“Kung Fu Panda”

Santo Domingo.- Los creadores de la factoría Dream Works (y el término factoría nunca mejor usado) no son precisamente los más originales que pueda imaginarse. Si usted hace una ligera comparación entre “Wall-e” y la presente, se dará de inmediato cuenta de ese detalle: la historia concebida para el film en dibujos animados de Disney Pixar es mucho más trascendente y, sobre todo, mucho más original. La presente historia, que es “original” de Ethan Reiff y Cyrus Varis, convertida en guión por Jonathan Aibel y Glenn Berger es, por el contrario, materia común en docenas de comedias y cintas de acción en las cuales el denominador común es lo del chico torpe que, quién por obra de cuál extraño milagro, llega a ser mejor que todos sus predecesores a pesar de los muchos años de experiencia de ellos. Lo que salva a la presente película es, por un lado, que el relato, aunque resabido, es de todos modos simpático y entretenido, salpicado de situaciones de buen humor que no resultan exageradas ni pecan de vulgares. En una región fabulosa, los miembros de un grupo de expertos en “Kung fu” habitan un castillo en el cual preservan sus añosas costumbres. De la historiaUn viejo luchador, que es en realidad una tortuga, la recuerda a su sucesor, ShiFu, que, muy a pesar de que junto a ellos están cinco héroes, cada uno de ellos representante de una escuela o estilo de pelea diferente, debe llegar el día en que aparezca un nuevo campeón que habrá de ser el nuevo Dragón o cómo se fuera a llamar. En el pueblo vive Po, que es un oso panda, uno de los seres más lentos, gordos y calmados que puedan imaginar, pero que vive soñando con los cinco héroes que son sus ídolos. Durante una ceremonia en palacio, Po hace lo posible por ver lo que sucede y tanto se empeña que, luego de renovados intentos, va a dar de cabeza en medio del ritual y es así como el anciano sacerdote lo designa como el nuevo campeón, el Dragón, contra los deseos y ante el asombro de todos los demás, en especial del más firme candidato que era la Tigresa. Y así, cuando se escapa un ex campeón ahora preso por romper las reglas, es Po, el nuevo dragón, quien tendrá que enfrentarlo. Y usted se preguntará, ¿cómo es posible que un gordito cocinero de buenas a primeras se convierta en un super héroe y venza a un terrible luchador? Pues si esa pregunta se hace, entonces usted no está apto para ver películas en dibujos animados porque buscar explicación a estos relatos diseñados para hacer pasar el rato a los pequeños es algo inútil. La otra ventaja de “Kung Fu Panda” es que cuenta con una edición de mucha fluidez, por lo cual resulta más que entretenida, aparte lo simpático que resulta el personaje del panda Po, y algunos de los que le circundan. O sea que, sin pensar en grandezas, nos parece una obra sin complicaciones que hará pasar un buen rato a los pequeños.