Detalles en madera ‘cada uno hecho con mis manos’

Asus 28 años, este joven santiaguero soñador, creativo, protector y amante del arte ha entendido que las ideas, cuando son buenas, se deben materializar, y es lo que ha hecho al emprender. Hace justo un año que esto ocupa un espacio importante de su agenda con “Detalles Mabrí”, una tienda virtual de detalles hechos a mano, principalmente en madera, que inició como un homenaje a la profesión de sus padres y al deseo de ser un joven independiente.

Hoy, con una gama de productos que van desde la bandejas, portavasos, tazas y corbatines de madera, hasta llaveros, estantes, carteras y mantelería personalizada, la siguiente meta es la exportación. Y es justo en esta “pista de despegue”, cuando conversamos con su creador, Juan Daniel Madera.

La creatividad juega para tu marca un papel elemental, ¿cómo se las ingenia un médico para diseñar? Ingeniárselas no ha sido fácil para mí, he tenido que aprender a hacer de todo, pero gracias a Dios se me da muy bien la manualidad. Es una habilidad que heredé de mí padre, además de la creatividad y la amplia imaginación que me acompañan.

¿Cuál es la historia detrás de “Mabrí”? El nombre viene por la unión de mis dos apellidos: Madera Brito (Mabri), rindiendo así honor a mis padres, pues ellos y su carrera como diseñadores de muebles y mantelería fueron mi musa para crear esto.

Honestamente todo comenzó en un momento decisivo de mi vida donde me dije a mi mismo: “Juan Daniel debe ser productivo y al mismo tiempo tener el tiempo para estudiar”. Le comenté a mi madre sobre el proyecto que tenía pensado y se convirtió en mi aliada.

Mabri comenzó solo pensando hacer bandejas y venderlas por encargo, pero los mismos clientes fueron haciendo que ampliáramos nuestra gama de productos, guiándonos por lo que estaba en boga.

¿Cuál fue la primera creación de la marca, cómo surgió la inspiración en ese momento y cómo fueron naciendo las demás ideas que hoy comprenden la gama de oferta de productos de Detalles Mabri? Fueron las bandejas estilo clásica, pequeñas, y las de asas en madera. Los demás productos fueron surgiendo a través del tiempo, respondiendo a las peticiones de nuestros clientes.

¿Por qué la madera? Ha sido la materia prima de todo lo que he visto desde pequeño. Las maderas, las telas, siempre están presente en el negocio de mis padres, al igual que el cuidado de los detalles y el perfeccionismo.

¿Cómo es el detrás bambalinas? Es chulísimo y estoy involucrado en todo. Desde el principio, cuando entra el pedido, superviso el proceso de que todo esté listo con la calidad que nos caracteriza y hago las entregas a los clientes de manera personal. Me encanta ver la cara de satisfacción de ellos en ese punto final. Siempre trato de darles un servicio personalizado. También tengo un equipo grandioso, que ha dado lo mejor de ellos para que todo sea de primera. En mis días de ausencia, por servicios como médico u otros imprevistos, tengo a mis padres dándome la mano. Además de esto a mi novia, Alfonsina, que ha sido mi mano derecha desde el comienzo y ha sido la que ha ayudado en el diseño de mucha de nuestras piezas. Además, unos empleados de los que no puedo quejarme, pues siempre han dado lo mejor de si.

¿Qué papel juegan los medios digitales en todo esto? Lo han sido todo. Mabri es una empresa digital, nos manejamos vía Instagram; es ahí donde colgamos nuestro catálogo de productos base y también imágenes de los que son más personalizados. Los pedidos se realizan por vía telefónica o Whatsapp y, aunque producimos todo en Santiago, hacemos envíos a nivel nacional. Y bueno, ya muy pronto tendremos una página web donde todo será aún más sencillo pero también más grande.

¿Qué ha sido lo más difícil y lo más valioso de emprender en República Dominicana? Lo más difícil ha sido ser un negocio digital, por el tema de que como sociedad tendemos a no confiar mucho en las marcas que no tengan “espacio físico”, pero a pesar de todo, y de emprender en esta plataforma de las redes sociales, la cartera de clientes cada día se hace más grande. La República Dominicana tiene muchísimo que ofrecernos a todos los que queremos hacer un cambio, al principio no es fácil pero todo fluye, aquí solo tienes que poner de ti y dar lo mejor para poder salir adelante.