DESDE LA ULTIMA BUTACA
Una canción para Martín
El danés Bille August es el director de esta cinta inolvidable. Tal vez no sea la más deslumbrante de su exitoso catálogo. Pero siempre quedará como prueba de la maestría formal a la hora de tratar el tema del amor en la tercera edad.
El filme no oculta su dosis de crudeza en el sentido naturalista de la palabra. Sin embargo, tanto su puesta en escena, como su ritmo cinematográfico seducen. El guion integra literatura con artes dramáticas y ambientación exquisita para conquistar a un espectador que busca algo más que una historia para pasar el rato.
Con independencia de otros aciertos, la banda sonora es un regalo porque conquista el buen gusto. Una música potente mueve la atmósfera afectiva y el sacrificio humano de la protagonista. Son acordes que saben conquistar. Hace, aplaudir el romance otoñal de los protagonistas y, lo que es mejor, alcanza momentos frenéticos e inolvidables. Su elegancia cinematográfica solo posee referencias y puntos de contactos con Igmar Bergman. No hay una influencia llamativa, ni una trasgresión ideológica del director de “El séptimo sello”. Ambos cineastas pertenecen a contextos distintos.
El danés solo rinde tributo al maestro sueco y lo recuerda en momentos estelares de su obra. August logra armar una tragedia familiar donde los personajes desnudan sentimientos íntimos y emociones. Parece decirnos que la familia es el mejor escenario para un drama. Y dentro de la catarsis desencadenada por la separación, los parientes traslucen desafectos, insidias e intimidades, algo que no es nuevo en el cine nórdico. Sin embargo, el drama se cuece con pasión y desarraigo musical, con la enfermedad del Alzheimer como protagonista para deconstruir una hermosa historia de amor recién creada por una pareja resistida a aceptar la mediocridad del diario vivir y los desatinos de sus familias respectivas.
Ficha técnica:
País: Suecia. Año: 2001. Duración: 118 minutos. Director y guion: Bille August. Reparto: Sven Wollter, Viveka Seldahl, Reine Brynolfsson y Linda Källgren. Música: Stefan Nilsson. Fotografía: Jörgen Persson. Sinopsis: En el ocaso de sus vidas, un afamado director de orquesta sinfónica y una violinista deciden romper con sus familias respectivas para involucrarse en una aventura sentimental que durará pocos meses. Él enfermará de Alzheimer y ella tendrá que cuidarlo hasta el final.