Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

SONAJERO

Ego, no me abraces

Mantén lejos de mi tu pompa y halagos. No me cerques con tus plu­mas y escarcha.

No pronuncies mi nombre con tono de alabardero ni me obligue a convivir en trono de mármol Carrara.

Ego, no me abraces. No aspiro a ser presa del sabroseo ni inventarme motivos para ser noticia cotidiana.

Suelta tus tentáculos de mí entorno. No me coquetees con Instagram. Quie­ro ser feliz en mi esquina, estar delante cuando aporte; no ser esclava del virus “busca cámara”.

Ego, no me abraces. No me empu­jes a las menciones vacías ni al ritual de cargos, al fuñido licenciado con PHD y maestrías.

Ego, pesas mucho. Y reclamas dema­siado. Aspiras a sentarte siempre en VIP y, aunque te endeudes, te obligas a lucir las etiquetas más caras del anaquel.

Si decides abrazarme no seré la franco­macorisana artesanalmente feliz.

Ego, mantén distancia. Tu piel es seca e impenetrable. Tu perfume suele alejarnos de la esencia de la gente.

Si me abrazas jamás aceptaré mis erro­res y arrastraré la pesada e irreal carga de la perfección.

Déjame en mi nido de inciensos y eu­calipto. Tolera mi pésima entonación de “Dulcito e’ coco” de Vicente García. Déja­me recorrer el monasterio Cisterciense en Jarabacoa.

Ego, no me abraces ni me coquetees con el alcance de Instagram. No me em­pujes a encaramarme en mesas de honor que no me correspondan ni a cabildear premios ni turnos al micrófono.

Tags relacionados