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Sexualidad y estrés: cómo esto afecta las relaciones de pareja

El estrés de desear un bebé y no poder tenerlo cuando se desea, puede significar un trago amargo para muchas parejas.A raíz esto es que estudios han revelado que el disfrute de la relación coital, donde el orgasmo es el protagonista de esta relación, es ideal.

Los orgasmos benefician de manera directa la fertilidad en la mujer y, por ende, las posibilidades de entrar en periodo de gestación son más altas.

Sin estrés El estrés implica tensión o presión psicológica, y cuando las parejas que están buscando hijos se avocan en una carrera ansiosa para tenerlos, esto hace que los niveles de cortisol se eleven, lo cual afecta de manera negativa el tema de las funciones sexuales, según Heidy Camilo, terapeuta sexual y de pareja.

El hombre que está muy presionado con el tema de embarazar a la mujer puede comenzar a presentar disfunción eréctil y, en algunos casos, puede ocasionar inhibición sexual, donde ambos pueden presentar esta consecuencia del estrés, porque es una tarea ansiosa más que placentera.

La ansiedad es enemiga de la buena vida sexual, por eso a las parejas que están estresadas se les dificulta el proceso de entrar en estado de gestación, según afirma Camilo.

Cuando hay mayor tranquilidad la vida sexual es más placentera Se considera que llegar al climax facilita el embarazo, y es que cuando las mujeres tienen uno se producen contracciones uterinas que facilitan el transporte de los espermatozoides hasta el óvulo, razón por la cual se aconseja dejar de un lado el estrés para disfrutar, al tiempo que se consigue el objetivo, en este caso la gestación.

Proceso complejo La ginecobstetra Konny Abreu coindide y afirma que, efectivamente, los orgasmos aportan mayores probabilidades de que las mujeres entren en período de gestación.

La terapeuta sexual Camilo sostiene que un acto sexual placentero beneficia porque durante este proceso se dan contracciones en el piso pélvico, es decir, toda aquella parte que sostiene el aparato reproductor femenino.

Durante ese corto lapso, el útero se levanta un poco para aclimatarse y poder hacer más fácil la recepción de los espermatozoides, y estos mismos espasmos musculares aligeran y crean las condiciones adecuadas para que el semen puedan viajar más rápido y fácil en el paso por el útero, hasta llegar donde se encuentran con el óvulo.

“Beneficia por los espasmos musculares involuntarios que se van a producir durante el orgasmo. En muchas parejas el tema de tener relaciones sexuales por placer, no por una demanda, le queda la ansiedad y hace más disfrutable el vínculo sexual y, por ende, quita la presión a todo el tema de salir embarazados y facilita el proceso y la vida de pareja. Esto porque se vuelve más que un trabajo; se torna una actividad de placer para ambos”, asegura Camilo.

Realidad en muchos países Los estudios diversos, poco a poco apuntan hacia la idea de que el clímax de ellas es uno de los factores que contribuyen con la procreación, pero según un estudio australiano, publicado en la revista científica ‘Journal of Sexual Medicine’, afirma que alrededor del 35% de las mujeres confesó no haber experimentado nunca un orgasmo.

En ese mismo orden, una joven conocedora del tema, que prefirió no ser identificada, afirmó que no experimentar un orgasmo, puede atribuirse a distintas causas, como por ejemplo, el egoísmo de la pareja que posee y los tabúes que no la hacen explorar su cuerpo.

Aumento de probabilidad Si bien existen estudios demostrando que el orgasmo aporta un grado mayor a las probabilidades de tener un bebé, se debe tener muy pendiente que no es la única opción para procreación, y que tampoco es la razón principal de quienes aún no han podido logralo.

No obstante, se recomienda que para aumentar las probabilidades de embarazos, el disfrute de la sexualidad en pareja formalmente establecida, debido a que gracias a este disfrute sea más propenso el hecho de procrear, afirmó Camilo, terapeuta familiar.

Testimonio. Según Manuel Domínguez, quien es padre de dos hijos, lo que vivió a inicios de su matrimonio tiene mucho que ver con lo que afirman los especialistas. Y es que tenían la presión de ser padres porque habían pasado tres años de relación, y su círculo de amigos y familiares presionaba, además de que junto a su pareja había planeado tenerlos en dos años. La realidad es que cuando “soltaron el estrés” fue que se embarazó.

Los distintos profesionales entrevistados coinciden en alejar el estrés. ISTOCK

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