CINE
'Los perdedores' la gran mojiganga
Cuando Vladimir Ulianov, “Lenin”, dijo hace ya casi un siglo que el cine era y sería una formidable arma de propaganda, y luego de que ellos, los soviéticos, lo usaron como tal en unas cuantas docenas de films, nunca pudo llegar siquiera a imaginar que serían sus rivales ideológicos, los norteamericanos, desde su Meca del Cine en Hollywood, quienes en realidad hicieran una realidad ese decir comunista, y no con un par de docenas sino con cientos de films. Y lo peor es que cualquiera podría pensar que los ideólogos de este tipo de cine de propaganda descarada (los chicos de la CIA colaboraron muchas veces en los guiones de Hollywood) creen que seguimos en los años 40 ó 50, porque hacen mamotretos como el presente, “The Losers”, según el cual una unidad antiterrorista norteamericana se interna en las selvas de Bolivia para localizar a unos villanos, da la señal a sus maravillosos aviones y estos atacan y destruyen el lugar indicado. Claro que eso contradice todas las leyes internacionales (recuerden el incidente del bombardeo colombiano a una base guerrillera dentro del territorio de Ecuador, que todavía se comenta y que provocó rompimiento de relaciones, a pesar de ser naciones vecinas y amigas en ese instante), pero si estas estupideces baratas (baratas desde el punto de vista estético) lo presentan no es por pura casualidad ni porque esa haya sido la más pura inspiración de algún guionista o director, sino porque ellos bien saben que millones de personas de muy bajo nivel cognoscitivo ven estas cintas y se quedan con la idea bien clavada en sus mentes de que los norteamericanos nos están defendiendo a riesgo de sus vidas en todas partes del mundo, porque no alcanzan a comprender que cosas como esas no pueden ser permitidas en la realidad de la vida en común de las naciones. Aparte de esas consideraciones de corte político, la historia que “crearan” Peter Berg y James Vanderbilt, basada, como tantas otras veces, en los caracteres creados para cómics por Andy Diggle, es de tan baja categoría creativa que no merece consideración alguna.