Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

SONAJERO

Después de los 40

Cuando superas el linde­ro de los 40 años, estar en paz es más importan­te que la prisa por su­mar méritos académi­cos, impresionar en un proyecto o viajar para que el pueblo sepa que estuviste ahí.

Y entonces llegan los cambios: prefieres comidita sencilla, descal­za y hasta perderte en el patio, en vez de atragantarte en comilonas de madrugada al filo de una ruta noc­turna. Es más importante disfrutar de ¨Candela¨ con tu mano sobre la del amado, a trotear sin rumbo por la ciudad. Se agradece mucho la conversación descubriendo al otro con permiso de sus pupilas…y su corazón.

Cuando dejas los movidos vein­te y los interesantes vaivenes de los treinta, se asoman las canas y co­mienzas a mirar, a sentir, a dejarte atrapar por la sabrosa vida en quie­tud.

Aprendes a zafarte de ataduras sociales y a reírte de lo que van a decir. Llega el tiempo y la libertad de hacer lo que realmente quieres y te hace feliz. Aprendes a rebotar amablemente el circulo toxico de las quejas y de las personas que han hecho de la crítica una disciplina olímpica.

También hay cambios radicales en tu cuerpo, el humor, la manera de bendecir el placer. El metabolis­mo se hace lento, las labores se ra­lentizan y agradeces mucho una so­badita en los pies.

Además, te haces amiga de las ti­sanas, el tilo para dormir y las cre­mas que prometen lozanía. Después de los 40 te permites sentir con hon­dura, tocarle y ser tocada con ternu­ra. En fin, perderte en el abismo de su ser.

Tags relacionados