ESCENARIO
'Por Adelina hasta la vida' en la Bienal
El mundo del teatro es sencillo y complejo a la vez, pues en él la realidad y lo ficticio son dos senderos que se unen a lo largo del trayecto. En su espacio o universo, el alma es libre para anunciar y predicar lo que quiera. “Por Adelina hasta la vida” es la obra con que participó Puerto Rico en el festival. En ella siete personajes interpretaron el pesimismo, el orgullo, el miedo, la conciencia, la mente suicida y la calaca (la muerte). Un drama adulto que retó al espectador a encontrar sus propias conclusiones, que gira en torno a la búsqueda del amor platónico y la pasión que, envueltos en la oscuridad sobre la luz, arroja una percepción de la vida humana como tal. PersonajesLas interpretaciones en escena sumergieron a la audiencia en un completo trance en todo el curso de la historia. Elementos muy familiares, como los santos, los velones, las máscaras y un velo dieron un toque muy profundo, desatándose en el lugar una serie de sentimientos que fueron difíciles de descifrar y controlar. La incertidumbre atrapó los corazones, y la interpretación fue el principal protagonista de la noche. ContratiemposLa originalidad de la historia y el desenvolvimiento de los artistas puertorriqueños fueron cuidadosamente manejados, además de una excelente demostración de una obra articulada. La Bienal de Teatro Grupal concluyó el pasado domingo, después de diez días de puro teatro, con la participación de nueve países y la presentación de 13 obras en diferentes salas de ciudades dominicanas. (+)INCONVENIENTES DURANTE MONTAJELa indignación y la vergu¨enza se apoderaron de varios espectadores que se encontraban en el lugar, cuando un grupo de jóvenes comenzaron a gritar “¡Epa, qué mamasota, ufffff!”, en el transcurso de la trama, ya que algunas femeninas, durante su actucación, se quitaron la blusa. Inmediatamente la reacción del director y actor de la misma, Doel Ramírez, no se hizo esperar, y no dudo en decir en seguida que le cerraran el telón que él no iba a continuar, porque eso era una falta de respeto del público hacia el teatro.Pero tras ofrecer disculpas los que sí entienden el teatro como una obra dentro de otra, ¡siguió la función!
