Utilizar las vías correctas marca la gran diferencia

“El peligro de esto radica en que no saben qué necesitan comer y qué cantidad de peso bajar, según su edad, tamaño... cuántas calorías, cuantos macro y micronutrientes consumir y qué necesitan ingerir según su organismo”, detalló la nutrióloga clínica Anayanet Jáquez, quien además resalta que para las personas con diabetes tipo 1, autoindicarse un régimen muy bajo en carbohidratos pensando que es lo mejor, podría ser muy perjudicial.

Algunas causas

Ana Ynoa, psicóloga clínica y organizacional de salud, aborda el uso de la dieta sin el tratamiento de un experto. En este sentido, considera que esa práctica puede ser mortal, tanto para la salud como para la conducta y la memoria, llegando a tener trastornos de comportamiento en lo que van a sobresalir trastornos del sueño y alimenticios.

“Muchas de las personas que optan por este tipo de acción están consolidando el estado emocional de las personas y va a depender cómo se sientan consigo misma”, manifiesta Ynoa.

Al abordar algunas de las consecuencias de ignorar las recomendaciones médicas o de asumir el papel del mismo, la profesional de la salud comenta que: “Dentro de los trastornos alimentarios más frecuentes se encuentra la anorexia. Esta sigue teniendo presencia en la población joven y se caracteriza por el rechazo de la comida por parte del individuo, por el miedo de engordar”,

Existen varias razones que pueden llevar a una persona a inclinarse por ciertos comportamientos, con respecto a la alimentación. Refiriéndose a este contexto, Esmeralda Veras, psicóloga experta en medicina y salud, determinó que hay una causa relacionada a que las personas se inclinan por esto, mecionando entre ellas: situaciones económicas, algún complejo de discapacidad, crisis circunstancias, procesos de desvinculación y, el factor más importante, vergüenza ajena. Estos, según la experiencia de Veras, son algunos de los factores principales que les impiden ir a un médico especialista.

Testimonios

Cuando se trata de asistencia profesional, los casos positivos abundan. Yesenia Toribio y Peggy Almonte expresan que recurrieron a un nutricionista para bajar de peso y los resultados fueron los que nunca se esperaron, al punto de que no sufrieron ningún tipo de trastorno que se vincule a este, manifestando sentirse mejor consigo mismas, tanto emocional como físicamente.

Del mismo modo se manifiesta Lourdes Plasencia, una joven que experimentó las negativas consecuencias de autoindicarse dietas.

“Llegué a perder mucho peso, sí; pero de igual manera llegué a perder mi buena salud. Te cuento que un día me desmayé en la universidad, y fue porque mi anemia era tan fuerte que mi cuerpo estaba gritándome que lo ayudara. Luego de ese susto nunca más volví a jugar con mi vida; pude haber muerto, y todo por no acudir donde un médico”, testimonia con pesar.