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CULTURA

Franklin Domínguez, un hombre que es teatro

SUS OBRAS ANDAN POR EL MUNDO TRADUCIDAS A DISTINTOS IDIOMAS

SANTO DOMINGO.- Lo de artista le viene de familia. Entre sus hermanos hay cantantes, músicos y pintores. Él, Franklin Domínguez, es un “valor cultural” de la nación, así lo reconoció el gobierno dominicano. Todavía anda por esta media isla y por el mundo llevando dentro de la valija de su cuerpo un arte milenario que se hace palabra, idea, cuerpo, confrontación y sueños: el teatro. Nadie puede citar enteramente la historia o la actualidad teatral del país sin mencionar su nombre, que suena a talento, a profesionalidad, a entrega. Y es que Franklin Domínguez es el más prolífico dramaturgo dominicano, maestro de varias generaciones de teatristas que se formaron entre la rigurosidad de sus montajes. Es autor de unas 70 obras dramáticas, de las cuales nueve han sido galardonadas con el Premio Anual de Teatro Cristóbal de Llerena, que otorga la Secretaría de Educación. Para el 2003, recibió el Premio Nacional de Literatura que concede la Fundación Corripio, junto la Secretaría de Cultura. Hasta en China se puede disfrutar de las historias inventadas por un santiaguero que se hizo abogado para complacer a su padre, y actor para encontrarse consigo mismo. Algunas de sus obras están traducidas al mandarín, al italiano, al flamenco, al francés, al portugués, al inglés y al papiamento, muestra infalible de la trascendencia de un hombre que es una escuela en sí mismo. El dramaturgo, que escribió la célebre sátira política “Se busca un hombre honesto”, tiene la dicha de haber vivido la representación de sus creaciones en escenarios como el Teatro Gañiré, de Mónaco; el Theatre Royal du Gumnase, de Bélgica; el Madison Square Garden, de New York; el estadio Roberto Clemente, en Puerto Rico, y en todas las grandes salas del país. Recuerdos y proyectos de un pioneroFranklyn Domínguez abrió las puertas de su hogar para compartir con LISTÍN DIARIO algunos de los tantos buenos recuerdos que el arte de las tablas ha sembrado en su memoria. Nos ofreció un jugo de piña y una pronta sonrisa a modo de bienvenida y comenzó a contarnos cuentos, cuentos de la vida un teatrista consagrado. Durante la dictadura de Trujillo dio sus primeros pasos como actor. Para ese entonces no existía Bellas Artes ni nada que se le pareciera. Desde temprana edad mostró un evidente contenido político en sus escritos. Con la obra “Espigas maduras” recorrió varias ciudades del país criticando sugerentemente la personalidad del tirano. El comprometido artista no sólo ha dejado huellas sobre escenarios teatrales. Es escritor del primer largometraje criollo “La silla”, filmada en 1963, otra crítica a los opresores trujillistas. De su puño y letra nació el texto de la primera ópera dominicana, “Anacaona”, musicalizada por el maestro italiano Adriano de la Rosa. Explica que todos sus escritos y sus actuaciones los ha realizado con la única intención de enaltecer los mejores valores de la sociedad dominicana y ridiculizar las conductas que entorpecen el crecimiento de los seres humanos. Poseedor de una férrea fuerza de voluntad, Domínguez es pionero en áreas que ahora pudieran verse como novedosas. Por ejemplo, cuenta que los musicales que ahora están de moda en el Teatro Nacional son precedidos por la presentación de la comedia musical de su autoría “Solano”, primera pieza dramático-musical que se presenta en Santo Domingo. En este espectáculo se hilvanan de forma dramática las canciones del maestro Rafael Solano. A Domínguez no le falla la memoria cuando recuerda como el Teatro Nacional no dio abasto para acoger a las miles de personas que acudieron a ver sus obras “Omar y los demás”, “Cuando los héroes quedaron solos” y “Duarte, fundador de una república”. Todas impusieron récords de asistencia en la sala grande. Pero el nombre de Franklin brilla más allá de las bambalinas. Es un activo actor de cine, ha filmado unas 15 películas italianas, aparece en varias producciones de la televisión y el cine locales. Y es contratista de varias productoras de cine español. Además, tiene todo un historial de trabajo en la publicidad y en la radio. No se detiene Con una sonrisa dibujada en el rostro que cuenta historias de la patria, de la esperanza y del espíritu humano, el dramaturgo afirma que jamás detiene sus andanzas por las tablas. Aunque ya no trabaja con la misma frecuencia que antaño (el tiempo pasa), se presenta junto al grupo teatral que dirige para el Banco de Reservas. A los teatristas de las nuevas generaciones les recomienda una sola cosa: preparación. Esta es la única herramienta que, acompañada de un poco de talento, puede asegurarle el trabajo a un actor en en territorio dominicano. Y después de haber ofrecido su vida al enriquecimiento de la cultura nacional, le hace un solo reclamo a las autoridades: que se construya un teatro en cada municipio cabecera, para que todo el pueblo pueda entrar al mundo de la esperanza y las ideas, donde él es un arquitecto.

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