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Tiempo de trabajo divertido

Carolina tiene su carro invadido de papeles con informes de estados financieros, bancarios y todo lo demás. No es que sea millonaria, es que trabaja en un banco y su trabajo le apasiona tanto, que lo tiene como un fiel acompañante donde sea que va. Trabajar es una pasión para el que le gusta lo que hace. Todos los días, muchas personas madrugan para estar en su trabajo desde tempranas horas y poner al servicio de otras sus capacidades y talentos. No hay quien perturbe la armonía de Carolina. “Mi jefe es un poco gruñón, pero llego tempranito todos los días y le llevo un cafecito para endulzarle el día (para que no me amargue el mío)”. Desde que llegó por primera vez a su lugar de trabajo pensó en lo difícil que sería trabajar en un ambiente relajado. “Había mucha competencia entre los compañeros y sentía que ellos no querían aceptarme en su círculo”. Lo más lamentable para Carolina era que cada noche, antes de dormirse, ponía sobre la cama la ropa con la cual iría a trabajar. También se levantaba con el canto de los gallos para tomarse su tiempo, encomendarse a las fuerzas del universo y llegar con una sonrisa fresca a su trabajo, pero todo el clima imaginado se tornaba gris en la oficina. En lugar de considerarlos sus rivales, comenzó a buscarles el ladito poco a poco para no arruinar el gusto por su trabajo. “Yo nunca me aburro. Es mi pasión. Me encanta tratar con gente, que me llamen, resolver algunos problemas que surjan allá y claro, eso me encanta”, afirma. Sonrisa Berenice Franco es una joven emprendedora. Estudiante de Comunicación Social, decidió pintar sonrisas en el rostro de cada niño cumpliendo con su papel de payaso. Su nariz toma forma de pelota, su rostro adquiere un matiz blanco y se adentra en un mundo de fantasía y ensueño por momentos. Esta mezcla de colores es la alegría de cada niño. Esa es la pasión de Berenice. Cuando se coloca su disfraz y sus grandes y cómicas botas, vuelve a ser una niña, y este es el secreto de su trabajo: dedicarse y transformarse en cada tarde dominguera feliz y especial. Divertir a niños inocentes que desconocen la maldad y el sufrimiento debe ser gratificante para ella. Pero ahí no termina su vocación ni su esfuerzo para ser más grande con el pasar del tiempo. Cuando deja el disfraz en casa, se dedica a confeccionar prendas de bisutería o impartir algún curso de modelaje en su comunidad en San Cristóbal. Vocación Ismael se graduó recientemente de Medicina. A pesar de que aún le falta una larga carrera por caminar, ha disfrutado su labor de brindar ayuda a los enfermos en las prácticas que realizaba en diferentes hospitales. Además de eso, daba cátedras de Anatomía en su universidad y ese era su trabajo. Sin embargo, le queda una vida para disfrutar la recuperación de la esperanza en los enfermos. En la vida, la gente hace muchas elecciones hasta de la música que quiere escuchar, la pareja que quiere amar, entre otros ejemplos. ¿Por qué no saber elegir una labor que perdurará hasta que las fuerzas se agoten? ¡Inyéctale melodías a tu trabajo, y baila con sus resultados!

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