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DESDE LA ÚLTIMA BUTACA

“Bad Guy”

Una virtud del catálogo de filmes que conforma la primera etapa del maestro Kim Ki-duk, es el trabajo actoral. Entre las 10 historias de este primer ciclo no encontramos devaneos histriónicos.

Incluso, hasta en los papeles secundarios y extras se nota la mano de un director que no solo busca la ética fílmica, sino que sabe colocar a cada uno en su lugar. Y si el actor titubea, repite la escena hasta el cansancio. Es como el maestro que golpea con un reglazo al alumno que no responde correctamente en clase.

En este grupo de cintas exitosas producidas con escasos recursos, el maestro coreano participó directamente en el ‘casting’ para seleccionar a todos sus actores, ya bien provenientes del teatro, del cine o de la calle. Como buen heredero del neorrealismo, Kim Ki-duk demostró que reunir figuras no profesionales le aportaría mayor frescura, disciplina y credibilidad a sus historias.

En algunos de sus primeros filmes (“Cocodrilo”, “Unknown Address” “Wild animals” y “Bad Guy”) escogió como protagonist al actor Jo Jae-hyeon, quien no lo hizo quedar mal. Descubrió en él la estampa de los desclasados, empobrecidos y delincuentes. Y también su carácter rebelde y cuestionador del ‘status quo’. En obras palabras, su ‘alter ego’.

“Bad Guy” toca el tema de la prostitución, muy recurrente en la obra de este director. Sin embargo, aquí el desarrollo de la trama ocurre en un burdel y sus contornos, en uno de los barrios de mala muerte de Corea, donde acuden todo tipo de “clientes” como animales en celo.

Hay un esquema fotográfico fiel a la concepción dramática.

La cámara puede desdibujar mientras dibuja. Se acerca y se aleja de los primeros planos con elegancia y dinamismo. Asumir la dirección fotográfica desde esa perspectiva le otorga una fluidez narrativa a la puesta en escena y envuelve al espectador en una historia que provocará su repulsión el contenido sugerido en pantalla.

Jo Jae-hyeon encarna ahora a un proxeneta que se enamora de una joven estudiante. La involucra en un delito que no cometió para exigirle que le retribuya una fuerte suma de dinero que ella no puede reunir. Él y sus amigos la llevan al prostíbulo que destruye su vida. El amor del protagonista hacia ella es enfermizo.

Primero la besa a la fuerza en medio de un parque. Y dentro del prostíbulo la ubica en una habitación donde a través de un espacio secreto, la observa desde un cristal teniendo sexo con sus clientes.

Es la historia de un proxeneta enfermo sexual, que no es capaz de sentir sentimientos y comprensión hacia lo que ama. Una película oscura y rara dentro de la cinematografía de Kim Ki-duk. Pero imprescindible para estudiar los rumbos del cineasta coreano más aclamado en Occidente.

Ficha técnica País: Corea del Sur. Año: 2001. Duración: 100 minutos. Dirección y guion: Kim Ki-duk. Reparto: Jo Jae-hyeon, Seo Won, Kim Yun-tae, Choi Duek-mun, Choi Yoon-young, Shin Yoo-jin, Kim Jung-young. Premios: Festival de Berlín: Selección Oficial a Concurso (2002).

Sinopsis: Un hampón de poca monta, enamorado de una joven estudiante, consigue enredarla en una deuda económica. Entre ellos se establece una relación de dependencia que queda enmarcada por la vida cotidiana en medio de una actividad que la joven no tiene otro remedio que asumir.

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