CONCIERTO
‘Rodolfo’ desnuda obra de Fito Páez
SANTO DOMINGO.- “Rodolfo”, el espectáculo que presentó Fito Páez el pasado martes, trajo a un autor y a un intérprete que desnudó sus canciones, al presentarlas solo a piano y voz. A su cita más seria, el autor de “Abre”, llegó elegantemente vestido y compartió con un público incondicional (menos uno que llevó una bandera colombiana pensando que el cantante era de allí), que coreó sus canciones y le disfrutó por casí dos horas.En el fondo del escenario una pantalla rectangular cambiaba de color, según la canción o proyectaba formas abstractas y figurativas, mientras Fito conversaba o cantaba. “Vamos a hacer un concierto diferente”, dijo, luego de sentarse al piano dando inicio a la música.La luz y la sombra jugaron un papel importante en la estética visual del show, que iluminaba con colores o dejaba en la oscuridad cuando el momento lo requería, como el contra luz de Fito al piano durante una estrofa del tema “Al lado del camino”.Con su peculiar forma de cantar, al rockero no le hizo falta más instrumento, ya que el espectáculo fue una oportunidad para demostrar su destreza al piano.Así, llenó con música sus letras, cargadas de imágenes y con influencias del cine, la literatura y todo el arte, el mundo que le ha tocado vivir y por supuesto, Lennon y Mccartney.A pesar de lo dicho, a casi una hora de haber llegado a escena, Fito presentó al guitarrista Coqui Bernardi, de quien dijo es un gran autor. Bernardi le acompañó en varios temas dando el toque rockero, que no podía faltar.El guitarrista cantó “El fantasma del enano caníbal”, escrita, por Fito, según dijo, camino a la Habana, Cuba, procedente de Santo Domingo. “La influencia de la tierra”, expresó, refiriéndose a este tema, que inició a guitarra y voz el invitado, participando con luego el piano de Fito, en la segunda parte.La música llevó a la audiencia por una montaña rusa, subiéndoles el ánimo con temas movidos para luego calmarlos, con alguna canción suave. Es lo que sucedió cuando acompañado por Bernardi realizó “Polaroid de locura ordinaria”, basada en un texto del alemán Charles Bukowski, que encendió con el guitarreo y las luces rojas el escenario, para suavizarlos con “Tumbas de la gloria”.Con “A rodar la vida”, se despidió, para volver, luego de la clásica petición de otra, sin saco ni corbata, a hacer un medley que incluyó temas como “Cable a tierra”, “Dar es dar”, “Normal 1”, “Tema de Piluso”, “Track, track” y otros, para terminar con la conocida “Mariposa technicolor. En ‘Rodolfo’, el argentino vistió de piano éxitos como “Circo Beat”, “Yo vengo a ofrecer mi corazón”, cantada a capela; “Al lado del camino”, “11 y 6” y “Un vestido y un amor”.Esta última canción, este redactor no la pudo escuchar completa porque en ese momento hubo un percance, cuando decenas de personas fueron impedidas de entrar al concierto porque cerraron las puertas. Según se dijo, el mismo Fito habría pedido que las puertas fueran cerradas una vez iniciado el recital.Por suerte fueron abiertas luego de la queja de los que estaban afuera. Curiosamente la prensa local esperó al cantante argentino, pacientemente, por más de una hora durante el encuentro con los medios.
