La violencia: Lista negra de figuras

La violencia de género es un tema latente en República Dominicana. Algunos personajes que componen la farándula local han hecho “sus aportes”, pero a diferencia de la generalidad, con ellos la justicia ha actuado rápido y ha aplicado la ley en su debido momento.

Inmediatamente sucede un acontecimiento de esta naturaleza la prensa se encarga de desempolvar “la lista negra” de otros incidentes en que se han visto envueltas figuras del espectáculo local como parte del “background” del tema. Los nombres de Omega, Vakeró, Don Miguelo, Vladimir Dotel y Roy Tabaré tienen en común la existencia de un expediente en el que pesa la acusación de violencia hacia sus parejas.

El caso de violencia de género más mediático es el de Omega. En otros el problema se resolvió de la mejor manera. Por ejemplo: Vladimir Dotel, quien el 2007 enfrentó la justicia acusado de agredir física y verbalmente a su esposa Cyerna Zastaba Pujols.

Después de que el juez le impusiera una garantía económica y el alejamiento de la dama, la relación tomó el cauce de la reconciliación hasta el sol de hoy. La pareja lleva más de 20 años en matrimonio.

En el 2016 el cantante y compositor Roy Tabaré fue declarado prófugo de la justicia, huyendo de una acusación de violencia de género formulada por una expareja, la locutora Linnete del Rosario. A él se le atribuye perpetrar violencia física y psicológica contra la supuesta víctima. Después de la denuncia la justicia no ha notificado la presencia del artista en el país.

Vakeró tampoco escapó a las secuelas de la violencia de género y pagó por esta causa a raíz de sus problemas ya superados con la cantante Martha Heredia.

El 2019 se estrena con un suceso diferente a los ya conocidos. Esta vez la víctima es el artista, Alá Jazá, quien hoy acudirá ante un juzgado en La Vega tras las supuestas advertencias de su exesposa Gisel Trinidad Pérez, que lo amenazó con suicidarse junto a sus dos hijos menores si éste no le compraba un vehículo y le entregaba tres millones de pesos. El merenguero urbano se querelló ante las amenazas de la mujer, de quien lleva tres años separado.