de los 90s, iniciábamos nuestro trabajo en la tele­visión noticiosa dominica­na en un canal católico que queda en Villa Juana (Te­levida). El fraterno Ramón Almánzar era mi compa­ñero de trabajo en ese lin­do proyecto televisivo de la Conferencia del Episcopado Dominicano.

Llamé su atención por­que el arquitecto Gustavo Ubrí, fundador de la Familia André, escribió un artícu­lo en el Listín Diario donde decía que Chichí Peralta era quien había internacionali­zado el fusón.

Como un seguidor de la música, vida y trayectoria de Fernando Echavarría sa­lí en defensa de mi ídolo. Y escribí un artículo cuyo tí­tulo se parece mucho al que encabeza este recuento. Esa calaboración para el decano de la prensa se convirtió en un vinculante entre Fernan­do y este servidor.

Recuerdo que el artista residía en Miami y al leer el artículo en su defensa llamó a la redacción del diario pa­ra hablar con el periodista Roberto Monclús y allí res­pondieron que nadie con ese apellido laboraba allá.

Fue entonces cuando habló con Ramón Almán­zar, quien le facilitó mi nú­mero y acordamos un en­cuentro cuando regresara al país. Así fue. Justamente en el mes de su cumpleaños, agosto, visité su casa en la calle Caonabo, en Gazcue, y comenzamos una relación que no terminará nunca.

En el especial producido por Nobell Diaz, director de fotografía y productor del crudo de la última entrevista que concediera Echavarría a la guionista y escritora cubana Olga Consuegra, afirmé que el le­gado de la Familia André no debe morir.

Sin embargo, hace falta un intérprete y un produc­tor musical en el país para que el fusón no muera.

Con Fernando cultivamos una linda relación que vinculó a su hermosa madre, la fenecida Isabel Acosta. Mi generación del Liceo Unión Pananericano saben que me convertí en la decada de los 80s en un promotor de los temas de la Familia André. Es más siempre que nos juntamos cantamos y bailamos "María Elena, "Teresa", "Pato Robao", "Que pena me da", "De oro" y otras.

Este domingo, a las 4:00 de la tarde, el canal 4RD transmitirá un especial televisivo que compartiremos para recordar a este gran amigo e inolvidable músico dominicano.

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