A desarrabalizar el entorno del Calventi
Tras las evidencias expuestas por el LISTÍN DIARIO sobre el estado de arrabalización que atenaza los entornos de los principales hospitales de la capital, el director de uno de esos centros ha decidido pasar a la acción e impulsar un plan general de saneamiento de sus alrededores.
El director del hospital regional Vinicio Calventi, Orlando Vargas, ha hecho contacto con las autoridades de Los Alcarrizos para implantar un mecanismo de control de ruidos, del tránsito de vehículos públicos, de venduteros, cocinas callejeras y negocios que de una u otra manera alteran la tranquilidad y la higiene que debe predominar en el área hospitalaria.
Su decisión es una respuesta a la serie de reportajes publicados por el LISTÍN DIARIO describiendo, con lujo de detalles, todos los factores perjudiciales que afectan el entorno de los principales hospitales y plazas de salud del Gran Santo Domingo, al relajarse todas las normativas que prohíben la arrabalización de las áreas más próximas.
En el caso concreto de este hospital, sus paredes frontales parecen más que nada un escaparate de ropas usadas donde coexisten bulliciosos vendedores de pacas, de frituras y otras comidas, en medio del ruido que ocasionan las bocinas de choferes de vehículos públicos en calles congestionadas y el alto volumen de la música de bares, negocios y colmadones.
Todo este estado de arrabal impide que los pacientes ambulatorios o internados en ese hospital puedan disfrutar de condiciones óptimas para su recuperación y descanso post-quirúrgico. Del mismo modo, son altos los riesgos de contaminación de sus salas y pasillos mientras persistan en la vecindad basureros improvisados por esos venduteros y por las mismas familias del sector.
Ojalá que los demás directores de hospitales afectados por estos entornos arrabalizados sigan este ejemplo del director del Vinicio Calventi.