Crítico
José D’Laura: del cine a la radio y viceversa
De su consagración absoluta por las imágenes en movimiento no hubo ni hay dudas. Su tránsito por la radio de Santiago inició en los años 80, la época dorada de este medio de comunicación en la Ciudad Corazón. De esta urbe apenas sale por el propio séptimo arte, armado con una foto del Monumento en su celular y el mantra de que son solo unos días y que lo hace por el cine, con letras mayúsculas. José D’Laura, esa voz inconfundible del programa que une radio y cine: El Sonido de la Imagen, por Digital FM. La crítica de cine marca la pauta de sus días, y en el blog Movie Suite da cuenta de la seriedad y precisión con que mantiene este oficio.
1 ¿Qué fue lo primero en su vida: el cine o la radio? El cine, desde mi infancia. Uno de mis más lejanos recuerdos es caminando con mi padre y mis dos hermanos pequeñitos al matiné del Cine Jardín, que no tenía techo. El cine fue primero. La radio ya nace en los años de la universidad.
2 Esa primera vez en radio, ¿cómo fue? Vía el cine, un programa de los amigos de Nuevo Cine Estudio. Fui invitado al programa. Ya traía el gusanito de querer hablar de películas por radio. Entonces me invitaron al programa y ahí surgió la idea inmediatamente de hacer un segmento de cine. Fui un jueves a hablar con Atahualpa Ramírez, productor del programa “La otra cara”, para que hiciéramos ese segmento de cine. Eso fue jueves. Y el lunes yo era coproductor del programa. También ahí iniciamos por 101.9 “Una semana de cine en solo 30 minutos”, que era dar todos los estrenos un jueves.
3 Aparte del cine, ¿qué aprendió en la Escuela San Antonio de los Baños en Cuba? Que no se debe beber sin comer. Catastrófico para la salud. Que hay que distinguir lo que es la persona y la personalidad. En el sentido de que, hay ocasiones en que conoces a alguien que vía el cine es muy famoso, pero que en el fondo es otra persona más. Hay un ganador del Premio Nobel recientemente fallecido que te dice “no te preocupes, él es Robert Redford”. Que contar historias es, esencialmente, la labor de cualquier persona involucrada en el mundo del cine. Eso es lo básico. Ya, cada quien le pone los ingredientes que la propia vida le va dando, ya cada quien cocina esos ingredientes con su estilo particular.
4 Estudió dramaturgia... ¿Veremos algún día un guion de José en pantalla? No, no creo. Desde hace muchos años abandoné la idea de escribir. Primero porque a finales de los 80 cuando fui a la escuela, hacer cine, por lo menos lo que yo quería hacer, era absolutamente imposible en este país. Y porque también entiendo, al paso de los años he entendido, que todo el mundo tiene un puesto en lo que es la industria del cine. Hay gente que hace películas y hay gente que califica películas. Y yo estoy del lado que las califica.
5 ¿Ya se puede hablar de una industria cinematográfica dominicana? A raíz de la Ley de Cine, la industria del cine en nuestro país, uno puede decir que se ha establecido. Y va en camino de su propio crecimiento, que dictan las propias leyes de la industria, no ni siquiera la Ley de Cine. El año pasado, por ejemplo, tuvimos 18 estrenos en salas. Eso es una cifra récord. No todas fueron buenas, no todas fueron taquilleras, pero eso forma parte de lo que es la oferta de una industria cinematográfica. Y, en términos de la calidad, que es lo que más nos preocupa a mucha gente, creo que hemos ido creciendo en calidad también. Quizás no al ritmo que uno deseaba. Pero tenemos películas como “La Gunguna”, de Ernesto Alemany, “Dólares de arena”, la película de Laura Amelia Guzmán e Israel CárdenasÖ Hay un documental por ahí, de Natalia Cabral y Oriol Estrada, “Tú y yo”, que me parece un formidable trabajo documental dominicano.
6 A propósito de que tenemos una industria y de las películas que ha mencionado, ¿cómo anda la salud del cine dominicano? Creo que muy bien, yo soy de los optimistas. Por ejemplo, una de las formas de medir la salud de una cinematografía en crecimiento es cuánta gente nueva debuta como realizador. Y este año hemos tenido al menos tres muy buenos debuts, cuatro si incluimos el documental “Tú y yo”. Dos santiagueros, para nuestra honra. Es el caso de “Bestia de cardo”, de Virginia Sánchez Navarro; y el caso de “Algún lugar”, de Guillermo Zouain. Y está “La Gunguna”, de Ernesto Alemany. Entonces son digamos que tres debuts que prometen mucho porque una nueva persona que debuta como realizador es un aire nuevo para una cinematografía. Es una nueva forma de ver las cosas.
7 Hacía crítica de cine cuando no había industria. Y ha seguido haciéndolo en estos inicios de la industria. ¿Se vivía antes, del cine y, se sigue viviendo del cine? Es muy difícil. Hay que, de alguna manera, establecerse en los medios y combinar el ejercicio de la crítica de cine con otras facetas. Por ejemplo, en radio, a pesar de que siempre he tenido mis programas de comentarios de cine, también lo he combinado ya con la parte de programación de algunas estaciones. Entonces, solamente de la crítica de cine no se vivió, ni se vive todavía.