Xiomara Fortuna exige difusión de su música en RD

Lleva toda una vida dedicada al canto, a nuestros ritmos, a la investigación del folclor, abrazada a las mejores causas a favor del pueblo y luchando por el bienestar de las mujeres. Así ha vivido Xiomara Fortuna, orgullosa de sus raíces y del éxito logrado en más de 30 años de carrera artística, con la que se ha paseado por el mundo dando a conocer la cultura autóctona dominicana.

Esta vez la artista se apresta a llevar una campaña en la que exige a los productores de conciertos, directores de estaciones de radio, hacedores de programas de televisión y todos los que se involucran en el quehacer del espectáculo a ser tomada en cuenta para que su música sea difundida, y a la vez, reclama participar en todas las actividades artísticas que se desarrollen en el país.

Interesada en hacer saber su pedido, llegamos hasta su casa y contó que este año ha hecho música y ha escrito canciones “por un tubo”. Este 2018 grabó cuatro producciones discográficas “Rosa y azul”, “¡Ay caramba!”, “Ella canta jazz” y esta noche estará lanzando “Son verdad” un tributo al folclor dominicano, que luego de años de investigación la artista ha decidido recopilar en un álbum.

“SON VERDAD” Álbum. “Es una colección de canciones que aprendí a lo largo de mis investigaciones y esta vez elegí canciones folclóricas dominicanas de un alto contenido festivo, dejando a un lado el componente religioso y así evitar la confusión”, explicó.

Fortuna sugirió que esta producción sea llevada a las escuelas, acompañada de imágenes visuales para que el folclor no se pierda y las nuevas generaciones conozcan de nuestras raíces. “El CD es parte de los resultados de los fondos que tiene el ministerio de cultura para los proyectos culturales y yo participé y decidieron apoyar, lo que agradezco”.

Xiomara Fortuna con música por un tubo Temprano en la tarde llegamos hasta su residencia del sector de Gazcue, una casa en donde se respira el arte, la buena música y el folclor, repleta de tambores que ella hace repicar en cada una de sus canciones y que este año la folclorista Xiomara Fortuna ha incluido en cuatro producciones musicales.

La artista nos recibió con esa misma actitud, cuando a principio de la década de los 80 llegó a la capital y entró por la puerta grande, cantando en la Sala Principal del Teatro Nacional, así se encuentra 30 años después de trajinar en el arte y el folclor dominicano, dispuesta a “comerse el mundo”, exigiendo su espacio para exponer su arte en los medios de comunicación.

Xiomara también lleva a cuesta un cáncer de mama, con el que ha luchado y ha librado una batalla campal, dando de baja a la enfermedad que afecta a miles de mujeres en el mundo.

“La lucha contra el cáncer no termina, uno lo supera y está libre de cáncer pero siempre hay que estar pendiente del cuerpo. Yo estoy muy bien, espiritual y mentalmente me mantengo sana y saludable. Si tu espíritu se mantiene saludable tu cuerpo también responderá saludable” confiesa.

Este 2018 la artista ha sido muy bien recibida con “Rosa y Azul”, un disco que gira en torno a los roles de género y la no violencia en la sociedad, también es el tema principal del disco que se mueve una entre bachata y el congo. Otro corte que refleja su lado feminista es “Bruja”. “Desde que las mujeres comenzamos a exigir nuestros espacios, derechos, a pedir estudiar y a leer fueron catalogadas como brujas y quemadas en la hoguera. El tema muestra a una bruja positiva y lo traigo a ritmo de bambulá, un ritmo originario de Samaná, que lo usé en 1985 en el longplay De la loma al llano y que se ha trabajado muy poco”, explicó.

“Rosa y azul” también es una recopilación de canciones de contenido social, las que cantaba Xiomara, a principio de los 80, cuando se involucró en los movimientos sociales y femeninistas. “Rosa y Azul tiene siete temas. Hay dos emblemáticos que tienen que ver con los feminicidios. Creo que es hora de que todas y todos tenemos que ponernos a una sola voz y hacer algo para que la violencia baje a cero. Estamos agrediéndonos unos a otros. No podemos seguir relacionándonos de esa manera y los hombres tienen que conciliar, de que las mujeres no son para matarlas”, replicó.

El primer disco que grabó este año fue ¡Ay Caramba!, una colección de música de fusión en donde resalta el carabiné y en donde Krensy García, El Prodigio, está como acordeonista invitado. Este disco también incluye el tema que grabó junto a Vakeró.

“Ella canta jazz” es un disco en vivo, de un concierto que presentó en Casa de Teatro y un último disco “Son verdad” el que dará a conocer esta noche.

Romanticismo La conversación con Xiomara Fortuna giró en varios temas, específicamente lo difícil que ha sido para la nación ir cambiando con los tiempos, de esa inquietud es que se desprendió la canción “Rosa y Azul”. “A nosotros como país nos cuesta mucho cambiar de ideas, el ser humano es cambiante y lo que creíamos en el siglo 18, ya no es así. Ya no podemos seguir cantándole al amor como se le cantaba antes, con ese romanticismo, porque ya el romanticismo no existe y si existe es de otra manera”, sostuvo Fortuna.

Igual que el romanticismo, Xiomara cree que las cantantes de baladas en el país se han quedado rezagadas con el tiempo. “Primero por un asunto musical, ya la balada ha cambiado, tiene otros matices, otros colores, está muy influenciada y mezclada con el pop o corrientes musicales muy contemporáneas. También la balada está siendo muy influenciada por las cantantes norteamericanas.

Aunque no comparte muchas de las expresiones como lo hacen los jóvenes en las canciones de ahora, reconoce que los tiempos han cambiado, que la juventud le canta al amor y al desamor de otra manera. “Los artistas de ahora cantan lo que sienten y lo que están viviendo, el amor para ellos no es lo que era para mí o para mi madre, hay una serie de elementos que han cambiado y eso se refleja en las canciones”.

Xiomara lamentó que el cambio no se refleje en la educación y que a la hora de cambiar el pensamiento, en términos de crecimiento humano República Dominicana siempre se quede en los últimos lugares.