DÍAS DE CINE
“Kingsman: Servicio secreto”
Se trata de una parodia bien llevada por Matthew Vaughan y bien interpretada (por veteranos como Colin Firth y Samuel L. Jackson, y el debut de Taron Egerton).
Cuando vimos el anuncio de este films, “Kingsman: the secret service”, comentamos con los chicos de “Cineasta radio” sobre ella y, dijimos, si resulta ser una parodia, es muy posible que nos guste. Esto porque, entre las frecuentes de James Bond y otras que aparecen todos los años, estamos hasta la coronilla de maravillosos agentes que se las saben todas, que pelean con todos y ganan siempre, que disparan más con armas maravillosas y matan los contrarios por docenas mientras a ellos les disparan hasta con atómicas y apenas sí les hacen un rasguño. Y, como estamos en un mes que ha sido de buena suerte, pues se nos dio el buen deseo: sí es una parodia, y una parodia bien llevada por Matthew Vaughan y bien interpretada (sin exageración, por supuesto) por veteranos como Colin Firth y Samuel L. Jackson, y con debut auspicioso de ese chico Taron Egerton. Ustedes a lo mejor piensan, luego de verla, por supuesto, que nos estamos pasando de la raya porque más arriba hablamos de los muchos muertos víctimas de los superhéroes y resulta que en el presente los muertos se pueden contar por docenas y docenas. Pero lo que sucede es que hay que tomar en cuenta las situaciones que se plantean tanto en eso de los muertos como en las peleas individuales: cuando mueren los muchos, lo hacen mediante un artilugio creado por los mismos villanos y el largo desfile de víctimas lo que nos causa es un cierto regocijo un tanto nublado: los buenos ganan, como debe ser en una película de este tipo, pero los malos pierden gracias a sus propios malvados inventos. En cuando a los enfrentamientos individuales, como el de Harry Hart con los secuaces del padrastro de Eggsy, es una secuencia tan bien urdida que no alcanza a parecernos exagerada sino meramente divertida. El guión, obra de Jane Goldman y el mismo director, Vaughan, se basa en un “comic book” original de Mark Miller y Dave Gibbons, quienes, a su vez, construyen una historieta partiendo de la antigua leyenda británica de los Caballeros de la Mesa Redonda: Harry Hart es Sir Galahd, Mark Strong es Merlín, Jack Davenport es Lancelot y Michael Caine es el Rey Arturo. Estos personajes han sido bien diseñados como los representantes de Estado (aunque con cierta sorpresa al final), y el villano que les enfrenta es un destartalado ser megalómano, el super millonario Valentine, que es interpretado, y muy bien, por Samuel L. Jackson. El filme tiene movimiento, no aburre en momento alguno, resulta divertido de principio a fin, aunque, claro, no es que creamos que sea la maravilla de la semana pero sí algo para pasar un muy buen rato.